Universidades con ánimo de lucro, apuesta del Gobierno
Este jueves fue presentada una propuesta de reforma a la Ley 30 que rige el sistema universitario buscando aumentar la cobertura y mejorar la calidad. El debate apenas comienza.
Redacción Vivir
Este jueves, a las 5:30 p.m., en la Casa de Nariño, ante rectores y líderes del sector educativo, el presidente Juan Manuel Santos presentó oficialmente la propuesta del Gobierno para reformar la educación superior en Colombia.
“En 18 años todo cambia. Nada es igual”, fueron las palabras escogidas por el presidente para explicar por qué el Gobierno decidió plantear una cirugía a la Ley 30, que rige desde 1992 la educación superior en Colombia.
Nuevas tecnologías de la información, la internacionalización y la globalización son algunos de los cambios que en las últimas dos décadas le dieron otro rostro al mundo y que están obligando a las instituciones educativas a adaptarse para responder a esos retos. “La Ley 30 de 1992, con los beneficios que trajo en su momento, no se ajusta a los desafíos que tenemos por delante”, apuntó el presidente.
La reforma que se pone a discusión de la comunidad académica desde hoy, y que sería presentada al Congreso en la segunda legislatura, pretende cumplir cuatro grandes objetivos: mayor calidad, aumentar cobertura, más pertinencia educativa y promover la transparencia y el buen gobierno en el sector (ver gráfico).
“Si queremos dar el salto al desarrollo necesitamos un sistema de educación superior acorde con nuestras realidades y metas”, apuntó Santos. Aunque en su discurso el Presidente hizo énfasis en que se trata de una reforma que apunta a la calidad educativa, la verdad es que el grueso de las propuestas se concentran en ampliar la cobertura. Sin duda, muchas de ellas serán objeto de intensos debates en las próximas semanas, pues tocan fibras sensibles del sistema universitario.
Como lo dijo el mismo presidente, para que los colombianos se gradúen de la educación superior “se necesita plata, y mucha”. Por esto la reforma tiene previsto incrementar de forma escalonada el presupuesto que hoy reciben las instituciones públicas. En 2012 aumentaría 1%; en 2013, 2%, y entre 2014 y 2019, 3% .
Teniendo en cuenta que esto no es suficiente para cumplir las metas, el Gobierno propone la creación de “instituciones de educación superior con ánimo de lucro”. En otras palabras, dar la bienvenida al sector privado nacional y extranjero. Por ley, en Colombia estas entidades funcionan como instituciones sin ánimo de lucro.
Santos citó el caso de China, que logró pasar de dos millones de estudiantes a 26 millones en 20 años, gracias a que la oferta privada alcanzó el 20%. Según los cálculos del Gobierno, en 2014 el país podría tener 2’200.000 estudiantes en este nivel.
Otro de los puntos que promete generar discusión se refiere a los subsidios educativos. Aunque al cierre de esta edición no se conocía la redacción del proyecto de ley, las palabras del presidente insinuaron que los universitarios que reciban un apoyo por parte del Gobierno para su sostenimiento o para el pago de la matrícula tendrían que devolver el dinero al Estado una vez graduados y tan pronto superaran un umbral de ingreso. La pregunta en el aire es si esto aplicaría para los que reciban créditos del Icetex o para cualquier estudiante que hoy entra a una universidad pública.
El debate está abierto. Los rectores de las instituciones adscritas a la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun) se reunirán hoy con la ministra María Fernanda Campo para conocer detalles de la propuesta. El Gobierno dijo ayer que se trata tan sólo de una propuesta e invitó a padres de familia, estudiantes, directivos, rectores y líderes del sector a que expresen sus opiniones sobre el proyecto.
Lea en www.elespectador.com el discurso del presidente Santos y otros documentos sobre la reforma.
Este jueves, a las 5:30 p.m., en la Casa de Nariño, ante rectores y líderes del sector educativo, el presidente Juan Manuel Santos presentó oficialmente la propuesta del Gobierno para reformar la educación superior en Colombia.
“En 18 años todo cambia. Nada es igual”, fueron las palabras escogidas por el presidente para explicar por qué el Gobierno decidió plantear una cirugía a la Ley 30, que rige desde 1992 la educación superior en Colombia.
Nuevas tecnologías de la información, la internacionalización y la globalización son algunos de los cambios que en las últimas dos décadas le dieron otro rostro al mundo y que están obligando a las instituciones educativas a adaptarse para responder a esos retos. “La Ley 30 de 1992, con los beneficios que trajo en su momento, no se ajusta a los desafíos que tenemos por delante”, apuntó el presidente.
La reforma que se pone a discusión de la comunidad académica desde hoy, y que sería presentada al Congreso en la segunda legislatura, pretende cumplir cuatro grandes objetivos: mayor calidad, aumentar cobertura, más pertinencia educativa y promover la transparencia y el buen gobierno en el sector (ver gráfico).
“Si queremos dar el salto al desarrollo necesitamos un sistema de educación superior acorde con nuestras realidades y metas”, apuntó Santos. Aunque en su discurso el Presidente hizo énfasis en que se trata de una reforma que apunta a la calidad educativa, la verdad es que el grueso de las propuestas se concentran en ampliar la cobertura. Sin duda, muchas de ellas serán objeto de intensos debates en las próximas semanas, pues tocan fibras sensibles del sistema universitario.
Como lo dijo el mismo presidente, para que los colombianos se gradúen de la educación superior “se necesita plata, y mucha”. Por esto la reforma tiene previsto incrementar de forma escalonada el presupuesto que hoy reciben las instituciones públicas. En 2012 aumentaría 1%; en 2013, 2%, y entre 2014 y 2019, 3% .
Teniendo en cuenta que esto no es suficiente para cumplir las metas, el Gobierno propone la creación de “instituciones de educación superior con ánimo de lucro”. En otras palabras, dar la bienvenida al sector privado nacional y extranjero. Por ley, en Colombia estas entidades funcionan como instituciones sin ánimo de lucro.
Santos citó el caso de China, que logró pasar de dos millones de estudiantes a 26 millones en 20 años, gracias a que la oferta privada alcanzó el 20%. Según los cálculos del Gobierno, en 2014 el país podría tener 2’200.000 estudiantes en este nivel.
Otro de los puntos que promete generar discusión se refiere a los subsidios educativos. Aunque al cierre de esta edición no se conocía la redacción del proyecto de ley, las palabras del presidente insinuaron que los universitarios que reciban un apoyo por parte del Gobierno para su sostenimiento o para el pago de la matrícula tendrían que devolver el dinero al Estado una vez graduados y tan pronto superaran un umbral de ingreso. La pregunta en el aire es si esto aplicaría para los que reciban créditos del Icetex o para cualquier estudiante que hoy entra a una universidad pública.
El debate está abierto. Los rectores de las instituciones adscritas a la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun) se reunirán hoy con la ministra María Fernanda Campo para conocer detalles de la propuesta. El Gobierno dijo ayer que se trata tan sólo de una propuesta e invitó a padres de familia, estudiantes, directivos, rectores y líderes del sector a que expresen sus opiniones sobre el proyecto.
Lea en www.elespectador.com el discurso del presidente Santos y otros documentos sobre la reforma.