Ante erupción del Nevado del Ruiz, 57.000 personas tendrían que ser evacuadas
Representantes de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) harán recorridos por municipios de Tolima y Caldas el próximo 1 y 2 abril, para determinar si están preparados para hacer una posible evacuación. Algunos de los lugares que deberán ser evacuados son Villamaría (Caldas), Casabianca, Herveo, Murillo y Villahermosa (Tolima).
Tras una reunión del Puesto de Mando Unificado (PMU) en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Javier Pava Sánchez, director de la Unidad, informó que se tomó la decisión de hacer reuniones diarias en el PMU para hacer un seguimiento permanente a la situación.
“Queremos evitar al máximo que tengamos pérdidas o una catástrofe”, manifestó en una rueda de prensa Pava. Este fin de semana, entre el 1 y 2 de abril, las autoridades recorrerán algunos municipios de Tolima y Caldas, con el objetivo de evaluar si están preparados ante una posible evacuación.
Por ahora, indicó Pava, se está llevando a cabo un alistamiento de evacuación en los municipios que hacen parte de la zona de amenaza alta. Este alistamiento implica que, después de la zonificación inicial de las posibles áreas afectadas, se dará información a sus habitantes para que se preparen en caso de deber ser evacuado. Las entidades locales y regionales, por su parte, están encargadas de apoyar este proceso. (También puede leer: Estas son las recomendaciones de salud por alerta naranja en el Nevado del Ruiz)
Según una evaluación del Servicio Geológico Colombiano, hay 57. 000 personas expuestas a una amenaza alta en caso de que el volcán Nevado del Ruiz haga erupción. Más de 42. 000 de ellas son población rural dispersa, mientras que el resto vive en cabeceras municipales y centros poblados.
Ese número de personas, en municipios como Villamaría (Caldas), Casabianca, Herveo, Murillo y Villahermosa (Tolima), se refiere a la cantidad de habitantes que tendrían que ser evacuados de la zona en caso de una erupción.
Julio Fierro, director del Servicio Geológico Colombiano, recordó que, aunque existe la alerta naranja, esta puede cambiar en los próximos días, según condiciones más intensas o leves. Es decir, no es una certeza que la alerta se modifique para ser roja, sino que también puede ‘bajar’ y llegar a amarillo. gregó. “No podemos confiarnos, preferimos llamar a que estemos atentos. Si sucede algo, no podemos escatimar los esfuerzos”.
Los eventos de amenaza que se podrían presentar incluyen flujos piroclásticos, ondas de choque, avalancha de escombros o gases volcánicos, entre otros. Los departamentos de Caldas, Cundinamarca y Tolima son zonas donde pueden presentarse algunos de ellos. Por su parte, el Ideam está haciendo una información detallada sobre las lluvias y vientos de los próximos días, “pues tienen una influencia directa en generación de flujos”, explicó Pava.
Julio Fierro, director del Servicio Geológico Colombiano, recordó que, aunque existe la alerta naranja, esta puede cambiar en los próximos días, según condiciones más intensas o leves. Es decir, no es una certeza que la alerta se modifique para ser roja, sino que también puede ‘bajar’ y llegar a amarillo.(Le puede interesar: Evitar el pánico sin bajar la guardia, el reto frente al Nevado del Ruiz)
“Hay una probabilidad de que haya una erupción, no una certeza, vamos a seguirla. Nuestra responsabilidad es continuar con el monitoreo y generar reportes diarios, porque no podemos predecir lo que sucederá”, manifestó Fierro. Agregó que los cambios en la sismicidad, en cuanto a su magnitud y profundidad, serán los que determinarán si se ordena una evacuación. Por ejemplo, si hay más sismos y son cada vez más cercanos a la superficie, podría tomarse la decisión.
Desde el 24 de marzo se está registrando un incremento en la actividad sísmica asociada a un fracturamiento de roca dentro del volcán. Esta sismicidad está localizada en el flanco suroccidental del volcán a una distancia desde 2 hasta 5 km del cráter Arenas, a profundidades entre 2 y 4 km respecto a la cima del volcán.
John Makario, Director Técnico de Geoamenazas del SGC explicó que la hipótesis más probable es que se deba a un proceso de intrusión al interior del Nevado del Ruiz. Esto sucede cuando un magma fundido en el interior es impulsado hacia la superficie a través de la fisura de una falla geológica. “Si ese magma alcanza una superficialidad, es probable que haya erupción”, continuó Makario. Sin embargo, es probable también que no suceda y el magma se quede ahí.
