La capacidad de generar nuevas experiencias en medio de la pandemia

Con la emergencia ocasionada por el coronavirus, las universidades tuvieron que buscar estrategias y herramientas para darles continuidad a sus programas académicos en medio del confinamiento. La tecnología y la experiencia con las aulas virtuales han sido claves para que los estudiantes reciban clases e interactúen con los docentes y compañeros.

La Universidad El Bosque logró establecer una estrategia de continuidad académica que ha sido positiva. Son 13.000 estudiantes que están recibiendo clases de una forma remota con el acompañamiento de docentes y tutores. María Clara Rangel, rectora de la Universidad, en entrevista con El Espectador, habló de cómo han enfrentado la situación, los frentes que son fundamentales para seguir formando profesionales excelentes y los retos que presenta esta nueva situación en la vida académica.

Ustedes hicieron un balance de estas semanas con la educación remota. ¿Cuál es el resultado?

Por parte de los profesores, evidenciamos que algunos no estaban tan involucrados con el tema de las aulas virtuales, con las que trabajamos desde hace diez años, porque eran complemento para la educación presencial; entonces seguiremos capacitándolos para que logren hacer esta transición de forma adecuada. Con los estudiantes nos ha pasado que no logran concentrarse por completo en esta modalidad. Creíamos que por estar familiarizados con la tecnología sería más fácil. Esto ha llevado a los profesores a plantear nuevas metodologías y uso de herramientas para captar su atención. Otro reto que tenemos es poder asegurar que los estudiantes cuenten con equipos para sus clases. Estamos buscando alianzas con empresas de tecnología que los provean.

¿Cómo funcionan las clases?

La idea es que los calendarios académicos se respetarán. Los horarios siguen funcionando como venían. Sí hemos tenido un reto es con las prácticas profesionales, que se realizaban de forma presencial. Tuvimos que migrar a plataformas en las que los estudiantes apoyan al sector empresarial y gubernamental, como por ejemplo en temas de telemedicina y telepsicología. El Hub de Innovación, Educación, y Extensión, que nosotros habíamos estructurado, ha sido pertinente para el relacionamiento con estos sectores con los que se tiene la oportunidad de teletrabajar y continuar con las prácticas.

Ustedes están trabajando en varios frentes en tiempos de coronavirus. ¿De qué trata?

#ElBosqueEstáContigo es el plan de acción para hacerle frente a esta coyuntura mundial, que cuenta con cuatro frentes, los cuales contemplan: herramientas soportadas en TIC para dar continuidad al calendario académico a través de plataformas digitales y virtuales; amplia oferta de Bienestar Universitario enfocada en brindar herramientas para enfrentar el cambio de cotidianidad, determinado así por las medidas preventivas que ha decretado el Gobierno Nacional; acciones financieras, cuyo objetivo es alivianar la incertidumbre de la comunidad estudiantil y los padres de familia, y canales de atención virtuales para facilitar el proceso de admisión del próximo semestre.

Explíquenos un poco más la parte financiera.

Más que tomar medidas financieras directas, hemos trabajado fuertemente estas semanas para encontrar en el modelo diferentes escenarios. Hemos tratado de modelar todas las posibilidades, para entender el impacto que eso nos ocasionaría y de esta forma establecer estrategias tempranas de mitigación a esos posibles impactos, en un momento de incertidumbre en que sabemos que tendremos un revés, pero que no tenemos claro hasta dónde llegará. Ese es el primer paso y, a mi juicio, el más importante.

En cuanto a medidas directas, estamos estableciendo alivios económicos y apoyos financieros con el fin de poder ofrecer estas propuestas para que los aspirantes y estudiantes puedan seguir con sus estudios. Y el programa de becas con el que contamos. Aunque somos conscientes que el número de matrículas bajará porque en el mundo estamos viendo las dificultades y que la prioridad para las familias es la salud más que la educación. 

¿Cómo están aportando en esta pandemia?

Cómo contribuir en este momento para superar esta situación de pandemia desde los expertos que tenemos en la universidad, desde nuestros grupos de investigación. Es así como pusimos a disposición del país nuestros laboratorios y nuestros investigadores, pues ellos tienen la experticia en el diagnóstico del COVID-19; hemos destinado recursos para la adquisición de los insumos y adecuar los espacios para los investigadores.

Un ejemplo...

En la clínica que tenemos con Compensar, Los Cobos Medical Center, adecuamos un espacio para que allí lleguen las muestras y las podamos desactivar, y luego llevarlas al laboratorio para poder hacer el diagnóstico. Esa ha sido una gran inversión que hemos   desde la Universidad y el trabajo para priorizar los procesos de investigación de la universidad. Ganamos la convocatoria de Colciencias, precisamente muchos de nuestros grupos de investigación están direccionados a dar solución de orden de salud pública, epidemiológica y desde las ciencias básicas a esta situación del COVID-19.

