Al acuerdo que busca proteger la biodiversidad le falta ambición
Desde este domingo 13 hasta el 29 de marzo, en Suiza, se llevarán a cabo las conversaciones de la ONU sobre biodiversidad, la última reunión antes de la conferencia mundial donde se adoptará un nuevo plan de acción para la próxima década. Un informe de WWF revela que el primer borrador de este acuerdo, que será discutido en esta ronda de negociaciones, es poco ambicioso y no sería suficiente para cumplir su objetivo: detener y revertir la pérdida de naturaleza.
Aunque aún no hay una fecha definida, este año se debe llevar a cabo la segunda parte de la 15° Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP15), uno de los eventos ambientales más importantes del año. En Kunming, China, se adoptará la declaración que llevará el mismo nombre de la ciudad y que servirá como hoja de ruta para detener y revertir la pérdida de biodiversidad de aquí al 2030.
A unos días de que en Ginebra, Suiza, se reúnan representantes de los 196 países que hacen parte del Convenio de Diversidad Biológica (CBD), quienes son los encargados de fijar los objetivos y metas de esa hoja de ruta conocida como el Marco Global de Biodiversidad post 2020, un informe de WWF indica que el borrador que allí será discutido sigue quedándose corto frente a la urgencia que hay. (Puede leer: Biodiversidad y bienestar humano, una relación vital que está en peligro)
Puntualmente, “Cerrando la brecha: Traduciendo los compromisos políticos en un ambicioso Marco de Biodiversidad Global”, advierte que, aunque el Primer Borrador que se hizo público en el verano de 2021 ha mejorado con respecto al borrador cero, este no alcanza el nivel de ambición básico ni los compromisos asumidos en otros foros por parte de numerosos líderes políticos Es decir, se están quedando en el discurso.
Como señaló WWF en el documento, los líderes se enfrentan a una crisis de credibilidad y las personas se están cansando de las promesas vacías. Además, como ha sido resaltado en diversos escenarios y por diferentes entidades, la pérdida de biodiversidad es una de las amenazas urgentes que enfrenta la humanidad y el planeta. Por eso, lo que se discuta en las próximas semanas en Suiza es fundamental, ya que es la última oportunidad que tienen las Partes de garantizar que el Marco Global que se adoptará en Kunming sea suficientemente ambicioso y transformador para revertir la pérdida de biodiversidad y asegurar un mundo positivo para la naturaleza para 2030, en beneficio de todas las personas y del planeta.
El análisis realizado por la ONG señala nueve áreas en las que el borrador debería fortalecerse, y las compara con compromisos planteados a través de diferentes coaliciones y declaraciones a nivel político que han hecho países que hacen parte del Convenio de Diversidad Biológica. ¿Qué encontraron?
Un objetivo general muy poco ambicioso
Para Ximena Barrera, Coordinadora de Política para América Latina de WWF, el primer punto, y uno de los más importantes , tiene que ver con el objetivo general del Marco Global. Actualmente, este habla de “adoptar medidas urgentes (...) para conservar y hacer uso sostenible de la diversidad biológica y garantizar la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos para situar la diversidad biológica en la senda de la recuperación para 2030″. (Le puede interesar: La iniciativa que busca acabar con el retamo, una de las especies invasoras en Colombia)
El objetivo, dice WWF, tiene que ser mucho más ambicioso. “Por eso hablamos de detener y revertir la pérdida de biodiversidad para el año 2030 con el fin de garantizar un mundo naturaleza positiva”, apunta Barrera, recogiendo el compromiso que ha quedado plasmado en otras instancias como el Compromiso de Líderes por la Naturaleza (LPN), el Pacto por la Naturaleza del G7, el Comunicado de Líderes del G20, entre otros.
Extinción de especies, otro objetivo que se queda corto
La segunda área que resalta el informe tiene que ver con la extinción de especies impulsada por el ser humano. El Primer Borrador habla de que el “incremento en la tasa de extinción se detenga o revierta, y que el riesgo de extinción se reduzca al menos en un 10 por ciento”.
