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Es habitual que durante la temporada de fiestas de fin de año y las vacaciones se altere la rutina física y por tanto también se modifique la dieta alimenticia. Resulta casi inevitable no consumir varios alimentos que hacen parte de las costumbres de la época, sin embargo, en muchas ocasiones estos pueden afectar negativamente el estado de salud.
Pero ¿por qué se puede afectar el cuerpo durante las vacaciones? Según el médico Andrés Jagua, “los cambios en el patrón dietario que ocurren durante las festividades suelen perjudicar el funcionamiento del cuerpo por varios motivos: incremento en el aporte dietario de sal, mayor consumo de azúcar refinada, bajo consumo de fibra, mayor cantidad de proteínas animales y la alteración en el patrón de sueño y horarios de comidas por mencionar algunas”.
Aunque pareciera que al tratarse de alteraciones que son relativamente sencillas y temporales, estas modificaciones pueden conducir, con el paso de los años, al deterioro significativo del funcionamiento normal del cuerpo y el desarrollo de una enfermedad. Aunque todos los sistemas corporales pueden afectarse es importante tener en cuenta que con mayor frecuencia e impacto los que se ven afectados son los sistemas nervioso, digestivo, cardiovascular y endocrino-metabólico.
La modificación en el funcionamiento de estos sistemas es mucho mas compleja de lo que parece obvio, esto teniendo en cuenta que existen redes de comunicación e interacciones entre las células del cuerpo. Desde el punto de vista fisiológico es posible describir afectaciones en el ciclo circadiano que regula los ciclos sueño, vigilia y apetito-saciedad, velocidad metabólica, motilidad del tubo digestivo y estrés oxidativo en todo el cuerpo, siendo importante en el sistema cardiovascular.
El impacto de estas modificaciones es más importante en personas que padecen de enfermedades o susceptibilidades para su desarrollo. Mención especial merecen, por ejemplo, “las personas que padecen de hipertensión arterial, diabetes, enfermedad coronaria y colon irritable en quienes la alteración de la rutina durante las vacaciones, las fiestas decembrinas y año nuevo empeora la enfermedad”, explica Jagua quien, además, da algunos tips para retomar buenos hábitos alimenticios y actividad física.
1- Los primeros días comience poniendo el despertador unos 15 minutos antes de lo habitual para lograr empezar el día sin afanes ni retrasos, esto permitirá tomar algunos minutos para estar en la cama mientras es posible lograr un despertar completo.
2- Si retoma actividades laborales, conviene realizar durante los primeros días actividades familiares o con amigos, después de la jornada de trabajo, para mitigar el estrés que podría generarse como resultado de este.
3- Establezca un listado de actividades a realizar: trabajo, descanso, familiares y otros compromisos en orden de importancia de tal forma que pueda cubrirse la mayor cantidad de ellos.
4- Retome horarios para las comidas, si hubo incremento del peso, es bueno disminuir el consumo de carbohidratos, azúcares y harina, y disminuir los alimentos fritos.
5- Realice una caminata diaria, si en principio no tiene mucho tiempo, caminar para ir al trabajo o a la casa es una buena forma de comenzar a adaptar el cuerpo.
6- No olvide siempre disfrutar lo que hace. La rutina no siempre es mala ni tampoco debe verse como algo absolutamente negativo.