Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, estuvo visitando recientemente el estado amazónico de Roraima, con el objetivo de conocer de cerca cómo era la situación de las comunidades yanomami, el territorio indígena más grande de este país. (Lea: Condagua, el resguardo indígena que se resiste a perder sus montañas sagradas)
Durante su visita, Lula culpó al expresidente Jair Bolsonaro de cometer un “genocidio” contra este pueblo. Según dijo el actual mandatario, en el gobierno de Bolsonaro miles de mineros ilegales de oro invadieron este pueblo, provocando violencia, contaminación y una crisis en la atención médica.
El mandatario además apuntó que esta comunidad entró en crisis por la negligencia del gobierno y la explosión de la minería ilegal. Un día después de su visita a varios hospitales de la zona, Lula aseguró en su cuenta de Twitter que “más que una crisis humanitaria, lo que vi en Roraima fue un genocidio. Un crimen premeditado contra los yanomamis, cometido por un gobierno insensible al sufrimiento del pueblo brasileño”.
Tres días después de la visita de Lula a este pueblo indígena, el ministro de Justicia, Flávio Dino, comunicó que la Policía Federal brasileña abrió una investigación por “genocidio” contra esta comunidad indígena. La decisión se tomó luego de que se conociera un informe, en el cual se reveló la muerte de casi un centenar de niños por desnutrición.
El gobierno, por su parte, despidió a 43 militares de la agencia gubernamental de asuntos indígenas (Funai) por este asunto. Dino, en entrevista con CNN Brasil, apuntó que “hay indicios muy fuertes de negativa a la asistencia nutricional y de salud de esas poblaciones indígenas, hubo intención”. (Puede leer: ¿Le interesa la Amazonia? Prográmese con la Primera Gran Semana por los Bosques)
Los datos oficiales publicados por el gobierno de Lula mostraron que 99 yanomamis menores de 5 años murieron el año pasado por desnutrición, neumonía y malaria, entre otras causas. Tras conocer las acusaciones, Bolsonaro negó su responsabilidad y calificó las declaraciones de “farsa de izquierda”.
¿Qué pasó en el pueblo yanomami?
Durante el gobierno de Jair Bolsonaro, que fue entre 2019 y 2022, el estado defendió la minería y la explotación agrícola en tierras indígenas. Además, en más de una oportunidad, realizó cuestionamientos sobre el alcance de las tierras protegidas.
El incremento de la minería en esta zona, donde habitan cerca de 30.000 indígenas, provocó el incremento de la violencia en esta zona y el aumento de la contaminación. De hecho, las comunidades denunciaron que los mineros contaminaron ríos y destruyeron bosques, lo que originó que se afectaran algunas de sus principales fuentes de alimento, como los peces, monos o jabalíes.
Lula, tras su visita, indicó que además del “descuido del último gobierno, otra causa de este genocidio es la invasión de 20.000 mineros ilegales, cuya presencia fue alentada por el expresidente. Estos mineros envenenan los ríos con mercurio, causando destrucción y muerte”. (Le puede interesar: Dos indígenas entre los ganadores del Premio Goldman, el “Nobel ambiental”)
Además de estos daños ambientales, la minería conllevó también al incremento de la transmisión de diversas enfermedades, como la malaria, por ejemplo. Según dijo Sônia Guajajara, ministra de Pueblos Indígenas, “cada 72 horas muere un niño por una de estas enfermedades, según la información que hemos recibido”.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