Deforestación en PNN Chiribiquete pasó de 447 hectáreas a 1.735 en el último año
La Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS) entregó un nuevo reporte sobre la deforestación en el bioma amazónico entre abril del 2020 y marzo del 2021. El abierto más grande se ubicó al sur de las Sabanas del Yarí, en el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, área protegida en la que hubo un repunte de la deforestación.
La Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS) entregó un nuevo informe sobre la deforestación en el bioma amazónico. Según el reporte, en el 2020 se tiene el segundo registro más alto de pérdida de bosque primario en la historia de Colombia, con casi 140.000 hectáreas. El año más deforestado fue el 2018, con más de 150.000 hectáreas. (Puede ver: Pueblos indígenas le exigen al mundo proteger el 80 % de la Amazonía para 2025)
De acuerdo con los datos entregados por la Fundación, los departamentos de Meta y Caquetá siguen liderando la pérdida de bosque con un 29% cada uno, con respecto al total reportado en el bioma amazónico. Esos dos departamentos, junto a Guaviare y Putumayo, mostraron un crecimiento de la deforestación con respecto al año 2019.
Como lo muestra esta gráfica, Caquetá, Meta, Guaviare, Putumayo y Vichada son los departamentos más deforestados entre 2018 y 2020. Pese a que en el 2019 hubo una pequeña disminución en las hectáreas deforestadas en los cuatro primeros, en 2020 volvieron a repuntar alcanzando niveles muy parecidos a los de 2018, el año con mayor registro de deforestación. (Puede leer: Tras la raíz de los crímenes ambientales de la Amazonia)
Deforestación entre abril de 2020 y marzo de 2021
En el área monitoreada por la Fundación en el Arco Noroccidental Amazónico, compuesta por territorios como San José del Guaviare, Miraflores, El Retorno y Calamar en Guaviare; San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá y Solano en Caquetá; y La Macarena, Puerto Rico y Vista Hermosa en el sur del Meta, se perdieron 73.134 hectáreas entre abril del 2020 y marzo del 2021 (3.753 hectáreas más que el mismo periodo entre 2019 y 2020, es decir, un aumento del 5% en la tasa de deforestación anual).
La mayor deforestación en la región se presentó entre octubre y marzo, durante la época de “verano” en la Amazonia.
Tala y quema de bosque por municipio
En cuanto a los terrenos talados o quemados en medio del bosque, entendidos como terrenos abiertos, el informe revela que entre abril del 2020 y marzo de 2021 se evidenciaron 16.839 abiertos continuos de deforestación. El abierto más grande se ubicó al sur de las Sabanas del Yarí, en el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete (San Vicente del Caguán). La siguiente gráfica muestra los abiertos por municipios monitoreados. (Puede leer: La apuesta de campesinos de las sabanas del Yarí por conservar la Amazonia)
Los núcleos de deforestación
Entre abril del 2020 y marzo del 2021 se identificaron cuatro núcleos de deforestación entre las áreas monitoreadas. El primero se encuentra en el sector sur de las sabanas del Yarí, donde se registró el abierto más grande de toda el área de análisis, con 237 hectáreas. El segundo se encuentra en el sector del río Camuya, en el que se identificaron 643 abiertos que suman 467 hectáreas de bosque perdido. El tercero es en el sector del Parque Nacional Natural Tinigua, con 1.397 abiertos que suman 4.500 hectáreas de bosque tumbado al interior del área protegida. El cuarto es en el sector de la vereda Angoleta, con 744 abiertos de deforestación, y el quinto, en el sector Agua Bonita Media, vía Clamar-Miraflores, donde se registraron 126 abiertos y cuyo lote de mayor extensión es de 115 hectáreas.
Deforestación en áreas protegidas
Según el reporte, el 11% de la deforestación del área monitoreada se ubica en áreas protegidas, entre las que se encuentran el PNN Tinigua, PNN Sierra de la Macarena, PNN Serranía de Chiribiquete y la Reserva Nacional Natural Nukak.
Mientras la deforestación disminuyó en número de hectáreas en Tinigua, La Macarena y la Reserva Nacional Nukak, aumentó de manera exponencial en la Serranía de Chiribiquete entre 2020 y 2021, como lo muestra la siguiente gráfica.
