¿Por qué Colombia necesita cada vez más profesionales en estadística?
El decano de la facultad de Estadística de la Universidad Santo Tomás, Andrés Felipe Ortiz, y sus egresados, Robert Romero y Natalia Arteaga, comparten sus reflexiones sobre cómo este campo académico les ha cambiado la vida y su contribución para mejorar el país desde su disciplina.
Con el pasar del tiempo y el avance acelerado de la tecnología queda cada vez más en evidencia la importancia de los datos para entender las distintas realidades del mundo. Desde cómo funcionan las redes sociales, hasta, en medio de la coyuntura, determinar qué decisiones tomar en una ciudad donde los contagios de Covid-19 están disparados, o cuántas vacunas se necesitan dependiendo de la cantidad de personas que habitan un territorio.
En resumidas cuentas, el mundo está lleno de datos, pero los datos deben ser analizados para que cobren sentido en una sociedad llena de conflictos que necesitan ser solucionados y atacados de manera adecuada. Precisamente, este es el papel que juega la estadística, la ciencia que cada vez toma más fuerza desde diferentes campos.
Así lo explica el decano de la facultad de Estadística de la Universidad Santo Tomás, Andrés Felipe Ortiz, quien, entre otras cosas, explica por qué un profesional en este campo es tan apetecido en Colombia por estos tiempos y su importancia durante la emergencia sanitaria.
“Cada vez el mercado necesita más gente con ciertas bases que puedan ayudar en los procesos de toma de decisiones a partir del análisis de información. No sé dónde van a terminar trabajando mis egresados, pero es todo un reto tratar de aproximarme a qué es lo que necesitan, hacia dónde van y qué necesita el país de nosotros. Los egresados de estadística ayudan a disminuir las tasas de desempleo porque se ubican muy rápido laboralmente en el país. Particularmente, durante la pandemia el papel de la estadística ha sido clave para que los países sepan focalizar ayudas, ya que se necesitan personas preparadas en saber por qué focalizar y a quién focalizar, a partir de los datos. En el sector de la salud, nuestros análisis contribuyen en alertar el número de muertes, contagios, vacunación, priorización, tiempo, regiones donde debe haber mayor focalización en temas de vacunas o cuidarnos más con políticas restrictivas”.
Por su parte, Robert Romero, egresado y ahora docente de la facultad de Estadística de la Santo Tomás, explica que, en términos generales, los profesionales en estadística tienen la responsabilidad de analizar la información existente en el mundo y convertirla en respuestas que permitan entender por qué están sucediendo las cosas, qué hay detrás de ellas y qué está impactando, para tratar de determinar qué deberían hacer, por ejemplo, las instituciones para que su labor mejore cada vez más las necesidades de las personas.
“Los datos están en todo lado y mi responsabilidad como estadístico es generar información, conocimiento y valor a partir de esos datos. Y es que los datos son el petróleo del siglo XXI y los datos dan poder, pero también responsabilidades, que no solo están relacionadas con nuestra ética profesional, sino con la sociedad. En la medida en que yo pueda entender una situación, la puedo aconsejar u orientar en la toma de decisiones, y en esa medida se verá reflejado en el día a día”.
Romero, quien además de docente de la ‘Santoto’ trabaja como asesor estadístico de la Secretaría de Movilidad en la dirección de Inteligencia para la Movilidad y en el Ministerio de Transporte, tratando temas de gestión de información estadística, ejemplifica su argumento desde su labor. “Tener información de los viajes de Transmilenio, saber cómo las personas se están moviendo, dónde están tomando sus vehículos, y dónde se están bajando me permite analizar cómo planear de una mejor manera el servicio, con el fin de que las personas se demoren cinco minutos menos de su casa a su trabajo, algo que, aunque suene mínimo, es grande para nosotros porque estamos poniendo nuestro grano de arena para mejorar la calidad de vida de las personas. Nuestro trabajo como analistas es tomar toda la información y tratar de transformar el mundo en este sentido”, puntualizó.
Entendiendo la importancia de los profesionales en estadística, su rol en la sociedad y la alta demanda que solicita el mercado laboral, es clave también tener en cuenta por qué elegir a la Universidad Santo Tomás como la escuela formativa en este campo.
