Así arranca la campaña “Por los Páramos, Por la gente”
La Unión Europea, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo y la FAO financiarán la primera etapa del proyecto con el que se busca definir el potencial del Páramo Cruz Verde para entrar en el esquema de Pagos por Servicios Ambientales y ofrecerle alternativas a las comunidades que les permitan conservar los ecosistemas y transformar sus prácticas de producción agrícola haciéndolas más sostenibles.
El complejo de páramos Cruz Verde –Sumapaz, considerado el más grande del mundo, es un ecosistema que se extiende en la Cordillera Oriental de Colombia, en los departamentos de Cundinamarca, Meta y Huila, con una superficie total de 315.066 ha., de las cuales 142.112 (45%) se encuentran protegidas por el Estado, bajo la jurisdicción del Parque Nacional Natural (PNN) de Sumapaz, es decir, el 63% del PNN corresponde a páramo, según MinAmbiente.
Allí se forman los ríos Sumapaz y Cuja, y nacen también los ríos Meta, Ariari y Guayabero, que son afluentes del río Orinoco; adicionalmente, más de 20 lagunas y la cuenca del río Tunjuelo, el cual provee de agua a gran parte de Bogotá. Sin embargo, estos recursos hídricos están en riesgo. Tanto así, que según entidades como la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), varias hectáreas de páramo han sido ocupadas por actividades agropecuarias, lo que ha llevado a la contaminación de suelos y aguas, y a la pérdida de innumerables especies de flora, entre ellas, los emblemáticos frailejones.
Ante este panorama, la Unión Europea (UE), la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible(MADS) y la Asociación de Acueductos AGUASISO E.S.P., están colaborando para implementar el proyecto “Alianza de Integración Regional para la caracterización de predios con potencial de ingreso al Esquema de Pago por Servicios Ambientales (PSA) en el Páramo de Cruz Verde”.
Se espera beneficiara familias campesinas que se encuentran en las partes altas de los municipios de Pasca y Sibaté (Cundinamarca). “Nosotros a través de este Programa de PSA prestamos asistencia técnica a los entes territoriales, autoridades ambientales y personas que quieran implementar PSA, es decir, recibir un incentivo por contribuir a la conservación y preservación de nuestros ecosistemas”, explica Katia Flórez, jefe de la Oficina de Negocios Verdes y Sostenibles del MADS.
Con el proyecto piloto, la Asistencia Técnica al Desarrollo Rural con Enfoque Territorial II (AT DRET II) contribuye a que, en 8 meses, AGUASISO E.S.P. haga la caracterización de 220 predios en este ecosistema estratégico para que la implementación de políticas públicas agrícolas y de ambiente sea una realidad en los territorios y la Agenda Interministerial entre ambos sectores avance. “Es este proceso buscamos reconocer cuáles de los terrenos que están en la zona de páramo aplican para reforestación, restauración, protección y, en esa medida, saber cuáles son esos 220 predios; luego pasaremos a la gestión de los pagos”, confirmó Angie Otálora, administradora de AGUASISO E.S.P.
Esta iniciativa, que hace parte de la campaña “Por los Páramos, por la gente” liderada por la Unión Europea y que materializa en Colombia la estrategia de Biodiversidad del Pacto Verde, fue dada a conocer durante la visita a este complejo natural del embajador de la UE en Colombia, Gilles Bertrand; el responsable de la AICS en Bogotá, Luca De Paoli; la jefe de Asuntos Verdes y Sostenibles del MADS, Katia Flórez; y delegados de las Alcaldías de Sibaté, Soacha y Pasca; así como de la Gobernación de Cundinamarca y la Secretaría de Ambiente de Bogotá, quienes fueron recibidos y guiados por líderes de la comunidad.
