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A finales de la semana pasada, el recién posesionado presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó a las personas que estarán al frente de los 37 ministerios que tiene ese país. El nombre de Maria Osmarina da Silva Vaz de Lima, más conocida como Marina Silva, destacó por encima de otros nombramientos, pues además de ser una vieja conocida del presidente brasileño, repite al frente del ministerio de Ambiente, una cartera en la que sobresalió por sus resultados durante su primera gestión. (Puede leer: Una solución al problema de basuras en Leticia)
Silva nació hace 63 años en la pequeña comunidad de Breu Velho que hace parte de Rio Branco, la capital del departamento de Acre, en el norte de Brasil. Nació en una familia numerosa, con diez hermanos, pero muy pobre, razón por la cual, desde muy joven, tuvo que dedicarse al negocio del caucho, el de mayor predominancia en la región y al cual se dedicaba su padre.
En su adolescencia, una hepatitis la llevó a buscar ayuda a Rio Branco, donde fue atendida por las Hermanas Siervas de María Reparadora. Durante su estancia, pensó en ser monja y allí encontró la motivación para aprender a leer y escribir. Sin embargo, su vocación empezó a cambiar cuando, entrando a una iglesia, se topó con un aviso de un curso de liderazgo sindical rural que iba a ser dictado por el teólogo Clodovis Boff y el líder sindical Chico Mendes. (Le puede interesar: Denuncian que un proyecto de ley en Perú amenaza a pueblos indígenas en aislamiento)
Desde entonces, su camino estuvo enfocado en la lucha sindical, ambiental y política. A la par de su formación como historiadora, hizo parte de los miembros fundadores de la Central Única de Trabajadores (CUT) de Acre junto a Mendes y se postuló a sus primeros cargos de elección popular en su región, aunque sin éxito.
Con 32 años fue elegida como diputada estatal y cuatro años más tarde llegó a Brasilia como senadora, siendo la persona más joven en alcanzar ese cargo en la historia del país. Por esa época, le fue otorgado el Premio Goldman, considerado como el Nobel de Medio Ambiente. En 2002 fue reelegida y un año más tarde, Lula, quien empezaba su primer periodo como presidente, la designó como ministra de Ambiente. (También puede leer: Funcionarios del Meta habrían participado en un desfalco de $70.000 millones)
Cuando Silva llegó a esa cartera, la deforestación en la selva amazónica marcaba récords históricos con más de 27.000 kilómetros cuadrados de selva talada. Por eso, una de sus primeras acciones, fue la creación del Plan de Acción para la Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonia Legal (PPCDAm). Tres años después, la deforestación se había reducido a más de la mitad. Por estos logros, y otros más, el diario británico The Guardian la consideró como una de las 50 personas que podía ayudar a salvar el planeta en 2007 y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), le entregó el premio ‘Campeones de la Tierra’, el principal galardón ambiental de la organización.
Sin embargo, un año más tarde, su relación con Lula se fracturó y Silva renunció al ministerio. La entonces ministra consideraba que una serie de construcciones impulsadas por el gobierno, serían nocivas para la Amazonia, razón por la cual decidió apartarse del cargo y volver al Senado. Dos años después, se lanzó como candidata a la presidencia, quedando en el tercer lugar, mismo puesto que ocupó en 2014, cuando repitió su postulación. Quiso ser presidenta nuevamente en 2018. (Puede interesarle: Un afluente del río Amazonas en Brasil gravemente afectado por una hidroeléctrica)
Una semana y media antes de que se llevara a cabo la primera vuelta presidencial en Brasil, Marina Silva anunció su apoyo a Lula. “Nuestro reencuentro político se da frente a un cuadro grave de la vida política. Tenemos la amenaza de las amenazas, una amenaza a nuestra democracia”, aseguró en ese momento la ahora ministra de Ambiente.
Sin duda alguna, el principal reto de Silva al frente de la cartera ambiental, será detener la deforestación en la selva amazónica que, según el Instituto de Investigación Espacial de Brasil (INPE), aumentó desde que Jair Bolsonaro asumió como presidente en 2009. Susana Muhamad, ministra de Ambiente de Colombia, celebró el nombramiento de Silva: “Felicitaciones Marina Silva, Colombia y Brasil unidos para Salvar la Amazonia y la transición socio-ecológica. Celebramos los ambientalistas en Suramérica!”, señaló a través de su cuenta de Twitter. (Puede leer: Las pruebas de la Fiscalía contra tres alcaldes por atravesar una vía ilegal en la Amazonia)
Para enfrentar el principal reto de su cartera, Silva ya anunció que “reforzaremos la fiscalización, recompondremos la política pública, que es el PPCDAm y se retomará de inmediato, retomaremos el Fondo Amazonía para dotar de recursos, además de fortalecer los órganos de gestión, como el ICMBio, y los de fiscalización, como el Ibama”.
Uno de los efectos inmediatos de la llegada de Silva al cargo, fue el cambio en el nombre del ministerio, que ahora se llama Ministerio de Ambiente y Cambio Climático, así como la creación de un par de secretarias: la Secretaría Extraordinaria de Lucha contra la Deforestación y la Secretaría de Bioeconomía y Recursos Genéticos. La nueva ministra de ambiente, anunció que ya está trabajando con su homólogo de Justicia para atender otro de los problemas graves que vive ese país: los delitos ambientales.