Pero esto, en comparación con otras instancias, es muy poco. Por eso, WWF señala que, para reflejar una mayor ambición, el texto debe destacar que el objetivo de evitar la extinción de especies debe ser inmediato. Además, debe hablar de “recuperar la abundancia de poblaciones de especies para 2030″, tal como lo hizo la Resolución 166 del Congreso Mundial de Conservación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Patrones de producción y consumo sin metas específicas
Si hay algo que la ciencia ha ido aclarando cada vez más es que, tanto la pérdida de biodiversidad, como la degradación de los ecosistemas y el cambio climático, son amenazas causadas, en gran parte, por la producción y el consumo insostenible. A esto se le conoce como los motores de la pérdida de la diversidad biológica. Sin embargo, WWF advierte que no existe una hoja de ruta clara para alcanzar el objetivo contemplado en el borrador: “garantizar que la biodiversidad se utilice de manera sostenible para satisfacer las necesidades de las personas”. (También puede leer: En fotos: la especie de oso que camina por Colombia)
La ONG propone que se contemple el acuerdo más ambicioso que se tiene hasta el momento para atacar a esos motores, el cual se encuentra contemplado en la Resolución ya mencionada de la UICN: “reducir a la mitad la huella de nuestra producción y consumo para 2030″.
Las soluciones basadas en la naturaleza no aparecen en el borrador
Hace una semana, al término de la tercera sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA 5.2), 193 países llegaron a acuerdos sobre tres resoluciones fundamentales para el ambiente en el planeta. Una de ellas, señala Barrera, tiene que ver con las soluciones basadas en la naturaleza (SbN).
Pero en el primer borrador del Marco Global no existe, hasta el momento, ninguna mención a este tipo de soluciones. Esto, a pesar de que, como dice WWF: “Las SbN son una herramienta importante para abordar los desafíos de la sociedad, incluyendo el cambio climático, la seguridad alimentaria y el acceso al agua, entre otros, mediante acciones como la protección, restauración o el manejo sostenible de los ecosistemas que buscan aprovechar el potencial de la naturaleza”
Así pues, el texto debe incluir a las SbN para que estas contribuyan con el logro de los objetivos que se plantea el Convenio de Diversidad Biológica. Además, señalan los expertos, estas se deben incluir con un enfoque de derechos. “Se debe reconocer el rol que juegan los pueblos indígenas y las comunidades locales y la importancia de que las acciones que se desarrollen en sus territorios se hagan respetando los derechos de estas comunidades, con un consentimiento previo, libre e informado”, explica Barrera al respecto. (Puede interesarle: 2022, un año clave para revertir la pérdida de biodiversidad)
Eliminar los incentivos perjudiciales, una deuda
Un informe realizado en 2020 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calculó que los subsidios que resultan perjudiciales para la naturaleza alcanzan los 500.000 millones de dólares, aunque la cifra podría ser mayor.
Si bien el primer borrador hace alusión a “eliminar, reducir progresivamente o reformar los subsidios y otros incentivos que sean perjudiciales para la biodiversidad”, no establece una fecha límite para hacerlo. Esto podría solventarse, en gran manera, fijando el objetivo a 2030, sugiere WWF.
Además, Barrera recuerda que gran parte de la financiación para biodiversidad proviene de fondos públicos, por lo que la organización también recomendó que se incluyan acciones que fortalezcan el financiamiento por parte del sector privado.
Sin planificación y seguimiento se puede repetir lo de Aichi
Según un reporte publicado por la Convención de Diversidad Biológica en 2020, ninguna de las metas de Aichi (que serán reemplazadas por las de Kunming) se cumplió globalmente, y solo seis de las 20 se alcanzaron parcialmente. Este fracaso se explica, en gran parte, por la ausencia de mecanismos que no permitieron hacerle seguimiento o evaluar la implementación de estas metas. (Puede leer: Galería: Estos son algunos de los mamíferos que habitan en el páramo de Chingaza)
Sin embargo, advierte el informe, el borrador que será discutido en Suiza “no proporciona procesos claros de monitoreo y evaluación”. El documento es enfático en señalar que esta omisión es preocupante, y aboga a que los miembros del CBD incluyan un mecanismo sólido de implementación “que promueva la responsabilidad y la transparencia, (...) la planificación, la presentación de informes y (...) el avance escalonado y su cumplimiento, así como un balance global para evaluar el progreso colectivo”.