Finalmente, en cuanto a la deforestación en resguardos indígenas, el reporte (en el que se incluyen 37 resguardos) asegura que son áreas de especial interés por su afectación los resguardos Nukak Maku, La Fuga, La Yuquera, El Itilla y Llanos de Yarí Yaguara II.
En total, se reporta la pérdida de 5.140 hectáreas entre los 37 resguardos, en donde el resguardo Llanos del Yarí Yaguara II concentra el 56% de la deforestación y el Nukak Makú el 30%.
“Es importante mencionar que esta deforestación no es responsabilidad de sus comunidades propietarias, sino de terceros ocupantes que, pese a que estos dos resguardos cuentan con medidas cautelares emitidas por jueces de la República, siguen siendo objeto de invasión y de desarrollo de actividades ajenas a estas comunidades indígenas”, alerta el informe.
Motores de la deforestación
La apropiación ilegal, el acaparamiento de tierras, la ganadería, los cultivos de uso ilícito y la infraestructura vial son las principales causas de pérdida de bosque.
En este sentido, el informe destaca la relación directa entre el aumento de la deforestación y el aumento del censo bovino en los principales municipios entre los años 2016 y 2021. Solo en San Vicente del Caguán, por ejemplo, mientras en 2016 se deforestaron 10.987 hectáreas y se contaba con 612.573 bovinos, entre abril del 2020 y marzo del 2021 se identificaron 16.872 hectáreas deforestadas y 944.103 bovinos, es decir, 331.530 más que en 2016. Este es el municipio monitoreado con mayor presencia de bovinos en todo el territorio.
Asimismo, frente a los cultivos de uso ilícito, el municipio de El Retorno, en Guaviare, concentra el 22% de la superficie sembrada en coca, la mayoría al interior de la RNN Nukak. Le sigue el municipio de Miraflores, también en Guaviare, con el 18% de coca sembrada en áreas de resguardos indígenas y en reserva forestal de Ley 2da. El Luego se encuentra el municipio de San José del Guaviare, que concentra el 15% de cultivos de coca, principalmente, al interior del resguardo indígena Nukak Makú.
“Los resguardos indígenas de los municipios de San José del Guaviare, especialmente el resguardo Nukak Makú, y los de Miraflores son los más afectados por la presencia de cultivos de uso ilícito. Y entre las áreas protegidas, los PNN Sierra de la Macarena y la RNN Nukak presentan las mayores afectaciones”, concluye el informe.
La Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS) entregó un nuevo informe sobre la deforestación en el bioma amazónico. Según el reporte, en el 2020 se tiene el segundo registro más alto de pérdida de bosque primario en la historia de Colombia, con casi 140.000 hectáreas. El año más deforestado fue el 2018, con más de 150.000 hectáreas. (Puede ver: Pueblos indígenas le exigen al mundo proteger el 80 % de la Amazonía para 2025)
De acuerdo con los datos entregados por la Fundación, los departamentos de Meta y Caquetá siguen liderando la pérdida de bosque con un 29% cada uno, con respecto al total reportado en el bioma amazónico. Esos dos departamentos, junto a Guaviare y Putumayo, mostraron un crecimiento de la deforestación con respecto al año 2019.
Como lo muestra esta gráfica, Caquetá, Meta, Guaviare, Putumayo y Vichada son los departamentos más deforestados entre 2018 y 2020. Pese a que en el 2019 hubo una pequeña disminución en las hectáreas deforestadas en los cuatro primeros, en 2020 volvieron a repuntar alcanzando niveles muy parecidos a los de 2018, el año con mayor registro de deforestación. (Puede leer: Tras la raíz de los crímenes ambientales de la Amazonia)
Deforestación entre abril de 2020 y marzo de 2021
En el área monitoreada por la Fundación en el Arco Noroccidental Amazónico, compuesta por territorios como San José del Guaviare, Miraflores, El Retorno y Calamar en Guaviare; San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá y Solano en Caquetá; y La Macarena, Puerto Rico y Vista Hermosa en el sur del Meta, se perdieron 73.134 hectáreas entre abril del 2020 y marzo del 2021 (3.753 hectáreas más que el mismo periodo entre 2019 y 2020, es decir, un aumento del 5% en la tasa de deforestación anual).
La mayor deforestación en la región se presentó entre octubre y marzo, durante la época de “verano” en la Amazonia.