Para ello, Natalia Arteaga, egresada también de la facultad de Estadística de la institución, asegura que lo que más le llamó la atención de su universidad fue el desarrollo integral de la carrera desde diferentes aristas que nutren el universo de la estadística. “Cuando elegí la Universidad Santo Tomás, lo hice sin pensarlo dos veces, ya que promocionaba un tema enfocado a tres aplicaciones que eran: mercadeo, finanzas y economía. Mi formación allí me ha permitido siempre tener trabajo, incluso antes de graduarme, cuando inicié en temas de consultoría, luego pasé al sector público y ahora estoy en el privado. Todos los profesores me guiaron en el proceso, eran personas jóvenes y estaban muy cercanos a la realidad de lo que se necesitaba en temas de estadística y fue más fácil tomar decisiones en el tema. Sin duda, la planta docente es el mayor valor de la universidad”.
Escuchar las reflexiones de los egresados Robert y Natalia, para el decano Ortiz es un motivo de orgullo por su labor y la de la Universidad. Así lo expresa al asegurar que “el programa es muy responsable, que toma personas como Robert y Natalia y les cambia la vida, como me la cambió a mí la estadística. Aquí no mentimos, no se trata de que vengan a estudiar para incrementar las estadísticas, sino porque creemos que a partir de los que pueden venir aquí, podemos trabajar por un mejor país, utilizando lo que aprendemos no solo para ganar dinero, ubicarnos y ser felices, sino para cambiar nuestro país. Me lleno de orgullo que mis estudiantes como Robert han hecho de la estadística su modo de transformar el país y su estilo de vida. Sé que la estadística es el camino porque solo veo buenas noticias, cosas positivas, cariño por la facultad, sentido de responsabilidad y agradecimiento por este.”.
Por eso, como última reflexión hacia los aspirantes e interesados en la estadística, el decano de la facultad invita a investigar, buscar información sobre qué les gusta y buscar nuevos horizontes, “porque en esa búsqueda se está plasmando desde ya el pensamiento analítico, sin ustedes darse cuenta. Con el hecho de ir a buscar información sobre su programa, comparar tiempos, precios, los jóvenes están fortaleciendo su pensamiento analítico y en ese sentido están tomando decisiones a partir del análisis de datos, y si están haciendo ese proceso para seleccionar una carrera, es muy posible que Estadística sea su carrera ideal”.
Por su parte, el egresado y docente de la facultad, Robert Romero, en su rol de maestro, concluye que lo que trata de transmitirle a sus alumnos es pasión por lo que hacen. “Sé que muchas personas piensan que uno estudia estadística solo para ganar dinero, porque se gana bien, pero si tú haces lo que te apasiona, la plata viene como un valor añadido, porque lo que te llena de satisfacción no es ver tu cuenta al final del mes, sino los resultados de tu gestión y de tus análisis sobre la vida real, empoderados sobre acciones concretas que quieren cambiar la sociedad”.
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Con el pasar del tiempo y el avance acelerado de la tecnología queda cada vez más en evidencia la importancia de los datos para entender las distintas realidades del mundo. Desde cómo funcionan las redes sociales, hasta, en medio de la coyuntura, determinar qué decisiones tomar en una ciudad donde los contagios de Covid-19 están disparados, o cuántas vacunas se necesitan dependiendo de la cantidad de personas que habitan un territorio.
En resumidas cuentas, el mundo está lleno de datos, pero los datos deben ser analizados para que cobren sentido en una sociedad llena de conflictos que necesitan ser solucionados y atacados de manera adecuada. Precisamente, este es el papel que juega la estadística, la ciencia que cada vez toma más fuerza desde diferentes campos.
Así lo explica el decano de la facultad de Estadística de la Universidad Santo Tomás, Andrés Felipe Ortiz, quien, entre otras cosas, explica por qué un profesional en este campo es tan apetecido en Colombia por estos tiempos y su importancia durante la emergencia sanitaria.
“Cada vez el mercado necesita más gente con ciertas bases que puedan ayudar en los procesos de toma de decisiones a partir del análisis de información. No sé dónde van a terminar trabajando mis egresados, pero es todo un reto tratar de aproximarme a qué es lo que necesitan, hacia dónde van y qué necesita el país de nosotros. Los egresados de estadística ayudan a disminuir las tasas de desempleo porque se ubican muy rápido laboralmente en el país. Particularmente, durante la pandemia el papel de la estadística ha sido clave para que los países sepan focalizar ayudas, ya que se necesitan personas preparadas en saber por qué focalizar y a quién focalizar, a partir de los datos. En el sector de la salud, nuestros análisis contribuyen en alertar el número de muertes, contagios, vacunación, priorización, tiempo, regiones donde debe haber mayor focalización en temas de vacunas o cuidarnos más con políticas restrictivas”.
Por su parte, Robert Romero, egresado y ahora docente de la facultad de Estadística de la Santo Tomás, explica que, en términos generales, los profesionales en estadística tienen la responsabilidad de analizar la información existente en el mundo y convertirla en respuestas que permitan entender por qué están sucediendo las cosas, qué hay detrás de ellas y qué está impactando, para tratar de determinar qué deberían hacer, por ejemplo, las instituciones para que su labor mejore cada vez más las necesidades de las personas.