“La Unión Europea tiene una historia de amor con los páramos de Colombia, relación que lleva más de 7 años, y en donde trabajamos para protegerlos junto a las comunidades y con las autoridades de este país, tanto locales como nacionales. Hemos apoyado desde el inicio, la elaboración y aprobación de la Ley de Páramos, junto a entidades como el Instituto Humboldt. y luego todo lo que ha sido su implementación en varias regiones del país”, afirmó Gilles Bertrand, quien, además, recalcó la necesidad de seguir trabajando, tanto para fortalecer la identidad de las poblaciones de alta montaña con los páramos, como por incrementar el turismo de habitantes urbanos a estos ecosistemas.
La campaña “Por los Páramos, por la gente” también visibilizará la situación actual, problemáticas y propuestas de solución a los conflictos por uso del suelo en otros páramos dentro de los que están el Páramo de Chingaza (Cundinamarca), Rabanal (Boyacá) y Los Nevados (Eje Cafetero), promoviendo que conservación ambiental y vida digna para las comunidades vayan siempre de la mano.
Por su parte, el responsable en Bogotá de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo, Luca De Paoli, dio a conocer la apuesta de desarrollo rural sostenible de la AICS para la Región Andina con la que impulsarán, entre otras acciones, la “Innovación Rural Sostenible” que se llevará a cabo en Boyacá, Cundinamarca, Meta, Tolima, Huila y el distrito de Bogotá, de la mano de socios como los ministerios de Agricultura y Ambiente, la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) y las autoridades ambientales locales.
“Con esta estrategia queremos promover e integrar prácticas innovadoras de sostenibilidad en el desarrollo rural, dadas las condiciones de variabilidad climática de la región central de Colombia. Hemos previsto la participación de pequeños productores, entidades territoriales, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, que contribuyan a la conservación del ecosistema y la función del paisaje agro-productivo de manera integral, y la promoción de servicios ecosistémicos”.
En el Páramo de Cruz Verde también AGUASISO es conocido por campañas de sensibilización con la comunidad en las que se informan de las afectaciones que sufren estos ecosistemas debido a las acciones humanas, una de ella es la de “Guardianes del Agua” que, como lo cuentan sus protagonistas, niños, niñas y adolescentes de la zona, les permite “comprender, a partir de las enseñanzas de sus abuelos, cómo era el manejo antes de los recursos naturales, recuperando el valor del agua y motivando a las nuevas generaciones a que se conecten con sus territorios, y ayuden a su conservación”, explica Xsue Villaneda, uno de los Guardianes.
El complejo de páramos Cruz Verde –Sumapaz, considerado el más grande del mundo, es un ecosistema que se extiende en la Cordillera Oriental de Colombia, en los departamentos de Cundinamarca, Meta y Huila, con una superficie total de 315.066 ha., de las cuales 142.112 (45%) se encuentran protegidas por el Estado, bajo la jurisdicción del Parque Nacional Natural (PNN) de Sumapaz, es decir, el 63% del PNN corresponde a páramo, según MinAmbiente.
Allí se forman los ríos Sumapaz y Cuja, y nacen también los ríos Meta, Ariari y Guayabero, que son afluentes del río Orinoco; adicionalmente, más de 20 lagunas y la cuenca del río Tunjuelo, el cual provee de agua a gran parte de Bogotá. Sin embargo, estos recursos hídricos están en riesgo. Tanto así, que según entidades como la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), varias hectáreas de páramo han sido ocupadas por actividades agropecuarias, lo que ha llevado a la contaminación de suelos y aguas, y a la pérdida de innumerables especies de flora, entre ellas, los emblemáticos frailejones.
Ante este panorama, la Unión Europea (UE), la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible(MADS) y la Asociación de Acueductos AGUASISO E.S.P., están colaborando para implementar el proyecto “Alianza de Integración Regional para la caracterización de predios con potencial de ingreso al Esquema de Pago por Servicios Ambientales (PSA) en el Páramo de Cruz Verde”.
Se espera beneficiara familias campesinas que se encuentran en las partes altas de los municipios de Pasca y Sibaté (Cundinamarca). “Nosotros a través de este Programa de PSA prestamos asistencia técnica a los entes territoriales, autoridades ambientales y personas que quieran implementar PSA, es decir, recibir un incentivo por contribuir a la conservación y preservación de nuestros ecosistemas”, explica Katia Flórez, jefe de la Oficina de Negocios Verdes y Sostenibles del MADS.
