Caldas, un buen ejemplo de cómo gestionar el agua en el país
(Información institucional) El departamento es uno de los líderes en gestión del agua en el país. Ha logrado consolidar instrumentos de planificación a la vanguardia. Algunos de sus retos frente a la llegada de nuevos alcaldes y gobernadores son la consolidación del turismo de naturaleza y potencializar su oferta hídrica. Aprendizajes del “II Encuentro Regional por el Agua y la Energía Renovable 2023″.
Laura Garzón Acosta
El ordenamiento de las cuencas de Caldas es un referente para el país. El departamento de Caldas hoy tiene en marcha ocho Planes de Ordenamiento y Manejo Integral de Cuencas Hidrográficas (Pomca) que revelan una efectiva gobernanza en el territorio. Para esto, se ha requerido planeación del uso del suelo, de las aguas, de la flora y de la fauna, lo cual ha permitido mantener el equilibrio entre el aprovechamiento social y económico de sus recursos naturales. (Le puede interesar: Esto es lo que la inteligencia artificial puede aprender de las abejas)
Esa fue una de las principales ideas que expusieron durante el “II Encuentro por el Agua y la Energía Renovable 2023”, en Manizales, en el que participaron más de 50 actores de los sectores públicos y privados de la región de influencia. Allí se abordaron los desafíos de las macrocuencas de los ríos La Miel y Guarinó, esenciales para el departamento. La primera alcanza un área de 1.179 km2 y tiene un cauce de 127 km que recorre los departamentos de Antioquia y Caldas. La segunda está en Tolima y Caldas. Su extensión es de 838,3 km2 y su cauce de 116 km.
Ambas forman parte de la zona hidrográfica del Magdalena Medio, que a su vez pertenece a la macrocuenca Magdalena-Cauca, el territorio más poblado del país. Ahí es donde han ocurrido las mayores transformaciones de sus ecosistemas naturales, porque se desarrolla la mayor actividad económica del país, y por ello es urgente plantear acciones estratégicas de ordenamiento territorial, gestión del recurso hídrico y sostenibilidad ambiental, económica, productiva y social.
De acuerdo con Marcela Cardona, subdirectora de Planificación Ambiental de Corpocaldas, la coordinación de acciones entre los distintos municipios es la clave del éxito. “Nuestro fin es, además, garantizar la conservación de la estructura físico-biótica de las cuencas y particularmente del agua”. (Le recomendamos: Biodiversidad y empresas: un acuerdo sobre lo fundamental)
Una de las conclusiones del encuentro fue que un aspecto clave para estructurar los planes de ordenamiento territorial deben ser los Pomca. Así lo señaló Sandra Valenzuela, directora de WWF Colombia: “deben ser el punto de partida para cualquier propuesta que aterrice al territorio, al cual se deben ir agregando diferentes medidas de uso del suelo, de regeneración, de economías y soluciones basadas en la naturaleza, de manejo del riesgo y de adaptación al cambio climático”.
Por su lado, Andrés Felipe Zuluaga, de TNC, recalcó la importancia de tener mecanismos de concertación locales en donde actores diversos puedan ser escuchados para que estas soluciones tengan en cuenta sus necesidades.”
Como complemento a los Pomca, el departamento hoy cuenta con los Planes de Acción Integral (PAI), como es el caso de la cuenca del río Guarinó. Es un espacio de planificación participativa en donde se llevan a cabo distintos proyectos temáticos alrededor del agua, la salud y la calidad de vida. Allí se destacan la instalación de estufas ecoeficientes, los huertos leñeros, actividades para mejorar el saneamiento básico, ejercicios de reforestación y restauración, así como el manejo integral de residuos sólidos. (También puede leer: Destino Naturaleza busca potenciar el desarrollo del turismo sostenible en el país)
Se trata de un abordaje que coincide con los planteamientos del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, el cual hace un llamado a que el agua sea el eje articulador del ordenamiento territorial. En Caldas hay ejemplos que pueden servir para otras regiones.
Si bien hay avances en materia de implementación de la política de gestión del recurso hídrico, los participantes del “Encuentro por el Agua” señalaron que se debe hacer un ajuste: ver la cuenca como territorio y no desde el ciclo del agua.
“Tenemos importantes procesos andando en materia de oferta del agua, pero en demanda nos hace falta que haya mecanismos para la descontaminación. En el departamento hay una sola Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), en el municipio de Victoria. Si bien deberá ser prioridad para las entrantes administraciones, la comunidad también debe entender que hay una corresponsabilidad en mantener en buen estado las cuencas de las cuales depende su vida”, apuntó Mercedes Restrepo, profesional de gobernanza en áreas protegidas de Corpocaldas. (Le puede interesar: Los polinizadores silvestres están en riesgo, pero la polinización continúa, ¿por qué?)