“Los datos están en todo lado y mi responsabilidad como estadístico es generar información, conocimiento y valor a partir de esos datos. Y es que los datos son el petróleo del siglo XXI y los datos dan poder, pero también responsabilidades, que no solo están relacionadas con nuestra ética profesional, sino con la sociedad. En la medida en que yo pueda entender una situación, la puedo aconsejar u orientar en la toma de decisiones, y en esa medida se verá reflejado en el día a día”.
Romero, quien además de docente de la ‘Santoto’ trabaja como asesor estadístico de la Secretaría de Movilidad en la dirección de Inteligencia para la Movilidad y en el Ministerio de Transporte, tratando temas de gestión de información estadística, ejemplifica su argumento desde su labor. “Tener información de los viajes de Transmilenio, saber cómo las personas se están moviendo, dónde están tomando sus vehículos, y dónde se están bajando me permite analizar cómo planear de una mejor manera el servicio, con el fin de que las personas se demoren cinco minutos menos de su casa a su trabajo, algo que, aunque suene mínimo, es grande para nosotros porque estamos poniendo nuestro grano de arena para mejorar la calidad de vida de las personas. Nuestro trabajo como analistas es tomar toda la información y tratar de transformar el mundo en este sentido”, puntualizó.
Entendiendo la importancia de los profesionales en estadística, su rol en la sociedad y la alta demanda que solicita el mercado laboral, es clave también tener en cuenta por qué elegir a la Universidad Santo Tomás como la escuela formativa en este campo.
Para ello, Natalia Arteaga, egresada también de la facultad de Estadística de la institución, asegura que lo que más le llamó la atención de su universidad fue el desarrollo integral de la carrera desde diferentes aristas que nutren el universo de la estadística. “Cuando elegí la Universidad Santo Tomás, lo hice sin pensarlo dos veces, ya que promocionaba un tema enfocado a tres aplicaciones que eran: mercadeo, finanzas y economía. Mi formación allí me ha permitido siempre tener trabajo, incluso antes de graduarme, cuando inicié en temas de consultoría, luego pasé al sector público y ahora estoy en el privado. Todos los profesores me guiaron en el proceso, eran personas jóvenes y estaban muy cercanos a la realidad de lo que se necesitaba en temas de estadística y fue más fácil tomar decisiones en el tema. Sin duda, la planta docente es el mayor valor de la universidad”.
Escuchar las reflexiones de los egresados Robert y Natalia, para el decano Ortiz es un motivo de orgullo por su labor y la de la Universidad. Así lo expresa al asegurar que “el programa es muy responsable, que toma personas como Robert y Natalia y les cambia la vida, como me la cambió a mí la estadística. Aquí no mentimos, no se trata de que vengan a estudiar para incrementar las estadísticas, sino porque creemos que a partir de los que pueden venir aquí, podemos trabajar por un mejor país, utilizando lo que aprendemos no solo para ganar dinero, ubicarnos y ser felices, sino para cambiar nuestro país. Me lleno de orgullo que mis estudiantes como Robert han hecho de la estadística su modo de transformar el país y su estilo de vida. Sé que la estadística es el camino porque solo veo buenas noticias, cosas positivas, cariño por la facultad, sentido de responsabilidad y agradecimiento por este.”.
Por eso, como última reflexión hacia los aspirantes e interesados en la estadística, el decano de la facultad invita a investigar, buscar información sobre qué les gusta y buscar nuevos horizontes, “porque en esa búsqueda se está plasmando desde ya el pensamiento analítico, sin ustedes darse cuenta. Con el hecho de ir a buscar información sobre su programa, comparar tiempos, precios, los jóvenes están fortaleciendo su pensamiento analítico y en ese sentido están tomando decisiones a partir del análisis de datos, y si están haciendo ese proceso para seleccionar una carrera, es muy posible que Estadística sea su carrera ideal”.
Por su parte, el egresado y docente de la facultad, Robert Romero, en su rol de maestro, concluye que lo que trata de transmitirle a sus alumnos es pasión por lo que hacen. “Sé que muchas personas piensan que uno estudia estadística solo para ganar dinero, porque se gana bien, pero si tú haces lo que te apasiona, la plata viene como un valor añadido, porque lo que te llena de satisfacción no es ver tu cuenta al final del mes, sino los resultados de tu gestión y de tus análisis sobre la vida real, empoderados sobre acciones concretas que quieren cambiar la sociedad”.
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