Falta alineación entre agendas internacionales
Por último, el informe hace un llamado para que el Marco Global contemple la interrelación que existe entre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
De lo que se trata, concluye Barrera, “es que los países fortalezcan la articulación y la implementación entre los convenios internacionales para abordar ambas crisis,, pues el cambio climático impulsa la pérdida de naturaleza y viceversa. Son dos caras de una misma moneda”.
Aunque aún no hay una fecha definida, este año se debe llevar a cabo la segunda parte de la 15° Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP15), uno de los eventos ambientales más importantes del año. En Kunming, China, se adoptará la declaración que llevará el mismo nombre de la ciudad y que servirá como hoja de ruta para detener y revertir la pérdida de biodiversidad de aquí al 2030.
A unos días de que en Ginebra, Suiza, se reúnan representantes de los 196 países que hacen parte del Convenio de Diversidad Biológica (CBD), quienes son los encargados de fijar los objetivos y metas de esa hoja de ruta conocida como el Marco Global de Biodiversidad post 2020, un informe de WWF indica que el borrador que allí será discutido sigue quedándose corto frente a la urgencia que hay. (Puede leer: Biodiversidad y bienestar humano, una relación vital que está en peligro)
Puntualmente, “Cerrando la brecha: Traduciendo los compromisos políticos en un ambicioso Marco de Biodiversidad Global”, advierte que, aunque el Primer Borrador que se hizo público en el verano de 2021 ha mejorado con respecto al borrador cero, este no alcanza el nivel de ambición básico ni los compromisos asumidos en otros foros por parte de numerosos líderes políticos Es decir, se están quedando en el discurso.
Como señaló WWF en el documento, los líderes se enfrentan a una crisis de credibilidad y las personas se están cansando de las promesas vacías. Además, como ha sido resaltado en diversos escenarios y por diferentes entidades, la pérdida de biodiversidad es una de las amenazas urgentes que enfrenta la humanidad y el planeta. Por eso, lo que se discuta en las próximas semanas en Suiza es fundamental, ya que es la última oportunidad que tienen las Partes de garantizar que el Marco Global que se adoptará en Kunming sea suficientemente ambicioso y transformador para revertir la pérdida de biodiversidad y asegurar un mundo positivo para la naturaleza para 2030, en beneficio de todas las personas y del planeta.
El análisis realizado por la ONG señala nueve áreas en las que el borrador debería fortalecerse, y las compara con compromisos planteados a través de diferentes coaliciones y declaraciones a nivel político que han hecho países que hacen parte del Convenio de Diversidad Biológica. ¿Qué encontraron?
Un objetivo general muy poco ambicioso
Para Ximena Barrera, Coordinadora de Política para América Latina de WWF, el primer punto, y uno de los más importantes , tiene que ver con el objetivo general del Marco Global. Actualmente, este habla de “adoptar medidas urgentes (...) para conservar y hacer uso sostenible de la diversidad biológica y garantizar la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos para situar la diversidad biológica en la senda de la recuperación para 2030″. (Le puede interesar: La iniciativa que busca acabar con el retamo, una de las especies invasoras en Colombia)
El objetivo, dice WWF, tiene que ser mucho más ambicioso. “Por eso hablamos de detener y revertir la pérdida de biodiversidad para el año 2030 con el fin de garantizar un mundo naturaleza positiva”, apunta Barrera, recogiendo el compromiso que ha quedado plasmado en otras instancias como el Compromiso de Líderes por la Naturaleza (LPN), el Pacto por la Naturaleza del G7, el Comunicado de Líderes del G20, entre otros.
Extinción de especies, otro objetivo que se queda corto
La segunda área que resalta el informe tiene que ver con la extinción de especies impulsada por el ser humano. El Primer Borrador habla de que el “incremento en la tasa de extinción se detenga o revierta, y que el riesgo de extinción se reduzca al menos en un 10 por ciento”.
