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Avances y muchos retos hacia el futuro: un recorrido por un año de objetivos ambientales

Este año la campaña ambiental de El Espectador, BIBO, difundió 29 contenidos sobre las metas del Marco Global de la Diversidad Biológica para saber cómo el país puede cumplir con estos compromisos que buscan detener y revertir la pérdida de biodiversidad.

14 de diciembre de 2023 - 03:00 p. m.
Avances y muchos retos hacia el futuro: un recorrido por un año de objetivos ambientales
Foto: Instituto Alexander von Humboldt - Luis Fernando López

Hace un año 196 países, incluido Colombia, firmaron el Marco Global de Biodiversidad Kumming-Montreal, un compromiso que en términos generales busca que para 2030 se detenga y revierta la pérdida de biodiversidad. Para ello el marco estipuló 23 metas puntuales que ayudarán a cumplir dicho objetivo. En BIBO, la campaña ambiental de El Espectador, quisimos abordar cada una de las metas para saber cómo se pueden cumplir en el contexto colombiano. (Lea: Las claves para proteger el agua en el Caribe, la Orinoquia y Amazonas)

A lo largo de este año, y de la mano de WWF Colombia y el Instituto Alexander von Humboldt, los directores técnicos de BIBO publicamos 29 notas donde explicamos nueve de las 23 metas del marco.

La primera de estas fue la dos, que indica que los países deben restaurar el 30 % de los ecosistemas degradados, tanto terrestres como marinos. En este punto los expertos con los que hablamos nos explicaron diferentes métodos que se pueden implementar para lograrlo, resaltando la importancia de desarrollar estos procesos con las comunidades.

“La restauración, independiente del ecosistema, es un trabajo que debe ser interdisciplinario con las comunidades, porque son ellas las que están viviendo en el territorio. Si no hay un marco legal, ni voluntad de las comunidades, los procesos no serán efectivos”, explicaba César Suárez, investigador de WWF Colombia.

Para ahondar en este tema, con el Instituto Humboldt explicamos en qué consiste el mapa de restauración nacional, una herramienta con la que cuenta el país desde 2022, que permite saber dónde se pueden hacer estos procesos, así como los impactos y los costos que tendrá.

En mayo abordamos la meta 11, sobre las contribuciones que la naturaleza le brinda a la humanidad. El marco propone que para 2030 beneficios como la regulación del aire, el agua y el clima, la salud de los suelos, la polinización y la reducción del riesgo de enfermedades, entre otros, se deben restaurar, mantener e incluso mejorar.

En ese sentido, otra de las notas que publicamos abordó las plantas útiles que hay en el país. Para ello nos basamos en un contenido realizado por el Instituto Humboldt y el Real Jardín Botánico de Kew, en el que explican de manera detallada las plantas con las que cuenta Colombia y que tienen algún uso, bien sea medicinal, comestible o insecticida.

Otro de los temas de los que hablamos en BIBO este año fue la contaminación, una de las tres crisis que enfrenta el planeta y que desde el marco se busca que en los próximos seis años se reduzcan los riesgos y sus efectos negativos a niveles que no sean perjudiciales.

Para este tema tratamos específicamente dos tipos de contaminación: la acústica y la plástica. En el primer caso, Juan Sebastián Ulloa, investigador del Centro de Estudios Socioecológicos y Cambio Global del Instituto Humboldt, explicaba que el reto a nivel mundial es crear conciencia para aprender a escuchar el mundo natural y, al mismo tiempo, reducir todo tipo de contaminación auditiva para mantener la integridad de los ecosistemas y fortalecer nuestra relación con la biodiversidad.

En el segundo caso abordamos el tratado que busca eliminar la contaminación plástica en el mundo. María Alejandra González, coordinadora de Políticas de Plásticos de WWF en Latinoamérica y el Caribe, nos explicó en qué consiste el documento y cuál es su objetivo, así como el proceso que ha tenido.

En julio, el tema central fue el consumo sostenible. El enfoque en este caso fue la alimentación, pues el 40 % de la comida que se produce en el mundo se desperdicia. Por esto, una de las metas del marco es “asegurar que las personas sean alentadas y capacitadas para tomar decisiones de consumo sostenible”. Comprar productos locales y aprovechar la variedad que brinda la biodiversidad de Colombia fueron algunas de las recomendaciones de los voceros del Humboldt y WWF para hacerle frente a este tema.

La siguiente meta que explicamos en BIBO fue la número tres, una de las más ambiciosas del documento. En esta se busca que los países conserven al menos el 30 % de su territorio, terrestre y marino, en los próximos siete años. Si bien Colombia ha avanzado en este tema con la declaración de áreas protegidas, hay otros aspectos que también se deben tener en cuenta.

“Hay que entender que la meta del 30 x 30 no se trata solo de que los países cumplan con ese 30 % bajo figuras de conservación, sino que, adicionalmente, deben cumplir con unos términos de calidad que incluyen condiciones de manejo efectivo, conectividad, equidad y representatividad”, sostuvo Carlos Mauricio Herrera, especialista en Áreas Protegidas y Estrategias de Conservación de WWF Colombia.

La conservación y recuperación de especies, en particular las que están amenazadas, la participación y representación de los pueblos indígenas y las comunidades locales, así como la reducción de los efectos del cambio climático, fueron las otras metas que abordamos en los últimos tres meses del año.

En 2024 y principios de 2025, BIBO continuará divulgando contenidos relacionados con las demás metas del Marco de Biodiversidad. La idea es seguir contando qué acciones puntuales se deben implementar, o se están implementando, en el país para contribuir a la conservación desde uno de los países más biodiversos del mundo.

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