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“Por años ir al odontólogo ha generado miedo en las personas, naturalmente porque lo asocian con el dolor. Ahora súmele que le tienen miedo a contagiarse del coronavirus”, esas son las palabras del doctor Francisco Pereira Manrique, director del Área Psicosocial de la Facultad de Odontología de la Universidad El Bosque, quien hace un llamado para que las personas cuiden su salud dental y dejen el miedo a un lado y puedan prevenir enfermedades complejas.
Y es que, a partir de la declaración de la cuarentena nacional en Colombia el 25 de marzo del 2020 a causa del brote del coronavirus en el país, los servicios de atención en salud oral fueron suspendidos en todo el territorio nacional y solo se permitió la atención de urgencias dentales. Durante ese tiempo, según un estudio realizado entre la Federación Odontológica Colombiana y la Universidad de Antioquia, solo el 18,66 % de los encuestados atendió urgencias mientras que el 79,01 % detuvo completamente su actividad clínica presencial.
Además, solamente el 35,08 % atendió urgencias antes del 4 de mayo y el 36,51 % de los encuestados inició atención clínica de urgencias después del 14 de mayo del 2020. Casi el 60% de los encuestados detuvo su consulta clínica presencial antes de decretarse la cuarentena y los restantes cuando se decretó la cuarentena o poco después. “Estos resultados nos revelan el gran impacto en los pacientes quienes detuvieron sus tratamientos como ortodoncia o consultas anuales en las que se podía identificar a tiempo alguna enfermedad o anomalía”, dice Maria Fernanda Atuesta, presidente de la Federación Odontológica Colombiana.
En las consultas al odontólogo, los profesionales de la salud mantienen la salud bucal y pueden identificar desde enfermedades periodontales hasta un cáncer en la boca. De ahí la importancia de ir al odontólogo y fomentar el autocuidado. En palabras de Alejandro Perdomo, docente de la Facultad de Odontología de la Universidad El Bosque, “la prevención es la mejor opción para el cuidado de la salud y más en este tiempo en el que el cuidado está en las manos de las personas, pero tiene un componente familiar muy importante. Son los padres los que generan el hábito en la cotidianidad del cepillado en los niños pequeños, la familia es trascendental en el cuidado dental diario de adultos mayores con alta fragilidad y de las personas enfermas que tienen algún grado de inmovilidad o no tienen habilidades físicas. Visitar a su odontólogo de confianza debe ser una prioridad”.
Pero, en Colombia, no existe esa cultura de prevención en el cuidado dental, sino que en la realidad lo que se ve es que buscan al odontólogo cuando presentan un dolor y ya tienen una enfermedad que puede comprometer las piezas dentales, que posiblemente si se hubiera tratado a tiempo el manejo sería diferente. Esta prevención se da más en personas de estratos altos o con un mayor poder adquisitivo. “Pero en las comunidades más vulnerables la realidad es otra, pues muchos no cuentan ni siquiera con agua potable. Por eso en la sonrisa se puede entender la realidad social de Colombia”, señala el doctor Francisco Pereira.
Una realidad que con la pandemia no dejó duda que las brechas sociales, los hábitos de cuidado y el acceso a servicios básicos tiene efectos diferenciales por condición socio económica en la salud bucodental. Porque si bien, como lo explica el doctor Alejandro Perdomo, “la mayoría de colombianos están afiliados al sistema de salud, pero por las demoras en agendamientos y barreras de acceso económicas, geográficas y administrativas, no van al odontólogo o lo postergan. Además, otro factor que influye es la pobreza y la exclusión, que en esos estratos socioeconómicos bajos se pone en la balanza cuidarse la salud bucal con el estómago lleno o con hambre”.
El cuidado de la salud bucal va desde el cepillado hasta los hábitos alimenticios. Según Martin Vázquez medico endocrinólogo, “el alto consumo de alimentos procesados está aumentando la malnutrición y la obesidad, y los alimentos con demasiado azúcar propician las caries que es la primera enfermedad dental en los colombianos y la puerta a más patologías”. Patologías como absceso dental, inflamación o pus alrededor de un diente, dientes rotos o dañados, problemas para masticar, cambios de posición de los dientes hasta la pérdida de las piezas dentales.
Para evitar esto, la prevención es la clave y un primer paso es el cepillado de dientes el énfasis en el tema radica en hacerlo de una forma correcta, en palabras del docente Francisco Pereira “con el cepillado se remueve de una forma mecánica los residuos de alimentos y bacterias que quedan en la boca y las que son responsables de generar enfermedades que en escenarios complejos pueden llevar a la pérdida de piezas dentales y enfermedad de alta gravedad. Por eso hacer de esto un hábito divertido es tarea de todos y es ver además esa salud oral de una forma integral en donde la higiene, los buenos hábitos y la visita al odontólogo son los mejores aliados”.
Como el temor para visitar al odontólogo en este tiempo es el contagio, el llamado es para que las personas sigan con los cuidados y los protocolos de bio seguridad y visiten a su doctor de confianza. “Todos tenemos el riesgo de contagiarnos, pero cumplimos con los protocolos que el Ministerio de Salud proporciona y ese es un parte de seguridad para los pacientes ya sea que vayan a su Eps o particular y poder seguir con los controles y su cuidado de la salud dental”, dice Maria Fernanda Atuesta.
En la encuesta, los refirieron que la infección de la COVID-19 es un riesgo para ellos (69,96%), mayor que ir al supermercado (58,98%). Sin embargo, el 64,32% dijo tener confianza en que no se contagiará por COVID-19 durante la actividad clínica. Lo que sugiere que, aunque los odontólogos en Colombia están conscientes del riesgo de contagio del virus SARS-CoV-2, son optimistas en que no van a contagiarse en sus consultas.
Estos resultados pueden deberse a características culturales o también a la confianza que genera la alta adherencia a el seguimiento de protocolos de bioseguridad encontrada y al uso de EPP por los odontólogos en Colombia. Además, como concluye el doctor Alejandro Perdomo, “desde la década de los 90 cuando empezó la pandemia del VIH SIDA, los profesionales de la salud, tomaron medidas de cuidado que hasta hoy se mantienen. De alguna forma ya veníamos preparados para esta pandemia”.