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El corresponsal extranjero Dom Phillips, de 57 años, desapareció mientras realizaba una investigación para un libro en el Valle Javari de la Amazonía junto al respetado experto Bruno Pereira, señaló en un primer momento el diario británico The Guardian, del que el periodista es colaborador.
Ambos habían viajado en barca al lago Jaburu, en el estado de Amazonas (norte), y debían volver a la ciudad de Atalaia do Norte alrededor de las 9:00 a.m. del domingo.
La Unión de Organizaciones Indígenas del Valle de Javari (UNIVAJA) y el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas Aislados y Recién Contactados (OPI) dijeron en un comunicado que los hombres habían “recibido amenazas mientras estaban en el terreno”. (Lea: La Amazonia colombiana fue la cuarta con más deforestación durante 2021)
Pereira, un experto de la agencia gubernamental de asuntos indígenas de Brasil (FUNAI), con un profundo conocimiento de la región, ha recibido regularmente amenazas de madereros y mineros ilegales que intentan invadir las tierras de grupos indígenas aislados para su explotación.
Fuentes de la FUNAI declararon a la AFP que colaboran con las autoridades locales en la búsqueda. Y agregaron que Pereira había obtenido una licencia temporal para dedicarse a “asuntos personales”.
Dos detenidos, según prensa local
Phillips y Pereira buscaban entrevistar a pobladores indígenas alrededor de una base de monitoreo de la FUNAI, para lo que llegaron al lago Jaburu el viernes de noche, precisaron UNIVAJA y OPI.
Comenzaron su viaje de regreso la madrugada del domingo, deteniéndose en la comunidad de Sao Rafael, donde Pereira había programado una reunión con un líder local para discutir las “invasiones” en sus tierras, según el comunicado. Como el líder de la comunidad no llegó, los dos hombres continuaron hasta Atalaia do Norte, un viaje de unas dos horas, dijeron. La última vez que se les vio fue en Sao Gabriel, cerca de Sao Rafael. (Lea: Pueblos indígenas de la Amazonia: muy cerca de un logro histórico)
Viajaban en una barca nueva con 70 litros de gasolina, “suficiente para el viaje”, y usaban equipos de comunicación satelital. Según el periódico O Globo, dos pescadores fueron detenidos por la Policía Federal la noche del lunes en relación al caso, incluida la persona con la que se tenían que reunir.
La oficina del fiscal federal informó que activó la investigación policial y una operación de búsqueda, dirigida por la Marina. Las búsquedas hasta el lunes por la tarde no habían dado resultados.
“El tiempo es esencial”
Las familias de los desaparecidos expresaron su preocupación, junto con organizaciones y personalidades, incluido el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
“Llamamos a las autoridades brasileñas” a hacer todo lo posible “para encontrar a nuestro querido Dom”, escribió en Twitter Paul Sherwood, cuñado de Phillips. “El tiempo es esencial”, añadió.
El Comité para la Protección de los Periodistas y la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera de Brasil instaron a las autoridades a actuar “inmediatamente”.
“Espero que estén bien, a salvo y que los encuentren rápidamente”, tuiteó Lula, favorito en las encuestas para las presidenciales de octubre frente al presidente Jair Bolsonaro, acusado por su parte de alentar las invasiones de tierras indígenas en favor de la minería y el agronegocio. (Le puede interesar: ¿Qué tan ambientales son las propuestas de Gustavo Petro y Rodolfo Hernández?)
Phillips, quien también ha publicado en The New York Times y The Washington Post, está casado y vive en Salvador (noreste). Había viajado con Pereira en 2018 al Valle de Javari para una historia en The Guardian.
Se trata de una tierra indígena de difícil acceso en el sudoeste del estado de Amazonas. Allí viven unos 6.300 indígenas de 26 grupos diferentes, 19 de ellos aislados, según la ONG Instituto Socioambiental. En los últimos años la violencia armada escaló en la zona ante la presencia de mineros, cazadores y pescadores ilegales.
La base local de la Funai, instalada para proteger y asistir a los indígenas, sufrió varios ataques desde fines de 2018, incluyendo el asesinato a tiros en 2019 de uno de sus empleados.