La medusa inmortal
Se enciende alarma en la biología marina: una especie que parece nunca morir se propaga por los océanos del mundo. En el futuro podría alterar los ecosistemas y extinguir seres vivos.
Redacción Vivir
Desde la década de los noventa, una medusa de origen caribeño sorprendió a los biólogos marinos como nunca antes lo había hecho otra especie. Los análisis y experimentos de laboratorio demostraban que el animal tenía la extraña facultad de volver a su estado primitivo luego de alcanzar su madurez, en una suerte de rejuvenecimiento que se repetía interminablemente como si se tratara de un ser inmortal.
No obstante, los investigadores no han podido establecer a ciencia cierta si se trata de un organismo destinado a nunca morir. Sin embargo, hasta ahora no han visto fallecer al primero de forma natural. Pero un reciente grito de alarma hace cuestionar a los expertos sobre el verdadero alcance de la Turritopsis Nutricola, como fue bautizada la especie. Maria Pia Miglietta, bióloga de la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos, y dedicada al análisis genético de esta longeva medusa, descubrió que a pesar de que su origen se hallaba en las aguas caribeñas, los animales se han expandido por todos los océanos en los últimos años y esta semana alertó al mundo de lo que esto significaría para el medio ambiente.
La profesora Miglietta ha ahondado en el estudio de la especie luego de identificar su presencia en los diversos puntos del planeta. Según sus análisis, el ADN de la T. Nutricola sufre transformaciones tan rápidas que puede adaptarse casi a cualquier ambiente. De hecho, basada en las muestras que ha escudriñado, identificó que en el Caribe, la medusa tiene ocho tentáculos, en el Mediterráneo entre 12 y 24, y en los mares de Japón 14. La pruebas también han demostrado que puede vivir en cualquier tipo de aguas: saladas, cálidas, gélidas y dulces.
Lo que preocupa a científicos como Miglietta es que por las condiciones biológicas de este tipo de medusa, que ya ha dado muestras de su poder expansivo en poco más de una década, pueda presentarse una propagación masiva de estos organismos. Esto llevaría consigo a un desequilibrio en los ecosistemas marinos y las consecuencias podrían ser devastadoras para otras especies.
Mientras tanto, otro sector de la investigación no descansa tratando de hallar la clave genética de la eterna juventud y hay quienes incluso ya se atreven a vaticinar un futuro con tratamientos de rejuvenecimiento vanguardistas, que podrían estar basados en la increíble capacidad de regeneración de esta medusa, lo que prácticamente equivaldría a encontrar una mina de oro.
Desde la década de los noventa, una medusa de origen caribeño sorprendió a los biólogos marinos como nunca antes lo había hecho otra especie. Los análisis y experimentos de laboratorio demostraban que el animal tenía la extraña facultad de volver a su estado primitivo luego de alcanzar su madurez, en una suerte de rejuvenecimiento que se repetía interminablemente como si se tratara de un ser inmortal.
No obstante, los investigadores no han podido establecer a ciencia cierta si se trata de un organismo destinado a nunca morir. Sin embargo, hasta ahora no han visto fallecer al primero de forma natural. Pero un reciente grito de alarma hace cuestionar a los expertos sobre el verdadero alcance de la Turritopsis Nutricola, como fue bautizada la especie. Maria Pia Miglietta, bióloga de la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos, y dedicada al análisis genético de esta longeva medusa, descubrió que a pesar de que su origen se hallaba en las aguas caribeñas, los animales se han expandido por todos los océanos en los últimos años y esta semana alertó al mundo de lo que esto significaría para el medio ambiente.
La profesora Miglietta ha ahondado en el estudio de la especie luego de identificar su presencia en los diversos puntos del planeta. Según sus análisis, el ADN de la T. Nutricola sufre transformaciones tan rápidas que puede adaptarse casi a cualquier ambiente. De hecho, basada en las muestras que ha escudriñado, identificó que en el Caribe, la medusa tiene ocho tentáculos, en el Mediterráneo entre 12 y 24, y en los mares de Japón 14. La pruebas también han demostrado que puede vivir en cualquier tipo de aguas: saladas, cálidas, gélidas y dulces.
Lo que preocupa a científicos como Miglietta es que por las condiciones biológicas de este tipo de medusa, que ya ha dado muestras de su poder expansivo en poco más de una década, pueda presentarse una propagación masiva de estos organismos. Esto llevaría consigo a un desequilibrio en los ecosistemas marinos y las consecuencias podrían ser devastadoras para otras especies.
Mientras tanto, otro sector de la investigación no descansa tratando de hallar la clave genética de la eterna juventud y hay quienes incluso ya se atreven a vaticinar un futuro con tratamientos de rejuvenecimiento vanguardistas, que podrían estar basados en la increíble capacidad de regeneración de esta medusa, lo que prácticamente equivaldría a encontrar una mina de oro.