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Tras una reunión del Puesto de Mando Unificado (PMU) en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Javier Pava Sánchez, director de la Unidad, informó que se tomó la decisión de hacer reuniones diarias en el PMU para hacer un seguimiento permanente a la situación.
“Queremos evitar al máximo que tengamos pérdidas o una catástrofe”, manifestó en una rueda de prensa Pava. Este fin de semana, entre el 1 y 2 de abril, las autoridades recorrerán algunos municipios de Tolima y Caldas, con el objetivo de evaluar si están preparados ante una posible evacuación.
Por ahora, indicó Pava, se está llevando a cabo un alistamiento de evacuación en los municipios que hacen parte de la zona de amenaza alta. Este alistamiento implica que, después de la zonificación inicial de las posibles áreas afectadas, se dará información a sus habitantes para que se preparen en caso de deber ser evacuado. Las entidades locales y regionales, por su parte, están encargadas de apoyar este proceso. (También puede leer: Estas son las recomendaciones de salud por alerta naranja en el Nevado del Ruiz)
Según una evaluación del Servicio Geológico Colombiano, hay 57. 000 personas expuestas a una amenaza alta en caso de que el volcán Nevado del Ruiz haga erupción. Más de 42. 000 de ellas son población rural dispersa, mientras que el resto vive en cabeceras municipales y centros poblados.
Ese número de personas, en municipios como Villamaría (Caldas), Casabianca, Herveo, Murillo y Villahermosa (Tolima), se refiere a la cantidad de habitantes que tendrían que ser evacuados de la zona en caso de una erupción.
Julio Fierro, director del Servicio Geológico Colombiano, recordó que, aunque existe la alerta naranja, esta puede cambiar en los próximos días, según condiciones más intensas o leves. Es decir, no es una certeza que la alerta se modifique para ser roja, sino que también puede ‘bajar’ y llegar a amarillo. gregó. “No podemos confiarnos, preferimos llamar a que estemos atentos. Si sucede algo, no podemos escatimar los esfuerzos”.
Los eventos de amenaza que se podrían presentar incluyen flujos piroclásticos, ondas de choque, avalancha de escombros o gases volcánicos, entre otros. Los departamentos de Caldas, Cundinamarca y Tolima son zonas donde pueden presentarse algunos de ellos. Por su parte, el Ideam está haciendo una información detallada sobre las lluvias y vientos de los próximos días, “pues tienen una influencia directa en generación de flujos”, explicó Pava.
Julio Fierro, director del Servicio Geológico Colombiano, recordó que, aunque existe la alerta naranja, esta puede cambiar en los próximos días, según condiciones más intensas o leves. Es decir, no es una certeza que la alerta se modifique para ser roja, sino que también puede ‘bajar’ y llegar a amarillo.(Le puede interesar: Evitar el pánico sin bajar la guardia, el reto frente al Nevado del Ruiz)
“Hay una probabilidad de que haya una erupción, no una certeza, vamos a seguirla. Nuestra responsabilidad es continuar con el monitoreo y generar reportes diarios, porque no podemos predecir lo que sucederá”, manifestó Fierro. Agregó que los cambios en la sismicidad, en cuanto a su magnitud y profundidad, serán los que determinarán si se ordena una evacuación. Por ejemplo, si hay más sismos y son cada vez más cercanos a la superficie, podría tomarse la decisión.
Desde el 24 de marzo se está registrando un incremento en la actividad sísmica asociada a un fracturamiento de roca dentro del volcán. Esta sismicidad está localizada en el flanco suroccidental del volcán a una distancia desde 2 hasta 5 km del cráter Arenas, a profundidades entre 2 y 4 km respecto a la cima del volcán.
John Makario, Director Técnico de Geoamenazas del SGC explicó que la hipótesis más probable es que se deba a un proceso de intrusión al interior del Nevado del Ruiz. Esto sucede cuando un magma fundido en el interior es impulsado hacia la superficie a través de la fisura de una falla geológica. “Si ese magma alcanza una superficialidad, es probable que haya erupción”, continuó Makario. Sin embargo, es probable también que no suceda y el magma se quede ahí.
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