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Hace ocho años Italia se convirtió en el primer país del mundo en crear una especie de barómetro con todos los datos imaginables sobre el comportamiento de la diabetes entre sus habitantes. Gracias a esta valiosa información, que se consolidó en un moderno software, se abrieron más de 300 centros hospitalarios dedicados exclusivamente al tratamiento de la enfermedad. Ahora Colombia busca seguir sus pasos y ser pionero en América Latina al abrir el primer observatorio para el estudio de este mal crónico que afecta a más de dos millones y medio de colombianos. Teresa Tono, médica egresada de la Universidad Javeriana, será la encargada de consolidar con éxito esta ambiciosa iniciativa.
Con un presupuesto inicial de $150 millones y después de siete largos meses de trabajo, el pasado viernes se anunció en Medellín la puesta en marcha del Observatorio de Diabetes de Colombia (ODC). La Organización para la Excelencia de la Salud y la compañía farmacéutica danesa Novo Nordisk son las entidades detrás de esta idea que ha contado con el acompañamiento del Ministerio de Salud.
Para empezar, lo que se busca es actualizar las estadísticas y poder contar con información confiable sobre el impacto de la enfermedad entre la población. También se pretende hacer un control de las entidades que están realizando con éxito los diagnósticos y tratamientos para replicar sus modelos. Al igual que en Italia, se segmentarán los datos según las regiones, las edades, el sexo y las condiciones socioeconómicas. Pero, además, se publicarán unas tablas con los valores estándares de la glucosa para que el paciente se guíe y no se equivoque en su dosis de insulina.
Antonio Nicolucci, uno de los médicos que participaron en la creación del observatorio en Italia, explica que “se trata de una herramienta muy útil, ya que con la información recolectada se podrán conocer y aplicar los casos más exitosos y, por consiguiente, mejorar la atención que brindan los hospitales y las EPS”. Otro de los aspectos a los que le apunta con fuerza este proyecto, y que resulta fundamental para disminuir los índices de la enfermedad, es la prevención.
El 61% de los colombianos sufren de sobrepeso, uno de los principales desencadenantes de la diabetes, y sólo el 40% practica alguna actividad física con periodicidad, según el Ministerio de Salud. Estas cifras evidencian la importancia de crear programas atractivos que fomenten los hábitos de vida saludable y que no se queden únicamente en las grandes ciudades, sino que trasciendan a las zonas rurales y municipios más apartados del país. Para lograrlo, el observatorio incluirá en su portal de internet recomendaciones nutricionales.
“La diabetes es una enfermedad que está creciendo y permeando cada vez con más fuerza la sociedad y hay que tomar medidas urgentes para evitar una posible pandemia”. Con estas palabras, un tanto alarmistas, Teresa Tono quiere hacer énfasis en la importancia del proyecto que desde hace dos días se encuentra en sus manos y que no solamente estará dirigido a los pacientes. Médicos y enfermeras de todos los rincones de Colombia podrán consultar las investigaciones más recientes y los últimos desarrollos tecnológicos para su tratamiento. Actualmente, por ejemplo, la apuesta de los grandes laboratorios es desarrollar un dispositivo que permita aplicarse la insulina sin necesidad de inyectarla, pues la aguja resulta aterradora para muchos de los pacientes.
Paralelo al diseño del observatorio se realizó una interesante encuesta para establecer qué tanto sabían los ciudadanos de la diabetes. Y los resultados son contradictorios. Mientras dos de cada tres personas creen equivocadamente que la diabetes es una enfermedad curable, el 31% de los que la padecen no saben si nacieron con ella o la desarrollaron con el tiempo y 54% de quienes cumplen todos los factores de riesgo para adquirirla consideran que no es probable que esto suceda; el 97% dijo conocerla.
Juan Gabriel Cendales, médico internista y director científico de Novo Nordisk, concluyó que la mayoría de la población está desinformada. “Se calcula que en el país hay 2’609.000 personas diabéticas, lo que representa el 6% de la población, pero solamente la mitad ha sido diagnosticada”. Además, cuenta, se han tejido muchos mitos alrededor de la enfermedad. Dos de los más populares es creer que puede tratarse cocinando una pepa de aguacate y tomándose el agua que suelta o evitando la insulina porque puede dejarlos ciegos.
Otro de los problemas, según Cendales, quien por mucho tiempo formó parte del equipo médico de la Clínica Fundación Santa Fe, es lo tarde que se está diagnosticando la enfermedad. Lamentablemente, muchos colombianos están recibiendo la noticia de que son diabéticos diez años después de haberla desarrollado y esto hace todavía más difícil su tratamiento. No sólo deben cambiar drásticamente sus hábitos de vida, sino que están propensos a complicaciones y destinados a tener que inyectarse por siempre insulina. Si se la hubieran detectado a tiempo, tendrían la opción de que sólo les formularan pastillas.
En diciembre estará terminada por completo la página de internet del observatorio, en la que pacientes y médicos podrán navegar para consultar desde información básica de la diabetes hasta tratamientos revolucionarios, y para 2014 se esperan recoger los primeros resultados y medir el impacto que ha tenido la iniciativa.
Teresa Tono confiesa algo ansiosa que su gran desafío es poder conocer a fondo la problemática en todos los rincones del país y conseguir que todas las personas con diabetes, tanto las que pertenecen al régimen contributivo como al subsidiado, puedan obtener los mismos beneficios y garantizar una calidad de vida. Precisamente en este momento está adelantando encuentros, foros y charlas educativas con las principales EPS para alcanzar este propósito.
No será fácil. Al igual que sucedió en Italia, se trata de un proceso que requiere varios años para que se perciba su impacto. Sin embargo, el primer paso ya se dio y se espera que muy pronto los más de dos millones y medio de colombianos con diabetes comiencen a recibir los beneficios.