Aves de bosques panameños desaparecen sin que se sepa por qué
Un estudio ha analizado durante 44 años la variación en las poblaciones de aves del Parque Nacional de Soberanía, en Panamá. Según el trabajo, hasta el 70 % de las especies que habitan el sotobosque ha visto reducida su población sin causa aparente.
Los pájaros que habitan la selva tropical panameña —específicamente, el Parque Nacional de Soberanía— están experimentando un lento descenso en su población desde hace al menos 44 años.
Esta es la conclusión principal de un estudio llevado a cabo por la Universidad de Illinois (EEUU) y publicado en la revista PNAS, que alerta de que hasta el 70 % de las aves que habitan el sotobosque de la región ha experimentado un descenso poblacional durante el lapso analizado. La gran mayoría de ellas ha visto reducida su población a la mitad o incluso más.
“Uno esperaría que estas especies se conservaran bien en un entorno que es un Parque Nacional protegido, que no ha experimentado ningún cambio importante en el uso del suelo durante al menos 50 años”, explica Henry Pollock, investigador postdoctoral la Universidad de Illinois y autor principal del estudio. Sin embargo, parece que esto no es así.
El descenso sin causa aparente es “preocupante”, según Jeffrey Brawn, coautor del estudio, e investigador del departamento de Natural Resources & Environmental Sciences de la Universidad de Illinois (EEUU). Brawn ha investigado las aves en el lugar del estudio durante más de 30 años. (Lea: IPCC: seis conclusiones del informe de la ONU sobre mitigación del cambio climático)
“Este es uno de los trabajos más largos, si no el más largo, de este tipo en el Neotrópico”, subraya Brawn. “Por supuesto, el estudio se ha realizado en un solo parque, o sea que no podemos generalizar a toda la región, pero el resultado es bastante preocupante”, añade el científico
El trabajo de toda una vida
“El objetivo original era simplemente estudiar la dinámica poblacional y la demografía de las aves tropicales. Los descensos reportados en este trabajo fueron un hallazgo inesperado”, explica a SINC Brawn. La investigación empezó en 1977 gracias a James Karr, en la actualidad profesor emérito de la Universidad de Washington (EEUU).
Karr comenzó con un muestreo de aves dos veces al año. Cada año, los miembros del equipo instalaban redes de niebla en las estaciones de lluvia y de sequía para capturar los pájaros del lugar.
Tras extraer las aves que quedaban atrapadas, las identificaban, medían y anillaban antes de liberarlas, ilesas, en el bosque.
A lo largo de 43 años, y tras más de 84.000 horas de muestreo, los investigadores capturaron más de 15.000 aves de casi 150 especies, y reunieron datos suficientes para rastrear 57 de estas especies. (Le puede interesar: Con la trayectoria actual, la temperatura global aumentaría 3.2°C para 2100)
Los investigadores observaron un descenso en el número de individuos en 40 especies, es decir, el 70 %, y 35 especies perdieron al menos la mitad de su número inicial. Sólo dos especies —un colibrí y un pájaro bufón— aumentaron.
Una pérdida que afecta a todo el bosque
El descenso de aves en cualquier hábitat puede amenazar la integridad de todo el ecosistema. En el Neotrópico —término utilizado para identificar la región tropical del continente americano—, y en otros lugares, las aves son de gran importancia porque dispersan las semillas, polinizan las plantas y consumen insectos clave.
Un menor número de aves podría amenazar la reproducción y regeneración de los árboles de la región, lo que afectaría a toda la estructura del bosque, un proceso que, según los autores, se ha demostrado en otros lugares.
“Al principio del estudio, en 1977, capturábamos 10 o 15 individuos de muchas especies. Y en 2020 se reducían a cinco o seis ejemplares de cada especie”, afirma Pollock. (Lea: Asociación Espeleológica del país respalda proyecto de ley para proteger cavernas)
Aunque las aves representaban una gran variedad de grupos especializados en los mismos recursos alimenticios, los investigadores observaron descensos en tres categorías más amplias: las aves forestales comunes, las especies que migran estacionalmente, y las especies de ‘borde’, que se especializan en las zonas de transición entre el bosque abierto y el dosel forestal (el hábitat formado por las copas de los árboles).
Un lugar de gran importancia ecológica
“Casi la mitad de las aves del mundo están en el Neotrópico, y no tenemos registradas sus variaciones poblacionales. Por ello, creo que es muy importante que se realicen más estudios ecológicos en los que podamos establecer las tendencias y los mecanismos de declive de estas poblaciones”, afirma Brawn. “Y tenemos que hacerlo muy rápido”, advierte.
“En este momento, esta es realmente la única ventana que tenemos para saber lo que está pasando en las poblaciones de aves tropicales”, recalca Pollock.
Tras las preocupantes conclusiones del estudio, nuevos análisis se están llevando a cabo en la zona para valorar si los cambios en los recursos alimenticios son los responsables de los descensos que reportan los investigadores.
“Sabemos que los cambios en las precipitaciones pueden afectar a las poblaciones que hemos estudiado, pero es necesario un análisis más exhaustivo”, subraya a Brawn.