Con el proyecto piloto, la Asistencia Técnica al Desarrollo Rural con Enfoque Territorial II (AT DRET II) contribuye a que, en 8 meses, AGUASISO E.S.P. haga la caracterización de 220 predios en este ecosistema estratégico para que la implementación de políticas públicas agrícolas y de ambiente sea una realidad en los territorios y la Agenda Interministerial entre ambos sectores avance. “Es este proceso buscamos reconocer cuáles de los terrenos que están en la zona de páramo aplican para reforestación, restauración, protección y, en esa medida, saber cuáles son esos 220 predios; luego pasaremos a la gestión de los pagos”, confirmó Angie Otálora, administradora de AGUASISO E.S.P.
Esta iniciativa, que hace parte de la campaña “Por los Páramos, por la gente” liderada por la Unión Europea y que materializa en Colombia la estrategia de Biodiversidad del Pacto Verde, fue dada a conocer durante la visita a este complejo natural del embajador de la UE en Colombia, Gilles Bertrand; el responsable de la AICS en Bogotá, Luca De Paoli; la jefe de Asuntos Verdes y Sostenibles del MADS, Katia Flórez; y delegados de las Alcaldías de Sibaté, Soacha y Pasca; así como de la Gobernación de Cundinamarca y la Secretaría de Ambiente de Bogotá, quienes fueron recibidos y guiados por líderes de la comunidad.
“La Unión Europea tiene una historia de amor con los páramos de Colombia, relación que lleva más de 7 años, y en donde trabajamos para protegerlos junto a las comunidades y con las autoridades de este país, tanto locales como nacionales. Hemos apoyado desde el inicio, la elaboración y aprobación de la Ley de Páramos, junto a entidades como el Instituto Humboldt. y luego todo lo que ha sido su implementación en varias regiones del país”, afirmó Gilles Bertrand, quien, además, recalcó la necesidad de seguir trabajando, tanto para fortalecer la identidad de las poblaciones de alta montaña con los páramos, como por incrementar el turismo de habitantes urbanos a estos ecosistemas.
La campaña “Por los Páramos, por la gente” también visibilizará la situación actual, problemáticas y propuestas de solución a los conflictos por uso del suelo en otros páramos dentro de los que están el Páramo de Chingaza (Cundinamarca), Rabanal (Boyacá) y Los Nevados (Eje Cafetero), promoviendo que conservación ambiental y vida digna para las comunidades vayan siempre de la mano.
Por su parte, el responsable en Bogotá de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo, Luca De Paoli, dio a conocer la apuesta de desarrollo rural sostenible de la AICS para la Región Andina con la que impulsarán, entre otras acciones, la “Innovación Rural Sostenible” que se llevará a cabo en Boyacá, Cundinamarca, Meta, Tolima, Huila y el distrito de Bogotá, de la mano de socios como los ministerios de Agricultura y Ambiente, la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) y las autoridades ambientales locales.
“Con esta estrategia queremos promover e integrar prácticas innovadoras de sostenibilidad en el desarrollo rural, dadas las condiciones de variabilidad climática de la región central de Colombia. Hemos previsto la participación de pequeños productores, entidades territoriales, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, que contribuyan a la conservación del ecosistema y la función del paisaje agro-productivo de manera integral, y la promoción de servicios ecosistémicos”.
En el Páramo de Cruz Verde también AGUASISO es conocido por campañas de sensibilización con la comunidad en las que se informan de las afectaciones que sufren estos ecosistemas debido a las acciones humanas, una de ella es la de “Guardianes del Agua” que, como lo cuentan sus protagonistas, niños, niñas y adolescentes de la zona, les permite “comprender, a partir de las enseñanzas de sus abuelos, cómo era el manejo antes de los recursos naturales, recuperando el valor del agua y motivando a las nuevas generaciones a que se conecten con sus territorios, y ayuden a su conservación”, explica Xsue Villaneda, uno de los Guardianes.