Tala y quema de bosque por municipio
En cuanto a los terrenos talados o quemados en medio del bosque, entendidos como terrenos abiertos, el informe revela que entre abril del 2020 y marzo de 2021 se evidenciaron 16.839 abiertos continuos de deforestación. El abierto más grande se ubicó al sur de las Sabanas del Yarí, en el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete (San Vicente del Caguán). La siguiente gráfica muestra los abiertos por municipios monitoreados. (Puede leer: La apuesta de campesinos de las sabanas del Yarí por conservar la Amazonia)
Los núcleos de deforestación
Entre abril del 2020 y marzo del 2021 se identificaron cuatro núcleos de deforestación entre las áreas monitoreadas. El primero se encuentra en el sector sur de las sabanas del Yarí, donde se registró el abierto más grande de toda el área de análisis, con 237 hectáreas. El segundo se encuentra en el sector del río Camuya, en el que se identificaron 643 abiertos que suman 467 hectáreas de bosque perdido. El tercero es en el sector del Parque Nacional Natural Tinigua, con 1.397 abiertos que suman 4.500 hectáreas de bosque tumbado al interior del área protegida. El cuarto es en el sector de la vereda Angoleta, con 744 abiertos de deforestación, y el quinto, en el sector Agua Bonita Media, vía Clamar-Miraflores, donde se registraron 126 abiertos y cuyo lote de mayor extensión es de 115 hectáreas.
Deforestación en áreas protegidas
Según el reporte, el 11% de la deforestación del área monitoreada se ubica en áreas protegidas, entre las que se encuentran el PNN Tinigua, PNN Sierra de la Macarena, PNN Serranía de Chiribiquete y la Reserva Nacional Natural Nukak.
Mientras la deforestación disminuyó en número de hectáreas en Tinigua, La Macarena y la Reserva Nacional Nukak, aumentó de manera exponencial en la Serranía de Chiribiquete entre 2020 y 2021, como lo muestra la siguiente gráfica.
Finalmente, en cuanto a la deforestación en resguardos indígenas, el reporte (en el que se incluyen 37 resguardos) asegura que son áreas de especial interés por su afectación los resguardos Nukak Maku, La Fuga, La Yuquera, El Itilla y Llanos de Yarí Yaguara II.
En total, se reporta la pérdida de 5.140 hectáreas entre los 37 resguardos, en donde el resguardo Llanos del Yarí Yaguara II concentra el 56% de la deforestación y el Nukak Makú el 30%.
“Es importante mencionar que esta deforestación no es responsabilidad de sus comunidades propietarias, sino de terceros ocupantes que, pese a que estos dos resguardos cuentan con medidas cautelares emitidas por jueces de la República, siguen siendo objeto de invasión y de desarrollo de actividades ajenas a estas comunidades indígenas”, alerta el informe.
Motores de la deforestación
La apropiación ilegal, el acaparamiento de tierras, la ganadería, los cultivos de uso ilícito y la infraestructura vial son las principales causas de pérdida de bosque.
En este sentido, el informe destaca la relación directa entre el aumento de la deforestación y el aumento del censo bovino en los principales municipios entre los años 2016 y 2021. Solo en San Vicente del Caguán, por ejemplo, mientras en 2016 se deforestaron 10.987 hectáreas y se contaba con 612.573 bovinos, entre abril del 2020 y marzo del 2021 se identificaron 16.872 hectáreas deforestadas y 944.103 bovinos, es decir, 331.530 más que en 2016. Este es el municipio monitoreado con mayor presencia de bovinos en todo el territorio.
Asimismo, frente a los cultivos de uso ilícito, el municipio de El Retorno, en Guaviare, concentra el 22% de la superficie sembrada en coca, la mayoría al interior de la RNN Nukak. Le sigue el municipio de Miraflores, también en Guaviare, con el 18% de coca sembrada en áreas de resguardos indígenas y en reserva forestal de Ley 2da. El Luego se encuentra el municipio de San José del Guaviare, que concentra el 15% de cultivos de coca, principalmente, al interior del resguardo indígena Nukak Makú.
“Los resguardos indígenas de los municipios de San José del Guaviare, especialmente el resguardo Nukak Makú, y los de Miraflores son los más afectados por la presencia de cultivos de uso ilícito. Y entre las áreas protegidas, los PNN Sierra de la Macarena y la RNN Nukak presentan las mayores afectaciones”, concluye el informe.