“Nuestro estudio pone de manifiesto la falta de datos en los trópicos y lo importante que son estos estudios a largo plazo”, concluye Pollock.
Los pájaros que habitan la selva tropical panameña —específicamente, el Parque Nacional de Soberanía— están experimentando un lento descenso en su población desde hace al menos 44 años.
Esta es la conclusión principal de un estudio llevado a cabo por la Universidad de Illinois (EEUU) y publicado en la revista PNAS, que alerta de que hasta el 70 % de las aves que habitan el sotobosque de la región ha experimentado un descenso poblacional durante el lapso analizado. La gran mayoría de ellas ha visto reducida su población a la mitad o incluso más.
“Uno esperaría que estas especies se conservaran bien en un entorno que es un Parque Nacional protegido, que no ha experimentado ningún cambio importante en el uso del suelo durante al menos 50 años”, explica Henry Pollock, investigador postdoctoral la Universidad de Illinois y autor principal del estudio. Sin embargo, parece que esto no es así.
El descenso sin causa aparente es “preocupante”, según Jeffrey Brawn, coautor del estudio, e investigador del departamento de Natural Resources & Environmental Sciences de la Universidad de Illinois (EEUU). Brawn ha investigado las aves en el lugar del estudio durante más de 30 años. (Lea: IPCC: seis conclusiones del informe de la ONU sobre mitigación del cambio climático)
“Este es uno de los trabajos más largos, si no el más largo, de este tipo en el Neotrópico”, subraya Brawn. “Por supuesto, el estudio se ha realizado en un solo parque, o sea que no podemos generalizar a toda la región, pero el resultado es bastante preocupante”, añade el científico
El trabajo de toda una vida
“El objetivo original era simplemente estudiar la dinámica poblacional y la demografía de las aves tropicales. Los descensos reportados en este trabajo fueron un hallazgo inesperado”, explica a SINC Brawn. La investigación empezó en 1977 gracias a James Karr, en la actualidad profesor emérito de la Universidad de Washington (EEUU).
Karr comenzó con un muestreo de aves dos veces al año. Cada año, los miembros del equipo instalaban redes de niebla en las estaciones de lluvia y de sequía para capturar los pájaros del lugar.
Tras extraer las aves que quedaban atrapadas, las identificaban, medían y anillaban antes de liberarlas, ilesas, en el bosque.
A lo largo de 43 años, y tras más de 84.000 horas de muestreo, los investigadores capturaron más de 15.000 aves de casi 150 especies, y reunieron datos suficientes para rastrear 57 de estas especies. (Le puede interesar: Con la trayectoria actual, la temperatura global aumentaría 3.2°C para 2100)
Los investigadores observaron un descenso en el número de individuos en 40 especies, es decir, el 70 %, y 35 especies perdieron al menos la mitad de su número inicial. Sólo dos especies —un colibrí y un pájaro bufón— aumentaron.
Una pérdida que afecta a todo el bosque
El descenso de aves en cualquier hábitat puede amenazar la integridad de todo el ecosistema. En el Neotrópico —término utilizado para identificar la región tropical del continente americano—, y en otros lugares, las aves son de gran importancia porque dispersan las semillas, polinizan las plantas y consumen insectos clave.
Un menor número de aves podría amenazar la reproducción y regeneración de los árboles de la región, lo que afectaría a toda la estructura del bosque, un proceso que, según los autores, se ha demostrado en otros lugares.
“Al principio del estudio, en 1977, capturábamos 10 o 15 individuos de muchas especies. Y en 2020 se reducían a cinco o seis ejemplares de cada especie”, afirma Pollock. (Lea: Asociación Espeleológica del país respalda proyecto de ley para proteger cavernas)
Aunque las aves representaban una gran variedad de grupos especializados en los mismos recursos alimenticios, los investigadores observaron descensos en tres categorías más amplias: las aves forestales comunes, las especies que migran estacionalmente, y las especies de ‘borde’, que se especializan en las zonas de transición entre el bosque abierto y el dosel forestal (el hábitat formado por las copas de los árboles).
Un lugar de gran importancia ecológica
“Casi la mitad de las aves del mundo están en el Neotrópico, y no tenemos registradas sus variaciones poblacionales. Por ello, creo que es muy importante que se realicen más estudios ecológicos en los que podamos establecer las tendencias y los mecanismos de declive de estas poblaciones”, afirma Brawn. “Y tenemos que hacerlo muy rápido”, advierte.
“En este momento, esta es realmente la única ventana que tenemos para saber lo que está pasando en las poblaciones de aves tropicales”, recalca Pollock.
Tras las preocupantes conclusiones del estudio, nuevos análisis se están llevando a cabo en la zona para valorar si los cambios en los recursos alimenticios son los responsables de los descensos que reportan los investigadores.
“Sabemos que los cambios en las precipitaciones pueden afectar a las poblaciones que hemos estudiado, pero es necesario un análisis más exhaustivo”, subraya a Brawn.
“Nuestro estudio pone de manifiesto la falta de datos en los trópicos y lo importante que son estos estudios a largo plazo”, concluye Pollock.