Actividades militares de OTAN generaron más CO₂ que Colombia en 2023
Un nuevo reporte alerta sobre el impacto en el clima que está teniendo la creciente inversión militar de la OTAN. Según estimaciones, las fuerzas armadas del mundo producen cerca del 5,5 % de toda la contaminación asociada con el calentamiento global.
Los líderes de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reunirán este 9 de julio para celebrar el aniversario número 75 de esta alianza militar internacional. Mientras lo hacen, un grupo de investigadores hace una alerta inquietante: los presupuesto militares están erosionando el clima en el planeta, al producir cerca de 223 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero en el último año.
“Nuestra investigación demuestra que el gasto militar aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero, desvía financiación crítica de la acción climática y consolida un comercio de armas que alimenta la inestabilidad durante el colapso climático”, se lee en un nuevo informe de tres grupos internacionales de investigación y defensa, el Transnational Institute y Tipping Point North South, del Reino Unido, y Stop Wapenhandel, de los Países Bajos.
Según los autores, en 2023 los países miembros de la OTAN invirtieron 1.340 millones de dólares en sus ejércitos, lo que significó un aumento de 126.000 millones con respecto a 2022.
La financiación de actividades militares tiene, según los autores, un impacto importante en las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta, pues, está relacionado con el vuelo aviones combate que suelen consumir cantidades importantes de combustibles fósiles, o el mantenimiento de equipamiento que utilizan los soldados que produce una alta contaminación.
Todas estas acciones de los 32 estados miembros de la OTAN (que concentran el 55 % de todo el gasto militar mundial) hacen, según el informe, que la organización sea responsable de más emisiones de gases invernadero que países como Colombia o Catar.
“Para 2030 tenemos que reducir radicalmente las emisiones”, explicó, a The Guardian, Nick Buxton. “Pero la mayor inversión que estamos haciendo en todo el mundo, y en particular en la OTAN, es en gasto militar, que no solamente no está abordando el problema, sino que lo está empeorando”.
Para este año, además, la OTAN anunció que más países de la alianza invertirán al menos el 2 % de su PIB en el sector defensa. Este aumento del gasto militar, según el estudio, añadirá a la atmósfera 31 millones de toneladas métricas adicionales de emisiones que calientan el planeta, lo que supone un incremento de cerca del 15 %.
Otro argumento que hacen los autores del estudio es que, con estas decisiones de invertir en el sector militar, los países están movilizando en la dirección equivocada para enfrentar el cambio climático. Si se destinara, por ejemplo, para fines climáticos positivos, podría cubrir totalmente la financiación climática mínima para los países en desarrollo propuesta en las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas de este año. Además, si se desviara el total de los presupuestos militares en 2023, se podría pagar 13 veces la financiación necesaria para la acción climática.
“El Grupo Intergubernamental de Expertos (IPCC) afirma que se necesita una reducción del 43% de las emisiones de las emisiones para 2030 para tener para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1,5 grados. Esta requeriría una reducción anual de las emisiones militares de al menos un 5%”, indica el informe. Según estimaciones, las fuerzas armadas del mundo producen cerca del 5,5 % de toda la contaminación asociada con el calentamiento global.
Ante estas críticas, la OTAN anunció recientemente que tiene la meta de lograr la neutralidad de carbono para 2050. Sin embargo, según los autores del estudio, esta no es una meta realista en el corto plazo.
“No existe ninguna fuente de energía alternativa realista que sustituya al por mayor a los combustibles fósiles”, concluye Ho-Chih Lin coautor del reporte.
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Los líderes de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reunirán este 9 de julio para celebrar el aniversario número 75 de esta alianza militar internacional. Mientras lo hacen, un grupo de investigadores hace una alerta inquietante: los presupuesto militares están erosionando el clima en el planeta, al producir cerca de 223 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero en el último año.
“Nuestra investigación demuestra que el gasto militar aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero, desvía financiación crítica de la acción climática y consolida un comercio de armas que alimenta la inestabilidad durante el colapso climático”, se lee en un nuevo informe de tres grupos internacionales de investigación y defensa, el Transnational Institute y Tipping Point North South, del Reino Unido, y Stop Wapenhandel, de los Países Bajos.
Según los autores, en 2023 los países miembros de la OTAN invirtieron 1.340 millones de dólares en sus ejércitos, lo que significó un aumento de 126.000 millones con respecto a 2022.
La financiación de actividades militares tiene, según los autores, un impacto importante en las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta, pues, está relacionado con el vuelo aviones combate que suelen consumir cantidades importantes de combustibles fósiles, o el mantenimiento de equipamiento que utilizan los soldados que produce una alta contaminación.
Todas estas acciones de los 32 estados miembros de la OTAN (que concentran el 55 % de todo el gasto militar mundial) hacen, según el informe, que la organización sea responsable de más emisiones de gases invernadero que países como Colombia o Catar.
“Para 2030 tenemos que reducir radicalmente las emisiones”, explicó, a The Guardian, Nick Buxton. “Pero la mayor inversión que estamos haciendo en todo el mundo, y en particular en la OTAN, es en gasto militar, que no solamente no está abordando el problema, sino que lo está empeorando”.
Para este año, además, la OTAN anunció que más países de la alianza invertirán al menos el 2 % de su PIB en el sector defensa. Este aumento del gasto militar, según el estudio, añadirá a la atmósfera 31 millones de toneladas métricas adicionales de emisiones que calientan el planeta, lo que supone un incremento de cerca del 15 %.
Otro argumento que hacen los autores del estudio es que, con estas decisiones de invertir en el sector militar, los países están movilizando en la dirección equivocada para enfrentar el cambio climático. Si se destinara, por ejemplo, para fines climáticos positivos, podría cubrir totalmente la financiación climática mínima para los países en desarrollo propuesta en las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas de este año. Además, si se desviara el total de los presupuestos militares en 2023, se podría pagar 13 veces la financiación necesaria para la acción climática.
“El Grupo Intergubernamental de Expertos (IPCC) afirma que se necesita una reducción del 43% de las emisiones de las emisiones para 2030 para tener para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1,5 grados. Esta requeriría una reducción anual de las emisiones militares de al menos un 5%”, indica el informe. Según estimaciones, las fuerzas armadas del mundo producen cerca del 5,5 % de toda la contaminación asociada con el calentamiento global.
Ante estas críticas, la OTAN anunció recientemente que tiene la meta de lograr la neutralidad de carbono para 2050. Sin embargo, según los autores del estudio, esta no es una meta realista en el corto plazo.
“No existe ninguna fuente de energía alternativa realista que sustituya al por mayor a los combustibles fósiles”, concluye Ho-Chih Lin coautor del reporte.
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