150 hectáreas de bosque en Carepa, Antioquia fueron declaradas como área protegida
Se trata de una zona del Urabá antioqueño, que recibe aproximadamente 64 especies de aves migratorias, cerca de 257 especies de plantas, y una especie de rana endémica y amenazada.
El Bosque Tulenapa, ubicado en Carepa, Antioquia, se convirtió en una nueva área protegida, luego de que la Gobernación de ese departamento y la Universidad de Antioquia (UdeA) firmaran una declaratoria que así lo ratifica.
Este ecosistema, que cuenta con 150 hectáreas de bosque húmedo tropical, es un espacio para la conservación de la biodiversidad del Urabá antioqueño. Este hábitat acoge 257 especies de plantas y 308 de aves, que han sido preservadas por la UdeA y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá (Corpouraba). (Lea: En Colombia hubo olas de extinción animal, así lo reveló excremento prehistórico)
Investigaciones realizadas anteriormente evidencian que en esta región hay cerca de 1.765 especies nativas de funga, fauna y flora. La confluencia del océano Atlántico, los ríos Atrato y León, representan las condiciones para que especies muy resistentes crezcan y se reproduzcan. Sin embargo, una gran cantidad de bosques han sido sustituidos por sistemas de producción agrícola y empresas bananeras.
Urabá es una zona estratégica en Colombia para las aves migratorias que vienen de regiones templadas y llegan al trópico buscando refugio para la época de invierno. Un informe de la Universidad de Antioquia estima que Tulenapa recibe aproximadamente 64 especies de aves, entre las que destacan la Setophaga citrina o chipe encapuchado, la Setophaga magnolia o reinita de magnolia, y la Passerina cyanea o azulejo índigo. (Lea: Primer león visto en Chad tras 20 años de ausencia)
El 54 % de las aves que se ven en este bosque son pájaros que cantan. Ara macao o guacamayo escarlata fue uno de los nuevos registros que se reportaron, y Ara militaris, una de las especies más amenazadas por pérdida y fragmentación de su hábitat. Este es, además, el hogar de una especie endémica: Ortalis garrula o guacharaca caribeña; y dos casi endémicas con distribución restringida: Psarocolius guatimozinus u oropéndola negra, y Xenerpestes minlosi o colagrís alibandeado.
“De las presencias que se dan en Tulenapa destaco la rana pipa, endémica de Colombia, muy amenazada, ya que requiere cuerpos de agua y lugares muy conservados. También la Andinobates fulguritus, rana muy venenosa de los dendrobátidos que necesita bosques muy húmedos. Esta sede es fundamental para la conservación de anfibios y reptiles que habitan en la región, porque la movilidad de ellos es muy reducida, en comparación con aves o insectos”, explicó Ana María Sepúlveda Seguro, bióloga e investigadora que lideró la caracterización sobre fauna de esta reserva forestal. (Lea: El informe por el que la Agencia Europea de Ambiente pide reducir uso de pesticidas)
Tulenapa, que significa “tierra de los conocedores del cosmos” (en lengua guna dule), hace parte de la Sede de Estudios Ecológicos y Agroambientales de la UdeA; a partir de este lugar la institución ha contribuido en la construcción de desarrollo ambiental, social, académico y científico en el Urabá antioqueño.
“Por ley, un área protegida no puede cambiar su denominación a menos que sea por resolución del Ministerio de Ambiente, así que blinda normativamente un área de gran importancia”, dijo Juan Felipe Blanco Libreros, investigador de la UdeA, quien esperaba la declaratoria.
El Bosque Tulenapa, ubicado en Carepa, Antioquia, se convirtió en una nueva área protegida, luego de que la Gobernación de ese departamento y la Universidad de Antioquia (UdeA) firmaran una declaratoria que así lo ratifica.
Este ecosistema, que cuenta con 150 hectáreas de bosque húmedo tropical, es un espacio para la conservación de la biodiversidad del Urabá antioqueño. Este hábitat acoge 257 especies de plantas y 308 de aves, que han sido preservadas por la UdeA y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá (Corpouraba). (Lea: En Colombia hubo olas de extinción animal, así lo reveló excremento prehistórico)
Investigaciones realizadas anteriormente evidencian que en esta región hay cerca de 1.765 especies nativas de funga, fauna y flora. La confluencia del océano Atlántico, los ríos Atrato y León, representan las condiciones para que especies muy resistentes crezcan y se reproduzcan. Sin embargo, una gran cantidad de bosques han sido sustituidos por sistemas de producción agrícola y empresas bananeras.
Urabá es una zona estratégica en Colombia para las aves migratorias que vienen de regiones templadas y llegan al trópico buscando refugio para la época de invierno. Un informe de la Universidad de Antioquia estima que Tulenapa recibe aproximadamente 64 especies de aves, entre las que destacan la Setophaga citrina o chipe encapuchado, la Setophaga magnolia o reinita de magnolia, y la Passerina cyanea o azulejo índigo. (Lea: Primer león visto en Chad tras 20 años de ausencia)
El 54 % de las aves que se ven en este bosque son pájaros que cantan. Ara macao o guacamayo escarlata fue uno de los nuevos registros que se reportaron, y Ara militaris, una de las especies más amenazadas por pérdida y fragmentación de su hábitat. Este es, además, el hogar de una especie endémica: Ortalis garrula o guacharaca caribeña; y dos casi endémicas con distribución restringida: Psarocolius guatimozinus u oropéndola negra, y Xenerpestes minlosi o colagrís alibandeado.
“De las presencias que se dan en Tulenapa destaco la rana pipa, endémica de Colombia, muy amenazada, ya que requiere cuerpos de agua y lugares muy conservados. También la Andinobates fulguritus, rana muy venenosa de los dendrobátidos que necesita bosques muy húmedos. Esta sede es fundamental para la conservación de anfibios y reptiles que habitan en la región, porque la movilidad de ellos es muy reducida, en comparación con aves o insectos”, explicó Ana María Sepúlveda Seguro, bióloga e investigadora que lideró la caracterización sobre fauna de esta reserva forestal. (Lea: El informe por el que la Agencia Europea de Ambiente pide reducir uso de pesticidas)
Tulenapa, que significa “tierra de los conocedores del cosmos” (en lengua guna dule), hace parte de la Sede de Estudios Ecológicos y Agroambientales de la UdeA; a partir de este lugar la institución ha contribuido en la construcción de desarrollo ambiental, social, académico y científico en el Urabá antioqueño.
“Por ley, un área protegida no puede cambiar su denominación a menos que sea por resolución del Ministerio de Ambiente, así que blinda normativamente un área de gran importancia”, dijo Juan Felipe Blanco Libreros, investigador de la UdeA, quien esperaba la declaratoria.