Con la emergencia ocasionada por el coronavirus, las universidades tuvieron que buscar estrategias y herramientas para darles continuidad a sus programas académicos en medio del confinamiento. La tecnología y la experiencia con las aulas virtuales han sido claves para que los estudiantes reciban clases e interactúen con los docentes y compañeros.

La Universidad El Bosque logró establecer una estrategia de continuidad académica que ha sido positiva. Son 13.000 estudiantes que están recibiendo clases de una forma remota con el acompañamiento de docentes y tutores. María Clara Rangel, rectora de la Universidad, en entrevista con El Espectador, habló de cómo han enfrentado la situación, los frentes que son fundamentales para seguir formando profesionales excelentes y los retos que presenta esta nueva situación en la vida académica.

Ustedes hicieron un balance de estas semanas con la educación remota. ¿Cuál es el resultado?

Por parte de los profesores, evidenciamos que algunos no estaban tan involucrados con el tema de las aulas virtuales, con las que trabajamos desde hace diez años, porque eran complemento para la educación presencial; entonces seguiremos capacitándolos para que logren hacer esta transición de forma adecuada. Con los estudiantes nos ha pasado que no logran concentrarse por completo en esta modalidad. Creíamos que por estar familiarizados con la tecnología sería más fácil. Esto ha llevado a los profesores a plantear nuevas metodologías y uso de herramientas para captar su atención. Otro reto que tenemos es poder asegurar que los estudiantes cuenten con equipos para sus clases. Estamos buscando alianzas con empresas de tecnología que los provean.

¿Cómo funcionan las clases?

La idea es que los calendarios académicos se respetarán. Los horarios siguen funcionando como venían. Sí hemos tenido un reto es con las prácticas profesionales, que se realizaban de forma presencial. Tuvimos que migrar a plataformas en las que los estudiantes apoyan al sector empresarial y gubernamental, como por ejemplo en temas de telemedicina y telepsicología. El Hub de Innovación, Educación, y Extensión, que nosotros habíamos estructurado, ha sido pertinente para el relacionamiento con estos sectores con los que se tiene la oportunidad de teletrabajar y continuar con las prácticas.

Ustedes están trabajando en varios frentes en tiempos de coronavirus. ¿De qué trata?

#ElBosqueEstáContigo es el plan de acción para hacerle frente a esta coyuntura mundial, que cuenta con cuatro frentes, los cuales contemplan: herramientas soportadas en TIC para dar continuidad al calendario académico a través de plataformas digitales y virtuales; amplia oferta de Bienestar Universitario enfocada en brindar herramientas para enfrentar el cambio de cotidianidad, determinado así por las medidas preventivas que ha decretado el Gobierno Nacional; acciones financieras, cuyo objetivo es alivianar la incertidumbre de la comunidad estudiantil y los padres de familia, y canales de atención virtuales para facilitar el proceso de admisión del próximo semestre.

Explíquenos un poco más la parte financiera.

Más que tomar medidas financieras directas, hemos trabajado fuertemente estas semanas para encontrar en el modelo diferentes escenarios. Hemos tratado de modelar todas las posibilidades, para entender el impacto que eso nos ocasionaría y de esta forma establecer estrategias tempranas de mitigación a esos posibles impactos, en un momento de incertidumbre en que sabemos que tendremos un revés, pero que no tenemos claro hasta dónde llegará. Ese es el primer paso y, a mi juicio, el más importante.

En cuanto a medidas directas, estamos estableciendo alivios económicos y apoyos financieros con el fin de poder ofrecer estas propuestas para que los aspirantes y estudiantes puedan seguir con sus estudios. Y el programa de becas con el que contamos. Aunque somos conscientes que el número de matrículas bajará porque en el mundo estamos viendo las dificultades y que la prioridad para las familias es la salud más que la educación. 

¿Cómo están aportando en esta pandemia?

Cómo contribuir en este momento para superar esta situación de pandemia desde los expertos que tenemos en la universidad, desde nuestros grupos de investigación. Es así como pusimos a disposición del país nuestros laboratorios y nuestros investigadores, pues ellos tienen la experticia en el diagnóstico del COVID-19; hemos destinado recursos para la adquisición de los insumos y adecuar los espacios para los investigadores.

Un ejemplo...

En la clínica que tenemos con Compensar, Los Cobos Medical Center, adecuamos un espacio para que allí lleguen las muestras y las podamos desactivar, y luego llevarlas al laboratorio para poder hacer el diagnóstico. Esa ha sido una gran inversión que hemos   desde la Universidad y el trabajo para priorizar los procesos de investigación de la universidad. Ganamos la convocatoria de Colciencias, precisamente muchos de nuestros grupos de investigación están direccionados a dar solución de orden de salud pública, epidemiológica y desde las ciencias básicas a esta situación del COVID-19.