¿Las pinturas de La Lindosa retratan a extintos mamíferos?
Un reciente estudio publicado en Philosophical Transactions of the Royal Society B. retoma la teoría de que se tratan de imágenes de megafauna de la Edad de Hielo. Sin embargo, otras investigaciones, como las lideradas por expertos de la Universidad Nacional, explican que las pinturas serían de la mitad del siglo XVI, replicando incluso imágenes de perros.
Las pinturas rupestres que se pueden ver en la Serranía La Lindosa, en Guaviare y uno de los lugares más icónicos de Colombia, serían retratos de antiguos animales ya extintos, pero que habrían habitado la zona en la Edad de Hielo, según un reciente estudio publicado en la revista científica Philosophical Transactions of the Royal Society B.
De hecho, la investigación señala que pudieron identificar un perezoso gigante, un gonfoterio, un camélido y un ungulado de tres dedos con trompa a través de su morfología en las pinturas, los pigmentos y los registros que se tienen de esta megafauna en la región durante el Pleistoceno. (Lea también: La deforestación en Serranía de La Lindosa afecta diversidad acuática)
“Nuestros hallazgos contribuyen a la imagen emergente de una considerable variación geográfica y estilística del arte rupestre geométrico y figurativo de las primeras ocupaciones humanas en América del Sur”, concluyen los autores. “Allí está pintada toda la biodiversidad de la Amazonía”, también explicó a The New York Times el doctor José Iriarte, autor principal del estudio.
Sin embargo, interpretar las pinturas de La Lindosa ha sido un tema de amplio de debate en la ciencia. Otros investigadores, en este caso de la Universidad Nacional de Colombia, aseguran que las imágenes de La Lindosa son mucho más recientes. En una investigación publicada en el 2016, por ejemplo, explicaban que se trata de escenas relacionadas con “sociedades indígenas andinas y amazónicas y la misma conquista europea (mediados del siglo XVI)”. (Le puede interesar: El polémico “descubrimiento” de pinturas rupestres en Guaviare)
Fernando Urbina, uno de los autores del estudio y experto en arte rupestre, también publicó un libro en 2017 sobre una de las figuras que está en Cerro Azul, titulado, precisamente Los Perros. “Estas imágenes”, contó El Espectador hace algún tiempo, “datarían de la mitad del siglo XVI cuando el conquistador y buscador de oro alemán Felipe von Hutten recorrió la región del Guayabero acompañado de perros de guerra que usó salvajemente contra indígenas y pobladores”.
Como bien lo resumen el periódico estadunidense, “donde el equipo de de Iriarte ve posibles perezosos terrestres gigantes y caballos del Pleistoceno, el doctor Urbina y el doctor Peña (de la Nacional) ven capibaras y caballos modernos”.
Lo cierto, es que La Lindosa es un importante sitio arqueológico y biológico para la Amazonia, e incluso en 2019 se registraron por primera vez en Chiribiquete cerca de 4.854 ejemplares de 1.676 especies (cuando no existía ningún registro), entre las que se encuentran 57 nuevos registros para Colombia. Y tanto el interés por el estudio de sus pinturas, así como del mismo lugar, ha generado debates en la academia y en el periodismo. En diciembre de 2020, por ejemplo, para anunciar un artículo científico que se había publicado meses antes sobre cómo los humanos habrían llegado a este punto, los medios extranjeros prefirieron titular la investigación como un reciente descubrimiento de La Lindosa y sus punturas. (Le podría interesar: ¿Rastros de páramos en la Amazonia de hace 15 millones de años?)
“Capilla Sixtina de antiguos pobladores americanos descubierta en selva colombiana” y “Arqueólogos descubren 12 kilómetros de pinturas en la Amazonia”, fueron algunos de los titulares. Esto, a pesar de que el grupo de investigadores, entre los que se incluían científicos de la Nacional y la Universidad de Antioquia, llevan explorando La Lindosa desde 2014.