Pero esto, en comparación con otras instancias, es muy poco. Por eso, WWF señala que, para reflejar una mayor ambición, el texto debe destacar que el objetivo de evitar la extinción de especies debe ser inmediato. Además, debe hablar de “recuperar la abundancia de poblaciones de especies para 2030″, tal como lo hizo la Resolución 166 del Congreso Mundial de Conservación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Patrones de producción y consumo sin metas específicas
Si hay algo que la ciencia ha ido aclarando cada vez más es que, tanto la pérdida de biodiversidad, como la degradación de los ecosistemas y el cambio climático, son amenazas causadas, en gran parte, por la producción y el consumo insostenible. A esto se le conoce como los motores de la pérdida de la diversidad biológica. Sin embargo, WWF advierte que no existe una hoja de ruta clara para alcanzar el objetivo contemplado en el borrador: “garantizar que la biodiversidad se utilice de manera sostenible para satisfacer las necesidades de las personas”. (También puede leer: En fotos: la especie de oso que camina por Colombia)
La ONG propone que se contemple el acuerdo más ambicioso que se tiene hasta el momento para atacar a esos motores, el cual se encuentra contemplado en la Resolución ya mencionada de la UICN: “reducir a la mitad la huella de nuestra producción y consumo para 2030″.
Las soluciones basadas en la naturaleza no aparecen en el borrador
Hace una semana, al término de la tercera sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA 5.2), 193 países llegaron a acuerdos sobre tres resoluciones fundamentales para el ambiente en el planeta. Una de ellas, señala Barrera, tiene que ver con las soluciones basadas en la naturaleza (SbN).
Pero en el primer borrador del Marco Global no existe, hasta el momento, ninguna mención a este tipo de soluciones. Esto, a pesar de que, como dice WWF: “Las SbN son una herramienta importante para abordar los desafíos de la sociedad, incluyendo el cambio climático, la seguridad alimentaria y el acceso al agua, entre otros, mediante acciones como la protección, restauración o el manejo sostenible de los ecosistemas que buscan aprovechar el potencial de la naturaleza”
Así pues, el texto debe incluir a las SbN para que estas contribuyan con el logro de los objetivos que se plantea el Convenio de Diversidad Biológica. Además, señalan los expertos, estas se deben incluir con un enfoque de derechos. “Se debe reconocer el rol que juegan los pueblos indígenas y las comunidades locales y la importancia de que las acciones que se desarrollen en sus territorios se hagan respetando los derechos de estas comunidades, con un consentimiento previo, libre e informado”, explica Barrera al respecto. (Puede interesarle: 2022, un año clave para revertir la pérdida de biodiversidad)
Eliminar los incentivos perjudiciales, una deuda
Un informe realizado en 2020 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calculó que los subsidios que resultan perjudiciales para la naturaleza alcanzan los 500.000 millones de dólares, aunque la cifra podría ser mayor.
Si bien el primer borrador hace alusión a “eliminar, reducir progresivamente o reformar los subsidios y otros incentivos que sean perjudiciales para la biodiversidad”, no establece una fecha límite para hacerlo. Esto podría solventarse, en gran manera, fijando el objetivo a 2030, sugiere WWF.
Además, Barrera recuerda que gran parte de la financiación para biodiversidad proviene de fondos públicos, por lo que la organización también recomendó que se incluyan acciones que fortalezcan el financiamiento por parte del sector privado.
Sin planificación y seguimiento se puede repetir lo de Aichi
Según un reporte publicado por la Convención de Diversidad Biológica en 2020, ninguna de las metas de Aichi (que serán reemplazadas por las de Kunming) se cumplió globalmente, y solo seis de las 20 se alcanzaron parcialmente. Este fracaso se explica, en gran parte, por la ausencia de mecanismos que no permitieron hacerle seguimiento o evaluar la implementación de estas metas. (Puede leer: Galería: Estos son algunos de los mamíferos que habitan en el páramo de Chingaza)
Sin embargo, advierte el informe, el borrador que será discutido en Suiza “no proporciona procesos claros de monitoreo y evaluación”. El documento es enfático en señalar que esta omisión es preocupante, y aboga a que los miembros del CBD incluyan un mecanismo sólido de implementación “que promueva la responsabilidad y la transparencia, (...) la planificación, la presentación de informes y (...) el avance escalonado y su cumplimiento, así como un balance global para evaluar el progreso colectivo”.
Falta alineación entre agendas internacionales
Por último, el informe hace un llamado para que el Marco Global contemple la interrelación que existe entre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
De lo que se trata, concluye Barrera, “es que los países fortalezcan la articulación y la implementación entre los convenios internacionales para abordar ambas crisis,, pues el cambio climático impulsa la pérdida de naturaleza y viceversa. Son dos caras de una misma moneda”.