El fenómeno de El Niño ya es una realidad. Así lo confirmó la semana pasada la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). En Colombia, el Ideam ha informado que existen probabilidades mayores al 90 % de que este fenómeno, que representa una disminución en las lluvias, persista, al menos, hasta el periodo de diciembre 2023 a febrero 2024.
Según informó el Consejo Nacional del Agua (CNA), en 2015, año en que hubo fenómeno de El Niño, Colombia perdió 188.650 hectáreas por incendios forestales, el río Magdalena presentó los niveles históricos más bajos en su caudal y más de 200 municipios fueron declarados en calamidad por desabastecimiento de agua. (Lea: La razón por la que aparecieron miles de peces muertos en las playas de Texas)
Esta situación le generó al país un costo de 1,6 billones de pesos, en acciones de prevención y atención de emergencias. Entre los años 1997 y 1998, cuando también se registró El Niño, la reducción de caudales generó una importante disminución del agua almacenada en embalses para la generación de electricidad y, de los 1082 municipios de Colombia, 780 vieron reducido su abastecimiento de agua potable.
Para este nuevo evento climático, se espera que haya un déficit en las lluvias entre los meses de junio y agosto de 2023, en comparación con los promedios históricos. Este mes se prevé que la Amazonia, el centro de la región Pacífica, en el suroccidente y centro de la región Caribe, serán los más afectados; mientras que en julio y agosto será más intenso en la región Andina, centro y norte de la región Caribe, sur y centro de la Pacífica y en el piedemonte y el occidente de la Orinoquía. (Lea: Santa Marta, favorita del turismo, en “calamidad pública” por escasez de agua)
Ante este panorama, el CNA emitió una serie de recomendaciones a las diferentes instituciones nacionales para hacerle frente al fenómeno de El Niño. El Ministerio de Vivienda tendrá a su cargo acciones enfocadas a garantizar el suministro de agua, especialmente, en zonas rurales y comunidades indígenas, con énfasis en las regiones de la Orinoquía y la Amazonía. Además, deberán implementar medidas como tratamiento de aguas y rehabilitación de pozos en La Guajira.
El seguimiento a municipios con Índice de Riesgo de la Calidad del Agua para consumo humano, con nivel de riesgo medio o alto, estará a cargo del Ministerio de Salud. Esta cartera también estará pendiente de fortalecer la red hospitalaria para las enfermedades por posibles golpes de calor. (Lea también: Incendios se intensifican en Canadá y podrían durar “todo el verano”)
El Ministerio de Minas y Energía, por su parte, deberá realizar reuniones mensuales de la Comisión Asesora de Coordinación y Seguimiento a la Situación Energética del País para monitorear, entre otras cosas, el mantenimiento, disponibilidad y suministro de combustibles.
A nivel general, el CNA pidió a las Autoridades Ambientales competentes, realizar la promoción del reúso del agua, reforzar las recomendaciones a los visitantes de áreas protegidas para evitar incendios forestales, y fomentar el almacenamiento de agua lluvia siguiendo las recomendaciones del sector salud para evitar las enfermedades como el dengue.