Otro de los temas abordados fue el derecho fundamental a la alimentación, una cuestión que pone en el debate un tema clave: ¿qué tipo de alimentación se va a promover? Lograr la meta que se trace dependerá del uso adecuado del agua, pues muchos de los procesos productivos tienen una alta huella hídrica. En el departamento, los esfuerzos están puestos en renovar acuerdos que optimicen la producción de alimentos ambientalmente más sostenibles.
Es el caso de los programas de restauración ecológica de las cuencas, que están enfocados en la recuperación de los humedales y sistemas productivos sostenibles. Se han establecido parcelas agroforestales de aguacate, maíz y fríjol, apuntando a las metas de adaptación al cambio climático.
Según dijo Eduardo Salazar, profesional de Corpocaldas, “tenemos andando procesos de restauración en función del abastecimiento que busca la regulación hídrica para las comunidades, que han respondido con apropiación del conocimiento y mejorando sus prácticas de producción”. De acuerdo con cifras de ISAGEN, si bien estos trabajos son de largo aliento, hoy el 85 % de las comunidades que se encuentran en ambas cuencas reconocen los procesos de alternativas sostenibles.
Estos logros solo han sido posibles gracias al trabajo conjunto entre distintos sectores y al compromiso institucional de los municipios que abarcan estas cuencas. Por esta razón hubo un llamado unánime para los entrantes alcaldes y gobernadores: deben darse la oportunidad de conocer a profundidad estos procesos y darles la continuidad que requieren las grandes inversiones. (Le recomendamos: Lo que genera el ruido del tráfico y las industrias en la fauna y las personas)
“Deben garantizar espacios de diálogo y socialización con las nuevas administraciones para que haya un trabajo de empalme en donde se conozcan todos los avances que los distintos municipios han logrado”, indicó Juan Carlos Palacio, jefe del área general de energía de la Central Hidroeléctrica de Caldas (CHEC).
“Tenemos una gobernanza instalada que ponemos a disposición de los próximos gobiernos. Contamos con más de 12 Planes de Ordenamiento Territorial concertados ambientalmente, adoptados bajo estas determinantes”, aseguró Cardona, de Corpocaldas.
Mantener la regulación hídrica de las cuencas
En términos de adaptación al cambio climático, Caldas es de los departamentos que lo necesitan con más urgencia. En el evento se identificó la necesidad de generar acciones que logren mantener el equilibrio en temporadas secas o exceso de lluvias, de manera que las cuencas puedan tener una regulación hídrica con procesos de restauración cada vez más innovadores e incluyentes. (También puede leer: Los océanos están inundados de plástico, pero aún es posible salvarlos)
“El clima va a estar variando y debe ser el panorama para nuevos mandatarios. Urge educación para la gestión, de manera que las secretarías de Planeación deben tener más capacidad de acción”, aseguró John Freddy Ríos, presidente del Consejo de la Cuenca La Miel.
“Las próximas administraciones locales y regionales deberán fortalecer la estructura ecológica principal disponible para cada uno de los municipios, bajo estándares de gobernanza mucho más efectivos y reales para las comunidades. Consideramos que las alcaldías y los concejos municipales deberían tener un papel mucho más decisorio en acciones relacionadas con adaptación al cambio climático”, añadió Doracely Ortiz, directora ejecutiva de la Corporación Aldea Global.
De manera unánime se hizo un llamado a fortalecer la educación ambiental y la cultura del agua. “Pobladores y comunidades están ávidos de conocimiento y capacitaciones para hacer frente a los efectos del cambio climático. La academia debe involucrarse de manera más activa en generación de conocimiento alrededor de la adaptación al cambio climático” dijo Gonzalo Duque, profesor de la Universidad Nacional de Caldas. (Lea: Deuda por naturaleza, una propuesta beneficiosa para el ambiente y los países)
Otro de los temas claves que se trataron durante el encuentro tuvo que ver con el desarrollo de energías renovables, un tema vital en medio de la crisis climática que vive el planeta. Caldas, en su caso, ha logrado consolidar una matriz limpia y sostenible. Es incluso el único departamento en donde se está desarrollando geotermia, al tiempo que le apuesta a una matriz diversificada que mezcla energías solar, eólica e hidráulica.
“Aspiramos, de manera conjunta con los distintos sectores, a tener todas las energías renovables no convencionales instaladas y en funcionamiento. Además, estamos pensando en generación energética no solo a gran escala, sino a pequeña escala; la autogeneración es el objetivo a mediano plazo”, concluyó Juan Carlos Palacio, de CHEC.
Los “Encuentros por el Agua y la Energía Renovable 2023” continúan su recorrido por el país. El próximo destino será la ciudad de Bucaramanga, el 21 de agosto.
