Ni por todo el dinero podemos perder la Amazonia (Opinión)
Un estudio publicado en la revista Trees, Forest And People estima cuánto se ha perdido económicamente con la degradación de la Amazonia colombiana. Si la destrucción de la selva persiste, en 10 años se habrán reflejando pérdidas de aproximadamente 9.100 millones de dólares al año adicionales.
César Augusto Ruiz*
Ángela María Cortes**
La cuenca amazónica colombiana, por acciones como la deforestación (principalmente), la ganadería extensiva y la expansión de cultivos ilícitos, ha perdido alrededor de 18.100 millones de dólares al año (equivalente al 6,7 % del PIB de Colombia en 2020). Esta cifra es una aproximación a la valoración económica del bienestar humano perdido por la degradación de esta selva tropical.
El resultado se conoce tras la publicación de una investigación de profesores y estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana, en la cual trabajaron durante más de tres años y que se titula: Una primera aproximación al capital natural remanente de la cuenca amazónica colombiana. Implicaciones políticas y de desarrollo, publicada en la revista científica Trees, Forest And People.
En esta investigación se aborda un aspecto particular de la Amazonia colombiana: su capital natural, entendido como el conjunto de bienes y servicios ecosistémicos que brinda a los seres humanos de manera gratuita, por el solo hecho de existir y de mantenerse. Por ejemplo, la regulación del clima y la mitigación del cambio climático, la conservación de la rica biodiversidad de la selva, la pesca, la recreación y el turismo, la producción de alimentos y la regulación hídrica entro otros.
(Le puede interesar: La cuarentena de los indígenas tikuna para proteger su salud mental)
Los investigadores aplicaron técnicas de valoración económica ambiental (economía ambiental) y lograron aproximar una estimación del valor económico de ese capital natural perdido y remanente en la cuenca amazónica colombiana.
Diversidad en pérdida
Los autores estimaron que a la Amazonia colombiana le queda un total estimado de 153.900 millones de dólares al año (equivalente al 57% del PIB de Colombia en el 2020). Esta cifra es para ocho servicios ecosistémicos que lograron valorar económicamente con la información disponible a nivel nacional e internacional. Es decir, este valor es una estimación económica del bienestar que por año recibe la humanidad por la conservación de la selva amazónica de nuestro país.
Finalmente, la investigación adelantó una proyección de cuánto capital natural se perdería en la Amazonia, si los sistemas de producción ganadera (convencional y extensiva, potreros convencionales) se expanden en un escenario de 10 años, reflejando pérdidas adicionales de aproximadamente 9.100 millones de dólares al año adicionales. (Lea: COP27: Lula propone la creación de un ministerio de Pueblos Originarios)
Esta información de valoración económica, si bien no es perfecta, y de acuerdo con los autores es una primera aproximación, demuestra el inmenso valor, en términos económicos y para el bienestar humano, de esta región natural de Colombia. Invita al gobierno de Gustavo Petro a tomar medidas más serias y contundentes para fortalecer el manejo de los resguardos indígenas (que contienen el 63% del capital natural remanente de la Amazonia) y de las áreas protegidas existentes (que contienen el 28% del capital natural remanente).
Fortalecer, en un escenario de paz total, la gobernabilidad de las tierras indígenas amazónicas, las áreas protegidas, e incentivar la producción agropecuaria sostenible, son los principales desafíos políticos de un gobierno que debe reconocer el inmenso valor, no solo biológico, ecológico y cultural, sino también económico de la conservación de la Amazonia, y de lo que estos valores representan en términos de bienestar para la humanidad. (Lea: Brasil, Indonesia y Congo firman un pacto contra la deforestación)
Para concluir, los investigadores expresan que la economía no lo resuelve todo, pero estas estimaciones invitan a repensar la importancia política de nuestra biodiversidad, en el marco de una economía nacional que busca hacer transición a una verdadera sostenibilidad.
*Profesor de Extensión Pontificia Universidad Javeriana
**Candidata a Doctora en Estudios Ambientales y Rurales, Facultad de Estudios Ambientales y Rurales, Universidad Javeriana
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La cuenca amazónica colombiana, por acciones como la deforestación (principalmente), la ganadería extensiva y la expansión de cultivos ilícitos, ha perdido alrededor de 18.100 millones de dólares al año (equivalente al 6,7 % del PIB de Colombia en 2020). Esta cifra es una aproximación a la valoración económica del bienestar humano perdido por la degradación de esta selva tropical.
El resultado se conoce tras la publicación de una investigación de profesores y estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana, en la cual trabajaron durante más de tres años y que se titula: Una primera aproximación al capital natural remanente de la cuenca amazónica colombiana. Implicaciones políticas y de desarrollo, publicada en la revista científica Trees, Forest And People.
En esta investigación se aborda un aspecto particular de la Amazonia colombiana: su capital natural, entendido como el conjunto de bienes y servicios ecosistémicos que brinda a los seres humanos de manera gratuita, por el solo hecho de existir y de mantenerse. Por ejemplo, la regulación del clima y la mitigación del cambio climático, la conservación de la rica biodiversidad de la selva, la pesca, la recreación y el turismo, la producción de alimentos y la regulación hídrica entro otros.
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Los investigadores aplicaron técnicas de valoración económica ambiental (economía ambiental) y lograron aproximar una estimación del valor económico de ese capital natural perdido y remanente en la cuenca amazónica colombiana.
Diversidad en pérdida
Los autores estimaron que a la Amazonia colombiana le queda un total estimado de 153.900 millones de dólares al año (equivalente al 57% del PIB de Colombia en el 2020). Esta cifra es para ocho servicios ecosistémicos que lograron valorar económicamente con la información disponible a nivel nacional e internacional. Es decir, este valor es una estimación económica del bienestar que por año recibe la humanidad por la conservación de la selva amazónica de nuestro país.
Finalmente, la investigación adelantó una proyección de cuánto capital natural se perdería en la Amazonia, si los sistemas de producción ganadera (convencional y extensiva, potreros convencionales) se expanden en un escenario de 10 años, reflejando pérdidas adicionales de aproximadamente 9.100 millones de dólares al año adicionales. (Lea: COP27: Lula propone la creación de un ministerio de Pueblos Originarios)
Esta información de valoración económica, si bien no es perfecta, y de acuerdo con los autores es una primera aproximación, demuestra el inmenso valor, en términos económicos y para el bienestar humano, de esta región natural de Colombia. Invita al gobierno de Gustavo Petro a tomar medidas más serias y contundentes para fortalecer el manejo de los resguardos indígenas (que contienen el 63% del capital natural remanente de la Amazonia) y de las áreas protegidas existentes (que contienen el 28% del capital natural remanente).
Fortalecer, en un escenario de paz total, la gobernabilidad de las tierras indígenas amazónicas, las áreas protegidas, e incentivar la producción agropecuaria sostenible, son los principales desafíos políticos de un gobierno que debe reconocer el inmenso valor, no solo biológico, ecológico y cultural, sino también económico de la conservación de la Amazonia, y de lo que estos valores representan en términos de bienestar para la humanidad. (Lea: Brasil, Indonesia y Congo firman un pacto contra la deforestación)
Para concluir, los investigadores expresan que la economía no lo resuelve todo, pero estas estimaciones invitan a repensar la importancia política de nuestra biodiversidad, en el marco de una economía nacional que busca hacer transición a una verdadera sostenibilidad.
*Profesor de Extensión Pontificia Universidad Javeriana
**Candidata a Doctora en Estudios Ambientales y Rurales, Facultad de Estudios Ambientales y Rurales, Universidad Javeriana
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