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Una periodista, de 31 años, de la cadena NHK murió en 2013 debido a sus largas jornadas laborales y la falta de descanso, reconoció este miércoles la corporación pública nipona, en lo que supone un nuevo caso de muerte por exceso de trabajo en Japón. (Lea: Karoshi, la enfermedad que se produce por exceso de trabajo)
La autoridad laboral de Tokio estableció en mayo de 2014 que Miwa Sado, que trabajaba en las oficinas de la NHK en esa capital, llevó a cabo 159 horas extras y libró solo dos días en el mes previo a su muerte como resultado de una "insuficiencia cardiaca congestiva", relató un comunicado de la cadena pública.
Lea: El exceso de trabajo en Japón es un problema de salud pública
La periodista estaba a cargo de la información local y cubrió en el período más de un mes las elecciones al Gobierno de Tokio y las de la Cámara Alta del Parlamento, que se celebraron el 21 de julio, tres días antes de su fallecimiento.
La cadena pública reconoció que ha decidido informar sobre la causa del fallecimiento de Sado tres años después de que las autoridades lo consideraran como "karoshi" (muerte por exceso de trabajo en japonés) por petición de la familia de la periodista, que busca que no se vuelva a repetir un caso como este.
En un comunicado, NHK aseguró que se toma "muy en serio" la muerte de su compañera y que la cadena está ahora "revisando el sistema de trabajo de los empleados para introducir cambios y así garantizar la salud de los trabajadores".
Varios alarmantes casos de muerte por exceso de trabajo han reavivado recientemente en Japón la inquietud en el país asiático sobre la salud laboral nacional, y sobre todo por su problema más extremo, el "karoshi".
El Gobierno publicó en 2016 un informe en respuesta a estos casos que mostraba que en Japón casi una cuarta parte de los empleados pueden llegar a superar el tope de 80 horas extras al mes estipuladas por la legislación del país.
La repercusión de los incidentes llevaron además al Ejecutivo a aprobar el pasado diciembre un paquete de medidas de emergencia destinadas a prevenir nuevas muertes y a incrementar la vigilancia sobre las empresas para garantizar que cumplen el reglamento.
En 2015, al menos 2.159 personas se suicidaron en Japón por causas relacionadas con el trabajo -675 de ellas por cansancio-, según el Ministerio de Trabajo.