ODS 15: es hora de restaurar
“Es hora de que sembremos árboles, es hora de restaurar” es el mensaje de la Red de Viverismo y de la Escuela Campesina de Restauración y Reconciliación Amazónica.
Jimena Puyana
Más allá de la siembra de árboles, que es un paso importante, este colectivo se refiere al proceso de restaurar la relación del hombre con la naturaleza. Según la ONU, tenemos ocho años para aumentar en 3 % la superficie boscosa del mundo, que es el mismo tiempo para los compromisos adquiridos por el país en el marco del ODS 15, referidos, entre otros, a establecer un millón de hectáreas en procesos de restauración.
El análisis de los resultados hoy nos muestran que aún estamos lejos de la meta global, y que es necesario acelerar el paso. De acuerdo con la FAO, en el mundo, el bosque plantado ha aumentado en 123 millones de hectáreas en los últimos 30 años, y en Colombia el reporte es de 665.000 hectáreas de área en proceso de restauración desde 2002 a 2019.
Sin duda, en Colombia la Amazonía tiene un rol muy importante al concentrar el 65 % de los bosques del país para el logro de esas metas.
En esta región, con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, entre otros aliados, y con la financiación del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, trabajamos el proyecto Amazonia Sostenible para la Paz para conectar ecológicamente 84.000 hectáreas de bosques en Caqueta, Meta y Putumayo. Trabajamos las fincas que forman parte de estos paisajes, con diseños prediales concertados con las familias. Así se ordenan sus áreas de protección y se destinan zonas para la restauración de bosques y fuentes de agua, haciendo más sostenibles y resilientes sus actividades productivas.
La restauración de las tierras degradadas requiere un esfuerzo adicional, y no será fácil si en ese proceso no se incluyen soluciones construidas con las comunidades para que incrementen su autoestima como guardianes del bosque. Al igual que su gobernanza territorial mediante la gestión forestal sostenible y la articulación con las instituciones estatales, el sector privado y la cooperación internacional. También se trata de reconciliarnos como país y de restaurar la relación entre la humanidad y su entorno.
En esta lucha contra el cambio climático cada acción cuenta. Estamos convencidos del poder que tiene la acción local para lograr el cambio global.
*Gerente de Ambiente y Desarrollo Sostenible PNUD Colombia.
Este texto hace parte del gran especial de aniversario de los 135 años de El Espectador, que analiza cómo podemos tener un futuro más sostenible. Encuentre aquí el especial completo.
Más allá de la siembra de árboles, que es un paso importante, este colectivo se refiere al proceso de restaurar la relación del hombre con la naturaleza. Según la ONU, tenemos ocho años para aumentar en 3 % la superficie boscosa del mundo, que es el mismo tiempo para los compromisos adquiridos por el país en el marco del ODS 15, referidos, entre otros, a establecer un millón de hectáreas en procesos de restauración.
El análisis de los resultados hoy nos muestran que aún estamos lejos de la meta global, y que es necesario acelerar el paso. De acuerdo con la FAO, en el mundo, el bosque plantado ha aumentado en 123 millones de hectáreas en los últimos 30 años, y en Colombia el reporte es de 665.000 hectáreas de área en proceso de restauración desde 2002 a 2019.
Sin duda, en Colombia la Amazonía tiene un rol muy importante al concentrar el 65 % de los bosques del país para el logro de esas metas.
En esta región, con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, entre otros aliados, y con la financiación del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, trabajamos el proyecto Amazonia Sostenible para la Paz para conectar ecológicamente 84.000 hectáreas de bosques en Caqueta, Meta y Putumayo. Trabajamos las fincas que forman parte de estos paisajes, con diseños prediales concertados con las familias. Así se ordenan sus áreas de protección y se destinan zonas para la restauración de bosques y fuentes de agua, haciendo más sostenibles y resilientes sus actividades productivas.
La restauración de las tierras degradadas requiere un esfuerzo adicional, y no será fácil si en ese proceso no se incluyen soluciones construidas con las comunidades para que incrementen su autoestima como guardianes del bosque. Al igual que su gobernanza territorial mediante la gestión forestal sostenible y la articulación con las instituciones estatales, el sector privado y la cooperación internacional. También se trata de reconciliarnos como país y de restaurar la relación entre la humanidad y su entorno.
En esta lucha contra el cambio climático cada acción cuenta. Estamos convencidos del poder que tiene la acción local para lograr el cambio global.
*Gerente de Ambiente y Desarrollo Sostenible PNUD Colombia.
Este texto hace parte del gran especial de aniversario de los 135 años de El Espectador, que analiza cómo podemos tener un futuro más sostenible. Encuentre aquí el especial completo.