Esto, además, sin contar con que desde 1980, algunos profesores del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional organizaron la expedición “Punto Amazónico”, en donde vieron por lo menos, un nuevo mural en Cerro Azul de La Lindosa.
Las pinturas rupestres que se pueden ver en la Serranía La Lindosa, en Guaviare y uno de los lugares más icónicos de Colombia, serían retratos de antiguos animales ya extintos, pero que habrían habitado la zona en la Edad de Hielo, según un reciente estudio publicado en la revista científica Philosophical Transactions of the Royal Society B.
De hecho, la investigación señala que pudieron identificar un perezoso gigante, un gonfoterio, un camélido y un ungulado de tres dedos con trompa a través de su morfología en las pinturas, los pigmentos y los registros que se tienen de esta megafauna en la región durante el Pleistoceno. (Lea también: La deforestación en Serranía de La Lindosa afecta diversidad acuática)
“Nuestros hallazgos contribuyen a la imagen emergente de una considerable variación geográfica y estilística del arte rupestre geométrico y figurativo de las primeras ocupaciones humanas en América del Sur”, concluyen los autores. “Allí está pintada toda la biodiversidad de la Amazonía”, también explicó a The New York Times el doctor José Iriarte, autor principal del estudio.
Sin embargo, interpretar las pinturas de La Lindosa ha sido un tema de amplio de debate en la ciencia. Otros investigadores, en este caso de la Universidad Nacional de Colombia, aseguran que las imágenes de La Lindosa son mucho más recientes. En una investigación publicada en el 2016, por ejemplo, explicaban que se trata de escenas relacionadas con “sociedades indígenas andinas y amazónicas y la misma conquista europea (mediados del siglo XVI)”. (Le puede interesar: El polémico “descubrimiento” de pinturas rupestres en Guaviare)
Fernando Urbina, uno de los autores del estudio y experto en arte rupestre, también publicó un libro en 2017 sobre una de las figuras que está en Cerro Azul, titulado, precisamente Los Perros. “Estas imágenes”, contó El Espectador hace algún tiempo, “datarían de la mitad del siglo XVI cuando el conquistador y buscador de oro alemán Felipe von Hutten recorrió la región del Guayabero acompañado de perros de guerra que usó salvajemente contra indígenas y pobladores”.
Como bien lo resumen el periódico estadunidense, “donde el equipo de de Iriarte ve posibles perezosos terrestres gigantes y caballos del Pleistoceno, el doctor Urbina y el doctor Peña (de la Nacional) ven capibaras y caballos modernos”.
Lo cierto, es que La Lindosa es un importante sitio arqueológico y biológico para la Amazonia, e incluso en 2019 se registraron por primera vez en Chiribiquete cerca de 4.854 ejemplares de 1.676 especies (cuando no existía ningún registro), entre las que se encuentran 57 nuevos registros para Colombia. Y tanto el interés por el estudio de sus pinturas, así como del mismo lugar, ha generado debates en la academia y en el periodismo. En diciembre de 2020, por ejemplo, para anunciar un artículo científico que se había publicado meses antes sobre cómo los humanos habrían llegado a este punto, los medios extranjeros prefirieron titular la investigación como un reciente descubrimiento de La Lindosa y sus punturas. (Le podría interesar: ¿Rastros de páramos en la Amazonia de hace 15 millones de años?)
“Capilla Sixtina de antiguos pobladores americanos descubierta en selva colombiana” y “Arqueólogos descubren 12 kilómetros de pinturas en la Amazonia”, fueron algunos de los titulares. Esto, a pesar de que el grupo de investigadores, entre los que se incluían científicos de la Nacional y la Universidad de Antioquia, llevan explorando La Lindosa desde 2014.
Esto, además, sin contar con que desde 1980, algunos profesores del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional organizaron la expedición “Punto Amazónico”, en donde vieron por lo menos, un nuevo mural en Cerro Azul de La Lindosa.