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Una de las preguntas más controvertidas de la biología evolutiva es cómo llegó la Amazonía a ser tan rica en especies y, ahora, un nuevo estudio centrado en las aves constata cómo los movimientos de los ríos del Amazonas han contribuido a la excepcional diversidad biológica de esa zona.
Los responsables de este trabajo son investigadores del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y detallan las conclusiones del estudio en la revista Science Advances. (Puede leer: Criar abejas para luchar contra la deforestación en Caquetá)
Los resultados también revelan especies de aves hasta ahora desconocidas en el Amazonas, que solo se encuentran en pequeñas zonas junto a estos sistemas fluviales dinámicos, lo que las pone en alto riesgo de extinción inminente, advierten los autores.
“Los primeros biólogos evolutivos, como Alfred Russel Wallace, se dieron cuenta de que muchas especies de primates y aves se diferenciaban en las orillas opuestas de los ríos del Amazonas, y los ornitólogos saben ahora que los ríos están asociados, de una forma u otra, con el origen de muchas especies de aves”, afirmó Lukas Musher, autor principal del estudio e investigador postdoctoral de la Academia de Ciencias Naturales de la Universidad de Drexel, en Estados Unidos. (Le puede interesar: (Opinión) Los pueblos indígenas y la Amazonía como sujeto de derechos)
Extraordinaria diversidad
Las selvas tropicales de las tierras bajas de la cuenca del río Amazonas albergan más diversidad que cualquier otro ecosistema terrestre del planeta, explica un comunicado del citado museo.
También es un bioma de importancia mundial que contiene alrededor del 18 % de todos los árboles de la Tierra y que transporta más agua dulce que las siguientes siete cuencas fluviales más grandes juntas.
Los investigadores llevan mucho tiempo preguntándose y debatiendo cómo surgió y se acumuló la rica biodiversidad de la Amazonía. (También puede leer: Los bosques más allá de capturar carbono: enfrían el planeta hasta más de 1 °C)
Los grandes ríos amazónicos impiden la dispersión de muchas especies, pero las redes fluviales de las tierras bajas se reorganizan con frecuencia, alterando así la ubicación y la eficacia de las barreras fluviales a lo largo del tiempo, según el artículo que señala que estos reordenamientos pueden promover la diversificación.
“Además, la acumulación de pruebas geológicas ha sugerido que estos ríos son muy dinámicos, moviéndose por el paisaje sudamericano en períodos de tiempo relativamente cortos, del orden de miles o decenas de miles de años”.
Genomas de seis especies
Para investigar cómo el movimiento de los ríos a través del paisaje ha influido en la acumulación de especies de aves, los investigadores secuenciaron los genomas de seis especies de aves amazónicas.
“A pesar de que las aves pueden volar, nuestro estudio confirmó que los ríos actuales que atraviesan la selva amazónica del sur, incluso los relativamente pequeños, son muy eficaces para aislar a las poblaciones de estas seis especies, lo que conduce a la divergencia genómica y, en última instancia, a la especiación”, señala por su parte Joel Cracraft, del Museo Americano de Historia Natural. (Puede leer: El pueblo Inga creó un Parque Natural, pero hoy ningún inga hace parte de la nómina)
Sin embargo, dado que estos ríos se desplazan por el paisaje a diferentes escalas de tiempo, sus movimientos pueden tener resultados diversos para las especies de aves.
Cuando los reordenamientos fluviales se producen con rapidez, las poblaciones de aves de cada lado pueden fusionarse antes de que hayan tenido tiempo de diferenciarse; cuando los cambios fluviales se producen lentamente, las especies tienen más tiempo para divergir entre sí.
Y cuando los ríos cambian a ritmos intermedios, las poblaciones de aves divergen y luego se vuelven a unir y coexisten cuando un río se desplaza.
Los científicos también identificaron poblaciones distintas de aves que deberían describirse como especies separadas pero que hasta ahora se consideraban una sola especie. (Le puede interesar: Tierras indígenas, claves para metas climáticas en Colombia)
«Aunque sabemos que la biodiversidad amazónica no tiene parangón con ningún otro ecosistema terrestre, demostramos que su riqueza de especies puede estar muy subestimada incluso en grupos bien estudiados como las aves», concluyó Musher.