Valiente batalla por la vida
El lunes se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, que cada año cobra 300 mil vidas en el mundo.
Sandra Cardona */ Especial para El Espectador
Para muchos la palabra cáncer es sinónimo de muerte, pero Paola Arteaga es la muestra de que sí hay mucho camino por recorrer después de esta enfermedad. Esta jovencita decidió unirse a la Selección Colombia por la Vida, que juega desde hace tres años el partido de fútbol contra el cáncer de seno, para agradecer no sólo esta nueva oportunidad, sino también para llamar la atención de todos aquellos que sabiendo que el cáncer es una realidad creen que jamás los afectará.
“Yo tenía 22 años cuando me lo detectaron y obvio que sabía que el cáncer de seno existía, pero ni siquiera me revisaba, pues uno qué va a pensar que eso le va a pasar. No me hacía el autoexamen ni nada de nada. Me lo encontraron gracias a un chequeo de rutina con el ginecólogo, quien me mandó a revisar una bolita que me sintió en el seno”, cuenta Paola. Efectivamente, le sacaron la bolita y la mandaron a patología.
“Me dijeron que en dos semanas me darían los resultados, pero antes de lo previsto me llamaron para que por favor pasara a recogerlos. Mi vida cambió radicalmente el 29 de octubre de 2006, cuando fui por esos exámenes y me dijeron que tenía cáncer. Iba con mi mamá y mi papá; nos abrazamos y lloramos, lloramos y no paramos de llorar. La doctora me decía que había mucho por hacer, pero no podía parar de llorar”.
Paola no durmió en toda la noche, sin embargo, cuando salió el sol decidió cambiar de actitud. “Me levanté de la cama y dije: aquí nadie se ha muerto para estar llorando así. Les dije a mis papás: ‘lo único que podemos hacer es enfrentar lo que me está pasando y lo vamos a hacer con la mejor actitud… lloremos cuando me muera, pero todavía estoy viva’”. Ocho días después salió de la operación en la que le quitaron uno de sus senos.
Vinieron las quimioterapias, los controles y la vida siguió su curso. Hoy, orgullosa, declara que le ganó la batalla al cáncer de seno. “Sí hay vida después de esta enfermedad; obviamente hay que ser positivos, pero no se debe confundir el positivismo con la falta de prevención. En qué tan oportunamente se detecte puede estar la diferencia entre la vida y la muerte.
No pretendo que las mujeres vivan pensando en que les va a dar cáncer o llamando la enfermedad, pero sí que piensen que si conocen sus senos pueden notar de inmediato el día que se presente algo extraño; la idea es que además vayan periódicamente al especialista y se hagan la mamografía”.
Prevención, la mejor defensa
Paola juega como defensa de la Selección Colombia por la Vida. No sabe nada de fútbol, pero le gusta esa posición, le llama la atención todo lo que tenga que ver con prevenir. “Me gusta bloquear los goles; por eso les digo a mi mamá y a mis hermana que tienen que prevenir el cáncer, pues éste no respeta edad, raza ni condición social y en cualquier momento nos puede meter un gol”.
Paola accedió a jugar fútbol sin saber patear un balón, porque le llamó la tención el enfoque de la campaña de la Liga Contra el Cáncer de hacer algo que llamara la atención de los hombres. “No sólo porque a ellos también les puede dar cáncer de mama, sino porque ellos no existirían sin las mujeres. Como dice la campaña, que no se nos olvide que ninguna familia está exenta de que el cáncer toque las puertas de su casa y por eso es importante involucrar a los hombres en esta lucha”.
Cada año en Colombia, según datos de Globocan, se registran aproximadamente 5.500 nuevos casos de cáncer de seno y mueren 2.200 mujeres por culpa de esta enfermedad. La idea no es hablar de muerte sino de vida, hay que pensar en esas 3.300 mujeres que se salvan porque detectan la enfermedad a tiempo, en esas mujeres que deciden enfrentar el miedo y ponerle el pecho al cáncer. Hay miles de mujeres como Paola que son el claro ejemplo de que sí hay vida después del cáncer, siempre y cuando se detecte a tiempo.
El partido por la vida
El sábado, a las 9:00 de la mañana en el coliseo del CUR de Compensar en Bogotá, un grupo de famosas y de mujeres sobrevivientes de cáncer de seno se reunieron para jugar un partido de fútbol y hacerle un homenaje a la vida.
