Algunos moluscos se están haciendo resistentes a la extinción, ¿por qué?
Algunos de los moluscos que comemos estarían en riesgo de extinción por la presión que ejerce la explotación humana, pero, paradójicamente, otros parecen volverse más resistentes.
Los moluscos son orden de animales que agrupa a cientos de especies marinas que son importantes para los ecosistemas, pero que también hacen parte del consumo humano. Durante años, ha existido la duda sobre qué tan fuerte es la presión que se ejerce sobre estos animales debido a esta explotación. (Le puede interesar: ¿Podría vivir un mes sin agua? A la mitad de la población mundial ya le toca hacerlo)
Un estudio publicado recientemente en la revista especializada Nature dio a conocer hallazgos sorprendentes sobre el consumo de estas especies. Los investigadores utilizaron información de diferentes bases de datos para establecer cuáles se encontraban en estado de vulnerabilidad o en peligro de extinción.
Para esto tomaron en cuenta los rasgos ecológicos de más de 700 especies de moluscos, con el fin de determinar si su pesca pone en riesgo a sus poblaciones y, en caso contrario, determinar las características que los hacen resistentes.
Así encontraron que una cantidad considerable de especies que son explotadas a nivel mundial para el consumo humano parecen estar resistiéndose a la extinción. Según los investigadores, en esto influirían dos rasgos ecológicos: su amplia distribución geográfica y su distribución térmica. (Le recomendamos: Los depredadores marinos pueden perder hasta el 70 % de su hábitat. Esta es la razón)
Entre mayor distribución geográfica y térmica tiene una especie, dicen los autores, hay una tendencia a ser más resistente a los cambios en el ambiente y a la explotación humana. Contrario a lo que se podría creer, estas poblaciones parecen fortalecerse por características intrínsecas, que garantizan su supervivencia.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Algunos molusctos, como los pertenecientes al clado Pteriomorphia (dentro del que se encuentran las ostras, por ejemplo), agrupan a especies que están siendo explotadas y que tienen una mayor vulnerabilidad frente a la extinción.
Algo similar ocurre en regiones geográficas como el Atlántico oriental tropical, el Atlántico sudoccidental y el Pacífico sudoriental. En estas regiones se concentra un número “desproporcionado” de especies, de acuerdo con los autores, y son vulnerables porque no tienen las mismas características de distribución que aquellas que se hacen más fuertes. (También puede leer: Actividad de los volcanes Chiles y Cerro Negro disminuye, pero los sismos siguen)
Para determinar su estado de vulnerabilidad, los investigadores sugieren hacer más estudios taxonómicos y de rasgos ecológicos en las especies que se encuentran en estas regiones, con el fin de tomar medidas sobre su conservación.
Los moluscos son orden de animales que agrupa a cientos de especies marinas que son importantes para los ecosistemas, pero que también hacen parte del consumo humano. Durante años, ha existido la duda sobre qué tan fuerte es la presión que se ejerce sobre estos animales debido a esta explotación. (Le puede interesar: ¿Podría vivir un mes sin agua? A la mitad de la población mundial ya le toca hacerlo)
Un estudio publicado recientemente en la revista especializada Nature dio a conocer hallazgos sorprendentes sobre el consumo de estas especies. Los investigadores utilizaron información de diferentes bases de datos para establecer cuáles se encontraban en estado de vulnerabilidad o en peligro de extinción.
Para esto tomaron en cuenta los rasgos ecológicos de más de 700 especies de moluscos, con el fin de determinar si su pesca pone en riesgo a sus poblaciones y, en caso contrario, determinar las características que los hacen resistentes.
Así encontraron que una cantidad considerable de especies que son explotadas a nivel mundial para el consumo humano parecen estar resistiéndose a la extinción. Según los investigadores, en esto influirían dos rasgos ecológicos: su amplia distribución geográfica y su distribución térmica. (Le recomendamos: Los depredadores marinos pueden perder hasta el 70 % de su hábitat. Esta es la razón)
Entre mayor distribución geográfica y térmica tiene una especie, dicen los autores, hay una tendencia a ser más resistente a los cambios en el ambiente y a la explotación humana. Contrario a lo que se podría creer, estas poblaciones parecen fortalecerse por características intrínsecas, que garantizan su supervivencia.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Algunos molusctos, como los pertenecientes al clado Pteriomorphia (dentro del que se encuentran las ostras, por ejemplo), agrupan a especies que están siendo explotadas y que tienen una mayor vulnerabilidad frente a la extinción.
Algo similar ocurre en regiones geográficas como el Atlántico oriental tropical, el Atlántico sudoccidental y el Pacífico sudoriental. En estas regiones se concentra un número “desproporcionado” de especies, de acuerdo con los autores, y son vulnerables porque no tienen las mismas características de distribución que aquellas que se hacen más fuertes. (También puede leer: Actividad de los volcanes Chiles y Cerro Negro disminuye, pero los sismos siguen)
Para determinar su estado de vulnerabilidad, los investigadores sugieren hacer más estudios taxonómicos y de rasgos ecológicos en las especies que se encuentran en estas regiones, con el fin de tomar medidas sobre su conservación.