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De acuerdo con las autoridades sanitarias de Bogotá, en la ciudad hay 903.573 perros de los cuales unos 90.000 son callejeros. Lo delicado del tema es que no solo los que son considerados canes abandonados vagan por las calles, también aquellos que tienen propietario reconocido, pero que no cuidan de su mascota.
El Distrito calculó que de cada 100 perros que tienen vivienda en Bogotá, 38 deambulan por la calle. La situación se presenta porque los dueños sacan a sus perros de la casa para que busquen la comida en la calle o los dejan vagar durante el día y solo los cobijan en sus viviendas en la noche.
Los últimos datos estimados, con base en cálculos del Distrito, el dato estimado es de los 90.000 vagan por las localidades de Kennedy con 16.000, Usme con 15.000, Suba con 12.000, Engativá con 10.000 y Ciudad Bolívar con 7.000.
La situación no es exclusiva de Bogotá; en Colombia, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud, en 2021 cerca de un millón de animales domésticos se encontraban en situación de abandono.
Los meses en los que más se presenta el abandono de mascotas es enero, cuando los perros se convierten en el regalo más común para niños y otras personas, que no están en capacidad de cuidar de un animal de compañía o tampoco lo quieren.
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Una reciente investigación de National Geographic encontró que en todo el mundo hay hasta 300 millones de perros callejeros; solo en la India hay 30 millones y por eso allí se han convertido en un asunto de salud pública, pues muchos resultan enfermos de rabia y se les ve como una amenaza, por lo que terminan asesinados de maneras violentas. Los defensores de animales han lanzado una alerta para ese país y muchos otros en el mundo en donde el problema crece.
¿Son un peligro los perros callejeros? Expertos señalan que no; el lío comienza cuando hay una mala relación con los humanos. Un canino abandonado lo pasa muy mal: no tiene comida, está a merced del clima, se enferma y es blanco del maltrato humano. A los refugios caninos llegan muchos perros atropellados o lastimados.
Día Internacional del perro callejero
Cada 27 de julio se conmemora el Día Internacional del Perro Callejero con el objetivo de generar conciencia sobre la cantidad de perros que se encuentran en la calles.
Este día fue instaurado en el 2008 por Ignacio Gac, un joven de Santiago de Chile, estudiante de periodismo. Escogió esta fecha porque julio es el mes más frío y lluvioso de su ciudad y los perros callejeros sufren ante las inclemencias del clima. Así mismo, propuso la adopción de estos animales como una manera de reducir la cantidad de perros en las calles.
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De acuerdo con estudios, las principales razones por las que un perro termina en la calle es por una tenencia irresponsable: sus dueños los sacan sin correa y sin supervisión. Muchos acaban deambulando. Con un agravante, la mayoría de estos canes no ha sido esterilizada y tienen camadas de hasta 12 cachorros que corren su misma suerte: el abandono.
La segunda razón son las compras impulsivas: un perro es un compromiso de 10 a 15 años y no todas las personas lo saben al comprar la mascota. El abandono, según centros de veterinaria, se da porque los perros crecen, se vuelven inquietos, crecen mucho, envejecen y enferman o sus dueños ya no están en la capacidad económica de tenerlos.
Quien quiera tener un perro o un gato, explican los expertos, debe tener en cuenta varias cosas: los animales necesitan alimento, vacunas y cuidado médico, algo que requiere un inversión de dinero. También requieren educación, atención y tiempo. “Debe ser consciente de que su compañía no es sólo por unos meses. Un perro o un gato están como mínimo diez años con sus dueños”, dicen organizaciones que promueven la adopción.
¿Qué hago si encuentro un animal abandonado?
Observar. Antes de rescatarlo hay que mirar su comportamiento para no ponerlo en peligro. Muchos tienen miedo y huyen o reaccionan de manera violenta.
Revisar si tiene chip. Si es así lo puede llevar a un CAI para que busquen a sus dueños. Si hay antecedentes del maltrato el chip ayuda para buscarle otro hogar.
Informar a las instituciones especializadas. Hay instituciones en cada ciudad como el Instituto de Protección y Bienestar Animal que acuden a los llamados. También hay varios refugios que los recogen.
Tenerlo un tiempo. A muchos les proponen quedarse un tiempo con el animal, el Instituto de Protección Animal cubre la parte médica y el alimento durante el tiempo que lo conserven. Si no puede conservarlo acuda a las redes ciudadanas que también le ayudan a buscar un hogar de paso mientras lo ubican definitivamente.
Adopta sin llevar a casa. Existe un programa en el que la gente puede apadrinar a un animal. Lo llevan a una guardería y cubren los gastos básicos de la mascota.