El objetivo de este evento, organizado por la Liga Colombiana contra el Cáncer y que se celebra todos los años para conmemorar el Día Mundial del Cáncer de Mama, era llamar la atención de la población sobre esta enfermedad que cobra la vida de 300 mil mujeres cada año.
Llevar una vida saludable, que incluye hacer ejercicio y alimentarse de manera equilibrada, realizarse el autoexamen de seno cada mes y visitar al médico anualmente para hacerse la mamografía (éste se recomienda a partir de los 50 años, a menos de que existan factores de riesgo que obliguen a efectuar controles periódicamente a una edad más temprana), son los factores que previenen la aparición de esta enfermedad.
“La muerte me susurró al oído”
La actriz Ana María Trujillo vivió días amargos, mientras los médicos confirmaban si tenía o no cáncer de seno. Esta angustiosa experiencia cambió su vida y le hizo ver la importancia del autoexamen y de acudir al médico cada año, por eso quiso compartirla con los lectores:
“Definitivamente la vida no tiene precio, pero de eso te das cuenta cuando la vida misma te hace un pare en el camino. Un día cualquiera, mientras me hacía el autoexamen de mama, me encontré una bolita en el seno izquierdo, me paralicé. En segundos mi vida pasó por mi mente, corrí al médico y allí comenzó todo.
Me ordenaron una bioxia e inmediatamente me programaron para cirugía, en donde me extrajeron la bolita que, finalmente y para tranquilidad de todos, no era maligna.
En medio de la preocupación mi hermana Susy trató de calmarme y nos dedicamos a indagar por internet y a consultar a especialistas que nos proporcionaran alternativas para la prevención.
Siempre he sido una mujer muy sana, nada de rumba, ni tomo, ni fumo, nada de eso, pero en todo caso la salud con el paso de los años comienza a deteriorarse y hay que tener cuidado y ser consciente de ello.
Creo que en Colombia apenas estamos entrando en la onda de la prevención y las campañas son pocas y eso me aterra. No nos cuidamos de los excesos, en la alimentación ni en lo que consumimos para mantener la belleza exterior, por eso somos vulnerables a estas enfermedades”.
* Periodista de Noticias Caracol
Para conocer qué es el Cáncer de Mama, haga clic AQUÍ
Para muchos la palabra cáncer es sinónimo de muerte, pero Paola Arteaga es la muestra de que sí hay mucho camino por recorrer después de esta enfermedad. Esta jovencita decidió unirse a la Selección Colombia por la Vida, que juega desde hace tres años el partido de fútbol contra el cáncer de seno, para agradecer no sólo esta nueva oportunidad, sino también para llamar la atención de todos aquellos que sabiendo que el cáncer es una realidad creen que jamás los afectará.
“Yo tenía 22 años cuando me lo detectaron y obvio que sabía que el cáncer de seno existía, pero ni siquiera me revisaba, pues uno qué va a pensar que eso le va a pasar. No me hacía el autoexamen ni nada de nada. Me lo encontraron gracias a un chequeo de rutina con el ginecólogo, quien me mandó a revisar una bolita que me sintió en el seno”, cuenta Paola. Efectivamente, le sacaron la bolita y la mandaron a patología.
“Me dijeron que en dos semanas me darían los resultados, pero antes de lo previsto me llamaron para que por favor pasara a recogerlos. Mi vida cambió radicalmente el 29 de octubre de 2006, cuando fui por esos exámenes y me dijeron que tenía cáncer. Iba con mi mamá y mi papá; nos abrazamos y lloramos, lloramos y no paramos de llorar. La doctora me decía que había mucho por hacer, pero no podía parar de llorar”.
Paola no durmió en toda la noche, sin embargo, cuando salió el sol decidió cambiar de actitud. “Me levanté de la cama y dije: aquí nadie se ha muerto para estar llorando así. Les dije a mis papás: ‘lo único que podemos hacer es enfrentar lo que me está pasando y lo vamos a hacer con la mejor actitud… lloremos cuando me muera, pero todavía estoy viva’”. Ocho días después salió de la operación en la que le quitaron uno de sus senos.
Vinieron las quimioterapias, los controles y la vida siguió su curso. Hoy, orgullosa, declara que le ganó la batalla al cáncer de seno. “Sí hay vida después de esta enfermedad; obviamente hay que ser positivos, pero no se debe confundir el positivismo con la falta de prevención. En qué tan oportunamente se detecte puede estar la diferencia entre la vida y la muerte.
