K-pop, una tendencia coreana que se impone entre los jóvenes
Lo que antes era N’sync, Backstreet boys y las Spice girls; hoy son Bangtan boys, Got7 y Wonder girls. Un fenómeno asiático se tomó occidente.
David Leonardo Carranza
Lo que antes era N’sync, Backstreet boys y las Spice girls; hoy son Bangtan boys, Got7 y Wonder girls. Todos los integrantes de estas bandas tienen ojos rasgados, visten de forma llamativa y cantan en idiomas desconocidos para la gran mayoría de colombianos. Sin embargo, en los últimos años esta moda empezó a ocupar un lugar importante entre los intereses de los jóvenes.
El K-pop es un fenómeno que incluye estilos de música, moda y actitud, Colombia no es la excepción. Su característica fundamental es que todas estas influencias están naciendo en Corea del sur, un país a 14,844 km de distancia y de cuyos artistas solo se conocía al famoso PSY, creador del exitoso Gangnam style.
La ausencia de boy bands en la industria musical de los Estados Unidos y la occidentalización de las bandas coreanas de la década del 90 fueron el principal impulso para la aparición de estos grupos musicales. Los empresarios coreanos descubrieron que con la vieja táctica de la banda de jóvenes apuestos, que bailaran y cantaran podrían conseguir al público joven que había sido dejado de lado.
El k-pop no es un género musical específico, ni una manera de vestir. Son diferentes influencias que llegan desde Asia y que van desde las rigurosas coreografías, creadas para ser bailadas con la preparación y disciplina del país esa zona del mundo, hasta teñirse el color del pelo de violeta o azul intenso.
En la mayoría de los casos, los jóvenes aprenden las canciones por fonética, sin embargo, dada la alta penetración de la música, los adolescentes se están interesando cada vez más en conocer el idioma y la cultura coreana.
Las cifras de visualizaciones en Youtube son claras. “I just wanna dance”, el nuevo video de Tiffany, una solista emblema del K-pop, ha alcanzado más de 2 millones de visitas en menos de un día de ser lanzado. Got7, otra banda icónica, supera las 55 millones visitas de su video “Just right”.
La aparición de estas bandas estuvo ligada a la masificación de las redes sociales. Ninguna de ellas tuvo que invertir un solo peso para figurar entre los artistas favoritos de los jóvenes colombianos. Una vez se tuvo esa combinación de adolescentes bailando coreografías de movimientos rápidos y exactos, melodías pegajosas y looks llamativos, los videos se esparcieron por la red. Por esto el K-pop ha logrado una consolidación exitosa en el público joven de distintas partes del mundo.
Las canciones más recientes de los grupos pertenecientes a este fenómeno mezclan ahora en sus coros fragmentos en inglés, español o japonés. En Colombia y en el mundo miles de jóvenes se sumergen con emoción en esta nueva forma de expresión.
Lo que antes era N’sync, Backstreet boys y las Spice girls; hoy son Bangtan boys, Got7 y Wonder girls. Todos los integrantes de estas bandas tienen ojos rasgados, visten de forma llamativa y cantan en idiomas desconocidos para la gran mayoría de colombianos. Sin embargo, en los últimos años esta moda empezó a ocupar un lugar importante entre los intereses de los jóvenes.
El K-pop es un fenómeno que incluye estilos de música, moda y actitud, Colombia no es la excepción. Su característica fundamental es que todas estas influencias están naciendo en Corea del sur, un país a 14,844 km de distancia y de cuyos artistas solo se conocía al famoso PSY, creador del exitoso Gangnam style.
La ausencia de boy bands en la industria musical de los Estados Unidos y la occidentalización de las bandas coreanas de la década del 90 fueron el principal impulso para la aparición de estos grupos musicales. Los empresarios coreanos descubrieron que con la vieja táctica de la banda de jóvenes apuestos, que bailaran y cantaran podrían conseguir al público joven que había sido dejado de lado.
El k-pop no es un género musical específico, ni una manera de vestir. Son diferentes influencias que llegan desde Asia y que van desde las rigurosas coreografías, creadas para ser bailadas con la preparación y disciplina del país esa zona del mundo, hasta teñirse el color del pelo de violeta o azul intenso.
En la mayoría de los casos, los jóvenes aprenden las canciones por fonética, sin embargo, dada la alta penetración de la música, los adolescentes se están interesando cada vez más en conocer el idioma y la cultura coreana.
Las cifras de visualizaciones en Youtube son claras. “I just wanna dance”, el nuevo video de Tiffany, una solista emblema del K-pop, ha alcanzado más de 2 millones de visitas en menos de un día de ser lanzado. Got7, otra banda icónica, supera las 55 millones visitas de su video “Just right”.
La aparición de estas bandas estuvo ligada a la masificación de las redes sociales. Ninguna de ellas tuvo que invertir un solo peso para figurar entre los artistas favoritos de los jóvenes colombianos. Una vez se tuvo esa combinación de adolescentes bailando coreografías de movimientos rápidos y exactos, melodías pegajosas y looks llamativos, los videos se esparcieron por la red. Por esto el K-pop ha logrado una consolidación exitosa en el público joven de distintas partes del mundo.
Las canciones más recientes de los grupos pertenecientes a este fenómeno mezclan ahora en sus coros fragmentos en inglés, español o japonés. En Colombia y en el mundo miles de jóvenes se sumergen con emoción en esta nueva forma de expresión.