La esperanza no envejece
Adultos mayores le ganan la batalla al COVID-19 en el Centro de Bienestar del Anciano San Pedro Claver, de la Beneficencia de Cundinamarca.
Nelson Sierra G. / Twitter: @NelsonSierra74
Andrea Hernández no pudo contener las lágrimas, porque en sus seis años como trabajadora social del Centro de Bienestar del Anciano San Pedro Claver, de la Beneficencia de Cundinamarca, era la primera vez que presenciaba una escena tan melancólica. Elsira, con voz entrecortada, le cantaba el Happy birthday número 68 a su padre Uriel Herrera, a casi 100 metros de distancia, mientras sostenía un chocolate y un caldo que le había llevado como regalo de cumpleaños una fría mañana de abril. Esa era una nueva medida de aislamiento que se había tomado en el hogar a causa del coronavirus.
Andrea Hernández no pudo contener las lágrimas, porque en sus seis años como trabajadora social del Centro de Bienestar del Anciano San Pedro Claver, de la Beneficencia de Cundinamarca, era la primera vez que presenciaba una escena tan melancólica. Elsira, con voz entrecortada, le cantaba el Happy birthday número 68 a su padre Uriel Herrera, a casi 100 metros de distancia, mientras sostenía un chocolate y un caldo que le había llevado como regalo de cumpleaños una fría mañana de abril. Esa era una nueva medida de aislamiento que se había tomado en el hogar a causa del coronavirus.