No pretendo que las mujeres vivan pensando en que les va a dar cáncer o llamando la enfermedad, pero sí que piensen que si conocen sus senos pueden notar de inmediato el día que se presente algo extraño; la idea es que además vayan periódicamente al especialista y se hagan la mamografía”.
Prevención, la mejor defensa
Paola juega como defensa de la Selección Colombia por la Vida. No sabe nada de fútbol, pero le gusta esa posición, le llama la atención todo lo que tenga que ver con prevenir. “Me gusta bloquear los goles; por eso les digo a mi mamá y a mis hermana que tienen que prevenir el cáncer, pues éste no respeta edad, raza ni condición social y en cualquier momento nos puede meter un gol”.
Paola accedió a jugar fútbol sin saber patear un balón, porque le llamó la tención el enfoque de la campaña de la Liga Contra el Cáncer de hacer algo que llamara la atención de los hombres. “No sólo porque a ellos también les puede dar cáncer de mama, sino porque ellos no existirían sin las mujeres. Como dice la campaña, que no se nos olvide que ninguna familia está exenta de que el cáncer toque las puertas de su casa y por eso es importante involucrar a los hombres en esta lucha”.
Cada año en Colombia, según datos de Globocan, se registran aproximadamente 5.500 nuevos casos de cáncer de seno y mueren 2.200 mujeres por culpa de esta enfermedad. La idea no es hablar de muerte sino de vida, hay que pensar en esas 3.300 mujeres que se salvan porque detectan la enfermedad a tiempo, en esas mujeres que deciden enfrentar el miedo y ponerle el pecho al cáncer. Hay miles de mujeres como Paola que son el claro ejemplo de que sí hay vida después del cáncer, siempre y cuando se detecte a tiempo.
El partido por la vida
El sábado, a las 9:00 de la mañana en el coliseo del CUR de Compensar en Bogotá, un grupo de famosas y de mujeres sobrevivientes de cáncer de seno se reunieron para jugar un partido de fútbol y hacerle un homenaje a la vida.
El objetivo de este evento, organizado por la Liga Colombiana contra el Cáncer y que se celebra todos los años para conmemorar el Día Mundial del Cáncer de Mama, era llamar la atención de la población sobre esta enfermedad que cobra la vida de 300 mil mujeres cada año.
Llevar una vida saludable, que incluye hacer ejercicio y alimentarse de manera equilibrada, realizarse el autoexamen de seno cada mes y visitar al médico anualmente para hacerse la mamografía (éste se recomienda a partir de los 50 años, a menos de que existan factores de riesgo que obliguen a efectuar controles periódicamente a una edad más temprana), son los factores que previenen la aparición de esta enfermedad.
“La muerte me susurró al oído”
La actriz Ana María Trujillo vivió días amargos, mientras los médicos confirmaban si tenía o no cáncer de seno. Esta angustiosa experiencia cambió su vida y le hizo ver la importancia del autoexamen y de acudir al médico cada año, por eso quiso compartirla con los lectores:
“Definitivamente la vida no tiene precio, pero de eso te das cuenta cuando la vida misma te hace un pare en el camino. Un día cualquiera, mientras me hacía el autoexamen de mama, me encontré una bolita en el seno izquierdo, me paralicé. En segundos mi vida pasó por mi mente, corrí al médico y allí comenzó todo.
Me ordenaron una bioxia e inmediatamente me programaron para cirugía, en donde me extrajeron la bolita que, finalmente y para tranquilidad de todos, no era maligna.
En medio de la preocupación mi hermana Susy trató de calmarme y nos dedicamos a indagar por internet y a consultar a especialistas que nos proporcionaran alternativas para la prevención.
Siempre he sido una mujer muy sana, nada de rumba, ni tomo, ni fumo, nada de eso, pero en todo caso la salud con el paso de los años comienza a deteriorarse y hay que tener cuidado y ser consciente de ello.
Creo que en Colombia apenas estamos entrando en la onda de la prevención y las campañas son pocas y eso me aterra. No nos cuidamos de los excesos, en la alimentación ni en lo que consumimos para mantener la belleza exterior, por eso somos vulnerables a estas enfermedades”.
* Periodista de Noticias Caracol
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