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                                                                                                                                  Steve no ha muerto

                                                                                                                                  La influencia de Steve Jobs se extiende desde la misma concepción de los computadores hasta la forma como consumimos entretenimiento hoy. Una vida que cambió la vida.

                                                                                                                                  Santiago La Rotta

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  “Apple no es una corporación, sino más bien un acontecimiento, como Woodstock”. Las palabras son de una de las primeras publicistas de la empresa y entrañan una gran verdad. Si se ha de mirar la línea de tiempo de la historia de la humanidad, en uno de los grandes momentos el ícono que señala el acontecimiento es una manzana, una manzana sostenida por Steve Jobs (era Newton quien sostenía la fruta unos siglos antes).

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  Jobs era célebre por su atención al detalle. Algo que los consumidores perciben en sus productos como manufacturada perfección era, en el interior de la compañía, el resultado de muchas horas de trabajo con el genio rechazando ideas y prototipos en un tono muy distante de la amabilidad que siempre exhibió públicamente. En una entrevista de 1983 con Steven Levy, Jobs aseguró que “mi mejor contribución es no conformarme con algo que no sea realmente bueno en todos los aspectos. Mi trabajo es asegurar que todo sea maravilloso”.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  Claro, también está el talento de Ed Catmull (un físico que devino en cineasta) o el de los cientos de animadores de la compañía, pero lo cierto es que buena parte del éxito de Pixar se debe a una devoción por la herramienta, un desarrollo soberbio de una tecnología, lo que a su vez es la visión de Jobs: una idea como la extensión de un computador.

                                                                                                                                  El computador personal es hoy un requisito de la vida diaria, aún más después de la masificación de internet (de paso, Tim Berners Lee escribió el código para la World Wide Web, www, en uno de los computadores hechos por Next, la otra empresa que Jobs fundó al ser despedido de Apple). Pero la definición de computador es un asunto que hoy en día excede aquel de la máquina encima de un escritorio y eso, en la mayor extensión del fenómeno, se debe a Apple.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Después de un cáncer de páncreas, Steve Jobs introdujo el iPhone en 2007. Después de un trasplante de hígado, Steve Jobs introdujo el iPad en 2010. Ambos dispositivos abrieron el espectro de lo que significa la computación y lo que ésta, a su vez, significa en nuestras vidas. Apple pasó de ser un fabricante de computadores a una empresa que estaba rediseñando la relación hombre-máquina, y de paso el mercado mismo.

                                                                                                                                  Jobs era un hombre orgulloso. En 1997, Michael Dell (fundador de la empresa que lleva su apellido) aseguró que si él dirigiera Apple, lo primero que haría sería cerrar la compañía. En 2006, cuando Apple sobrepasó el margen de utilidades de Dell, Jobs escribió un correo a sus empleados felicitándolos y dijo, nueve años después: “Parece que Michael Dell no es tan bueno para predecir el futuro”.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  También era un hombre obsesionado con su labor. Cuando Apple abrió su primera tienda en Washington, Walter Mossberg, el columnista del Wall Street Journal, le dijo en forma de broma que si él mismo había supervisado el color de la madera en los mesones de la tienda. “Por supuesto que lo hice”, respondió Jobs.

                                                                                                                                  Steve Jobs era un hombre apasionado, cuyo trabajo no sólo produjo una serie de grandes productos, de entretenidos aparatos, sino que logró un fenómeno similar a lo ocurrido con la imprenta de Guttenberg o la bombilla de Edison. Suena exagerado, pero levante un iPod y ahí está él; compre una canción en línea y lo escuchará. Es un nuevo mundo y, como lo dijo un columnista de tecnología, todos vivimos en él.

                                                                                                                                  Presentar un producto: todo un espectáculo

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  “Voy a extrañar las keynotes”, escribió un usuario de Twitter esta semana, al saber que Steve Jobs había muerto. El twitero se refería a las presentaciones que Jobs hacía de sus productos, así llamadas en inglés.

                                                                                                                                  Además de un ejecutivo diestro, un innovador en un mundo de rápidos cambios, Jobs era un orador como pocos en el negocio, como pocos en el mundo. Desde hace años, sus stevenotes, como se conocen popularmente, son videos de culto para los seguidores de Apple.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  En ellos, el cofundador de la empresa logró mezclar un gran sentido de la teatralidad con buen humor y sarcasmo ocasional para ridiculizar a sus competidores, todo en favor del producto que lanzaba en el momento y que, para seguir manteniendo el aura de secreto que caracteriza a la empresa de Cupertino, solía estar debajo de un manto negro u oculto en el bolsillo de Jobs, como sucedió en la introducción del iPod mini.

                                                                                                                                  Un monitor hecho computador

                                                                                                                                  El iMac es uno de los momentos más gloriosos de Apple. Introducido al mercado en 1998, apenas un año después del regreso de Steve Jobs a la compañía que fundó, de la cual había sido despedido en 1985, provocó grandes cambios en la manufacturación de computadores.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Como primera medida, prescindía de una torre, ya que todo el hardware se encontraba al interior de la pantalla, lo que resulta no sólo visualmente atractivo sino de gran comodidad para los usuarios, pues eliminaba la caja como tal, así como los cables que salen de ella.

