Mujeres, educación y movilidad social
La lideresa social Mayerlis Angarita ganó el premio internacional “Mujeres de Coraje” gracias a su capacidad de resiliencia y amor por la vida y la paz.
José Consuegra Bolívar*
Anualmente, el gobierno de Estados Unidos homenajea a mujeres que con su liderazgo y valentía luchan por el reconocimiento y respeto de sus derechos a través del premio internacional “Mujeres de Coraje”, dentro de la conmemoración de su día de reconocimiento internacional.
Este año, junto con otras 12 mujeres de distintos países, le fue concedido este premio a la lideresa social colombiana Mayerlis Angarita, oriunda de San Juan Nepomuceno, cuya capacidad de resiliencia y amor por la vida y la paz la llevó a organizar el colectivo femenino Narrar para vivir, integrado por 800 víctimas de violencia, desplazamiento y despojo de tierras dentro del conflicto armado, quienes a través de la narración de sus historias de dolor y labor comunitaria han enfrentado su crítica situación, cerrando heridas, superando odios, sobreponiéndose a la exclusión e incluso propiciando cambios en su entorno social.
Esta organización es ejemplo de trabajo por los derechos humanos y la construcción de una sociedad en paz. Hace tres años, Mayerlis fue destacada con el Premio de Mujeres Anne Klein, en Alemania.
Con la certeza de que el único método viable para enfrentar a los actores ilegales lo constituye la legalidad constitucional decidió educarse en las ciencias jurídicas. Se graduó como abogada en la Universidad Simón Bolívar y sus estudios los realizó con mucho esfuerzo, logrando siempre resultados de excelencia. A tono con su compromiso de formación permanente, actualmente cursa la especialización en criminalística y psicología forense aplicada en dicha alma máter.
“Quien tiene el conocimiento tiene el poder de modular su vida y su entorno, soy resultado de la capacidad transformadora de la educación. Ahora que soy abogada dedico mis conocimientos y experiencia para apoyar a mi comunidad”, asegura.
La educación cambia realidades y apalanca la movilidad social. En el artículo “Mujeres en la educación: desigualdades sociales más allá del género”, Claudia Bibiana Ruiz afirma que la educación superior “es una forma de desarrollo, puesto que supone traerá mayor oportunidad laboral, competitividad, equidad, igualdad y flexibilidad de la economía”.
En el informe “Mujeres en la educación superior: ¿la ventaja femenina ha puesto fin a las desigualdades de género?”, de marzo pasado, la Unesco-Iesalc describen el ascenso en los niveles educativos de las mujeres en países industrializados que les ha permitido superar a los hombres en el nivel de educación superior.
(Lea también: AudacIA, el nuevo centro de inteligencia artificial y robótica de Unisimón)
Mayerlis reconoce que gracias a la formación universitaria puede impactar de mejor manera en las problemáticas que atropellan a las familias montemarianas desposeídas y marginadas.
La lideresa representó a las asociaciones de víctimas en la Instancia Especial para el Enfoque de Género, participantes en el diseño de los proyectos de ley para la implementación del Acuerdo de Paz y fue delegada de la sociedad civil y de organizaciones de mujeres en las negociaciones de paz en La Habana.
A su juicio, el reciente reconocimiento no recae sobre ella individualmente, sino que abarca a todas las mujeres comprometidas con la lucha por sus derechos, por la inclusión social, la equidad y en contra de la violencia, el desplazamiento forzado y la pobreza extrema. Además, las que están promoviendo el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades afectadas por la violencia derivada del narcotráfico y la minería ilegal.
Loa a Mayerlis porque su vida, su coraje y su respuesta ante la adversidad son un verdadero ejemplo para la juventud colombiana.
*Rector de la Universidad Simón Bolívar.
Anualmente, el gobierno de Estados Unidos homenajea a mujeres que con su liderazgo y valentía luchan por el reconocimiento y respeto de sus derechos a través del premio internacional “Mujeres de Coraje”, dentro de la conmemoración de su día de reconocimiento internacional.
Este año, junto con otras 12 mujeres de distintos países, le fue concedido este premio a la lideresa social colombiana Mayerlis Angarita, oriunda de San Juan Nepomuceno, cuya capacidad de resiliencia y amor por la vida y la paz la llevó a organizar el colectivo femenino Narrar para vivir, integrado por 800 víctimas de violencia, desplazamiento y despojo de tierras dentro del conflicto armado, quienes a través de la narración de sus historias de dolor y labor comunitaria han enfrentado su crítica situación, cerrando heridas, superando odios, sobreponiéndose a la exclusión e incluso propiciando cambios en su entorno social.
Esta organización es ejemplo de trabajo por los derechos humanos y la construcción de una sociedad en paz. Hace tres años, Mayerlis fue destacada con el Premio de Mujeres Anne Klein, en Alemania.
Con la certeza de que el único método viable para enfrentar a los actores ilegales lo constituye la legalidad constitucional decidió educarse en las ciencias jurídicas. Se graduó como abogada en la Universidad Simón Bolívar y sus estudios los realizó con mucho esfuerzo, logrando siempre resultados de excelencia. A tono con su compromiso de formación permanente, actualmente cursa la especialización en criminalística y psicología forense aplicada en dicha alma máter.
“Quien tiene el conocimiento tiene el poder de modular su vida y su entorno, soy resultado de la capacidad transformadora de la educación. Ahora que soy abogada dedico mis conocimientos y experiencia para apoyar a mi comunidad”, asegura.
La educación cambia realidades y apalanca la movilidad social. En el artículo “Mujeres en la educación: desigualdades sociales más allá del género”, Claudia Bibiana Ruiz afirma que la educación superior “es una forma de desarrollo, puesto que supone traerá mayor oportunidad laboral, competitividad, equidad, igualdad y flexibilidad de la economía”.
En el informe “Mujeres en la educación superior: ¿la ventaja femenina ha puesto fin a las desigualdades de género?”, de marzo pasado, la Unesco-Iesalc describen el ascenso en los niveles educativos de las mujeres en países industrializados que les ha permitido superar a los hombres en el nivel de educación superior.
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Mayerlis reconoce que gracias a la formación universitaria puede impactar de mejor manera en las problemáticas que atropellan a las familias montemarianas desposeídas y marginadas.
La lideresa representó a las asociaciones de víctimas en la Instancia Especial para el Enfoque de Género, participantes en el diseño de los proyectos de ley para la implementación del Acuerdo de Paz y fue delegada de la sociedad civil y de organizaciones de mujeres en las negociaciones de paz en La Habana.
A su juicio, el reciente reconocimiento no recae sobre ella individualmente, sino que abarca a todas las mujeres comprometidas con la lucha por sus derechos, por la inclusión social, la equidad y en contra de la violencia, el desplazamiento forzado y la pobreza extrema. Además, las que están promoviendo el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades afectadas por la violencia derivada del narcotráfico y la minería ilegal.
Loa a Mayerlis porque su vida, su coraje y su respuesta ante la adversidad son un verdadero ejemplo para la juventud colombiana.
*Rector de la Universidad Simón Bolívar.