Arañas venenosas del tamaño de una mano podrían propagarse por el este de EE.UU.
Un reciente estudio señala que las arañas joro son más resistentes a las condiciones climáticas de la costa este de Estados Unidos, lo que facilitaría su propagación. A pesar de que son venenosas, no representan un riesgo para los humanos.
La araña joro -del tamaño de la palma de la mano de un adulto- llegó por primera vez al estado de Georgia, en la costa este de Estados Unidos, en el 2013 a bordo de un contenedor de carga. Sin embargo, desde septiembre del año pasado se tienen reportes de la expansión descontrolada de esta especie. Una investigación publicada hace unas semanas advierte que la colonización de las arañas joro podría ser mucho más masiva de lo que se esperaba en un inicio.
Esa fue la conclusión a la que llegaron los investigadores de la Universidad de Georgia Abdrew Davis y Benjamin Frick, quienes compararon a esta especie invasora (Trichonephila clavata) con la “araña de seda dorada” (Trichonophila clavipes), una especie relacionada del mismo género que se estableció al oriente de este país hace 160 años. Los resultados fueron publicados en Physiological Entomology. (Puede leer: Las emisiones mundiales de CO2 batieron un nuevo récord en 2021)
Los investigadores asumieron que, al tratarse de especies cercanas, podrían comparar los rasgos fisiológicos que ayudan a tolerar los cambios de temperatura, las tasas metabólicas, el funcionamiento cardíaco, entre otros aspectos de la araña joro para determinar si su propagación podía ser similar a la que se vivió con la araña “de seda dorada”.
Los resultados que obtuvieron resultaron inesperados. Las arañas joro, en comparación con las “de seda dorada” tienen un metabolismo el doble de alto, una frecuencia cardíaca 77 % más alta cuando se exponen a temperaturas bajas, así como un 74 % más de probabilidades de sobrevivir a períodos cortos de congelación, un 24 % más que la especie relacionada. (Le puede interesar: La selva amazónica se acerca a un punto de inflexión crítico, ¿qué significa esto?)
¿Qué significan estos hallazgos? Según Davis y Frick “que la araña joro puede existir en una región climática más fría que el sureste de los Estados Unidos”. Es decir, podría extenderse mucho más allá del estado de Georgia, llegando a otros territorios más al norte de la costa este.
Curiosamente, la expansión de estas arañas puede de darse de dos formas. La primera, de manera natural ya que las crías de las arañas joro pueden crear paracaídas con sus telarañas capaces de volar por 161 kilómetros. La segunda, tiene que ver con la forma en la que llegó la primera araña de esta especie a Georgia: cuando los humanos, por error, la transportan de un lado a otro. (También puede leer: Hallan con vida a hombre que llevaba 16 días perdido en páramo de Cundinamarca)
A través de un comunicado, Davis señaló que la gente debería intentar vivir con ellas y procurar no hacerles daño. Si bien la araña joro es venenosa, su picadura rara vez logra atravesar la piel y su toxicidad no representa peligro para los humanos o animales domésticos. Además, a diferencia de otras especies invasoras, los investigadores estiman que la introducción y propagación de esta especie pueda traer más beneficios que problemas.
La araña joro -del tamaño de la palma de la mano de un adulto- llegó por primera vez al estado de Georgia, en la costa este de Estados Unidos, en el 2013 a bordo de un contenedor de carga. Sin embargo, desde septiembre del año pasado se tienen reportes de la expansión descontrolada de esta especie. Una investigación publicada hace unas semanas advierte que la colonización de las arañas joro podría ser mucho más masiva de lo que se esperaba en un inicio.
Esa fue la conclusión a la que llegaron los investigadores de la Universidad de Georgia Abdrew Davis y Benjamin Frick, quienes compararon a esta especie invasora (Trichonephila clavata) con la “araña de seda dorada” (Trichonophila clavipes), una especie relacionada del mismo género que se estableció al oriente de este país hace 160 años. Los resultados fueron publicados en Physiological Entomology. (Puede leer: Las emisiones mundiales de CO2 batieron un nuevo récord en 2021)
Los investigadores asumieron que, al tratarse de especies cercanas, podrían comparar los rasgos fisiológicos que ayudan a tolerar los cambios de temperatura, las tasas metabólicas, el funcionamiento cardíaco, entre otros aspectos de la araña joro para determinar si su propagación podía ser similar a la que se vivió con la araña “de seda dorada”.
Los resultados que obtuvieron resultaron inesperados. Las arañas joro, en comparación con las “de seda dorada” tienen un metabolismo el doble de alto, una frecuencia cardíaca 77 % más alta cuando se exponen a temperaturas bajas, así como un 74 % más de probabilidades de sobrevivir a períodos cortos de congelación, un 24 % más que la especie relacionada. (Le puede interesar: La selva amazónica se acerca a un punto de inflexión crítico, ¿qué significa esto?)
¿Qué significan estos hallazgos? Según Davis y Frick “que la araña joro puede existir en una región climática más fría que el sureste de los Estados Unidos”. Es decir, podría extenderse mucho más allá del estado de Georgia, llegando a otros territorios más al norte de la costa este.
Curiosamente, la expansión de estas arañas puede de darse de dos formas. La primera, de manera natural ya que las crías de las arañas joro pueden crear paracaídas con sus telarañas capaces de volar por 161 kilómetros. La segunda, tiene que ver con la forma en la que llegó la primera araña de esta especie a Georgia: cuando los humanos, por error, la transportan de un lado a otro. (También puede leer: Hallan con vida a hombre que llevaba 16 días perdido en páramo de Cundinamarca)
A través de un comunicado, Davis señaló que la gente debería intentar vivir con ellas y procurar no hacerles daño. Si bien la araña joro es venenosa, su picadura rara vez logra atravesar la piel y su toxicidad no representa peligro para los humanos o animales domésticos. Además, a diferencia de otras especies invasoras, los investigadores estiman que la introducción y propagación de esta especie pueda traer más beneficios que problemas.