                                                                                                                                  Así mismo, fue el primer computador de la línea de Apple en eliminar una unidad para leer disquetes y, por primera vez en la industria, introdujo el puerto USB, que hoy en día es el estándar de conexión para dispositivos más popular del mundo.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  “Apple no es una corporación, sino más bien un acontecimiento, como Woodstock”. Las palabras son de una de las primeras publicistas de la empresa y entrañan una gran verdad. Si se ha de mirar la línea de tiempo de la historia de la humanidad, en uno de los grandes momentos el ícono que señala el acontecimiento es una manzana, una manzana sostenida por Steve Jobs (era Newton quien sostenía la fruta unos siglos antes).

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  Jobs era célebre por su atención al detalle. Algo que los consumidores perciben en sus productos como manufacturada perfección era, en el interior de la compañía, el resultado de muchas horas de trabajo con el genio rechazando ideas y prototipos en un tono muy distante de la amabilidad que siempre exhibió públicamente. En una entrevista de 1983 con Steven Levy, Jobs aseguró que “mi mejor contribución es no conformarme con algo que no sea realmente bueno en todos los aspectos. Mi trabajo es asegurar que todo sea maravilloso”.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  Claro, también está el talento de Ed Catmull (un físico que devino en cineasta) o el de los cientos de animadores de la compañía, pero lo cierto es que buena parte del éxito de Pixar se debe a una devoción por la herramienta, un desarrollo soberbio de una tecnología, lo que a su vez es la visión de Jobs: una idea como la extensión de un computador.

                                                                                                                                  El computador personal es hoy un requisito de la vida diaria, aún más después de la masificación de internet (de paso, Tim Berners Lee escribió el código para la World Wide Web, www, en uno de los computadores hechos por Next, la otra empresa que Jobs fundó al ser despedido de Apple). Pero la definición de computador es un asunto que hoy en día excede aquel de la máquina encima de un escritorio y eso, en la mayor extensión del fenómeno, se debe a Apple.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Después de un cáncer de páncreas, Steve Jobs introdujo el iPhone en 2007. Después de un trasplante de hígado, Steve Jobs introdujo el iPad en 2010. Ambos dispositivos abrieron el espectro de lo que significa la computación y lo que ésta, a su vez, significa en nuestras vidas. Apple pasó de ser un fabricante de computadores a una empresa que estaba rediseñando la relación hombre-máquina, y de paso el mercado mismo.

                                                                                                                                  Jobs era un hombre orgulloso. En 1997, Michael Dell (fundador de la empresa que lleva su apellido) aseguró que si él dirigiera Apple, lo primero que haría sería cerrar la compañía. En 2006, cuando Apple sobrepasó el margen de utilidades de Dell, Jobs escribió un correo a sus empleados felicitándolos y dijo, nueve años después: “Parece que Michael Dell no es tan bueno para predecir el futuro”.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  También era un hombre obsesionado con su labor. Cuando Apple abrió su primera tienda en Washington, Walter Mossberg, el columnista del Wall Street Journal, le dijo en forma de broma que si él mismo había supervisado el color de la madera en los mesones de la tienda. “Por supuesto que lo hice”, respondió Jobs.

                                                                                                                                  Steve Jobs era un hombre apasionado, cuyo trabajo no sólo produjo una serie de grandes productos, de entretenidos aparatos, sino que logró un fenómeno similar a lo ocurrido con la imprenta de Guttenberg o la bombilla de Edison. Suena exagerado, pero levante un iPod y ahí está él; compre una canción en línea y lo escuchará. Es un nuevo mundo y, como lo dijo un columnista de tecnología, todos vivimos en él.

                                                                                                                                  Presentar un producto: todo un espectáculo

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  “Voy a extrañar las keynotes”, escribió un usuario de Twitter esta semana, al saber que Steve Jobs había muerto. El twitero se refería a las presentaciones que Jobs hacía de sus productos, así llamadas en inglés.

                                                                                                                                  Además de un ejecutivo diestro, un innovador en un mundo de rápidos cambios, Jobs era un orador como pocos en el negocio, como pocos en el mundo. Desde hace años, sus stevenotes, como se conocen popularmente, son videos de culto para los seguidores de Apple.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  En ellos, el cofundador de la empresa logró mezclar un gran sentido de la teatralidad con buen humor y sarcasmo ocasional para ridiculizar a sus competidores, todo en favor del producto que lanzaba en el momento y que, para seguir manteniendo el aura de secreto que caracteriza a la empresa de Cupertino, solía estar debajo de un manto negro u oculto en el bolsillo de Jobs, como sucedió en la introducción del iPod mini.

                                                                                                                                  Un monitor hecho computador

                                                                                                                                  El iMac es uno de los momentos más gloriosos de Apple. Introducido al mercado en 1998, apenas un año después del regreso de Steve Jobs a la compañía que fundó, de la cual había sido despedido en 1985, provocó grandes cambios en la manufacturación de computadores.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Como primera medida, prescindía de una torre, ya que todo el hardware se encontraba al interior de la pantalla, lo que resulta no sólo visualmente atractivo sino de gran comodidad para los usuarios, pues eliminaba la caja como tal, así como los cables que salen de ella.

                                                                                                                                  Así mismo, fue el primer computador de la línea de Apple en eliminar una unidad para leer disquetes y, por primera vez en la industria, introdujo el puerto USB, que hoy en día es el estándar de conexión para dispositivos más popular del mundo.

                                                                                                                                  Por Santiago La Rotta

                                                                                                                                  Ver todas las noticias
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