El ordenamiento de las cuencas de Caldas es un referente para el país. El departamento de Caldas hoy tiene en marcha ocho Planes de Ordenamiento y Manejo Integral de Cuencas Hidrográficas (Pomca) que revelan una efectiva gobernanza en el territorio. Para esto, se ha requerido planeación del uso del suelo, de las aguas, de la flora y de la fauna, lo cual ha permitido mantener el equilibrio entre el aprovechamiento social y económico de sus recursos naturales. (Le puede interesar: Esto es lo que la inteligencia artificial puede aprender de las abejas)
Esa fue una de las principales ideas que expusieron durante el “II Encuentro por el Agua y la Energía Renovable 2023”, en Manizales, en el que participaron más de 50 actores de los sectores públicos y privados de la región de influencia. Allí se abordaron los desafíos de las macrocuencas de los ríos La Miel y Guarinó, esenciales para el departamento. La primera alcanza un área de 1.179 km2 y tiene un cauce de 127 km que recorre los departamentos de Antioquia y Caldas. La segunda está en Tolima y Caldas. Su extensión es de 838,3 km2 y su cauce de 116 km.
Ambas forman parte de la zona hidrográfica del Magdalena Medio, que a su vez pertenece a la macrocuenca Magdalena-Cauca, el territorio más poblado del país. Ahí es donde han ocurrido las mayores transformaciones de sus ecosistemas naturales, porque se desarrolla la mayor actividad económica del país, y por ello es urgente plantear acciones estratégicas de ordenamiento territorial, gestión del recurso hídrico y sostenibilidad ambiental, económica, productiva y social.
De acuerdo con Marcela Cardona, subdirectora de Planificación Ambiental de Corpocaldas, la coordinación de acciones entre los distintos municipios es la clave del éxito. “Nuestro fin es, además, garantizar la conservación de la estructura físico-biótica de las cuencas y particularmente del agua”. (Le recomendamos: Biodiversidad y empresas: un acuerdo sobre lo fundamental)
Una de las conclusiones del encuentro fue que un aspecto clave para estructurar los planes de ordenamiento territorial deben ser los Pomca. Así lo señaló Sandra Valenzuela, directora de WWF Colombia: “deben ser el punto de partida para cualquier propuesta que aterrice al territorio, al cual se deben ir agregando diferentes medidas de uso del suelo, de regeneración, de economías y soluciones basadas en la naturaleza, de manejo del riesgo y de adaptación al cambio climático”.
Por su lado, Andrés Felipe Zuluaga, de TNC, recalcó la importancia de tener mecanismos de concertación locales en donde actores diversos puedan ser escuchados para que estas soluciones tengan en cuenta sus necesidades.”
Como complemento a los Pomca, el departamento hoy cuenta con los Planes de Acción Integral (PAI), como es el caso de la cuenca del río Guarinó. Es un espacio de planificación participativa en donde se llevan a cabo distintos proyectos temáticos alrededor del agua, la salud y la calidad de vida. Allí se destacan la instalación de estufas ecoeficientes, los huertos leñeros, actividades para mejorar el saneamiento básico, ejercicios de reforestación y restauración, así como el manejo integral de residuos sólidos. (También puede leer: Destino Naturaleza busca potenciar el desarrollo del turismo sostenible en el país)
Se trata de un abordaje que coincide con los planteamientos del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, el cual hace un llamado a que el agua sea el eje articulador del ordenamiento territorial. En Caldas hay ejemplos que pueden servir para otras regiones.
Si bien hay avances en materia de implementación de la política de gestión del recurso hídrico, los participantes del “Encuentro por el Agua” señalaron que se debe hacer un ajuste: ver la cuenca como territorio y no desde el ciclo del agua.
“Tenemos importantes procesos andando en materia de oferta del agua, pero en demanda nos hace falta que haya mecanismos para la descontaminación. En el departamento hay una sola Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), en el municipio de Victoria. Si bien deberá ser prioridad para las entrantes administraciones, la comunidad también debe entender que hay una corresponsabilidad en mantener en buen estado las cuencas de las cuales depende su vida”, apuntó Mercedes Restrepo, profesional de gobernanza en áreas protegidas de Corpocaldas. (Le puede interesar: Los polinizadores silvestres están en riesgo, pero la polinización continúa, ¿por qué?)
Otro de los temas abordados fue el derecho fundamental a la alimentación, una cuestión que pone en el debate un tema clave: ¿qué tipo de alimentación se va a promover? Lograr la meta que se trace dependerá del uso adecuado del agua, pues muchos de los procesos productivos tienen una alta huella hídrica. En el departamento, los esfuerzos están puestos en renovar acuerdos que optimicen la producción de alimentos ambientalmente más sostenibles.
Es el caso de los programas de restauración ecológica de las cuencas, que están enfocados en la recuperación de los humedales y sistemas productivos sostenibles. Se han establecido parcelas agroforestales de aguacate, maíz y fríjol, apuntando a las metas de adaptación al cambio climático.
Según dijo Eduardo Salazar, profesional de Corpocaldas, “tenemos andando procesos de restauración en función del abastecimiento que busca la regulación hídrica para las comunidades, que han respondido con apropiación del conocimiento y mejorando sus prácticas de producción”. De acuerdo con cifras de ISAGEN, si bien estos trabajos son de largo aliento, hoy el 85 % de las comunidades que se encuentran en ambas cuencas reconocen los procesos de alternativas sostenibles.
Estos logros solo han sido posibles gracias al trabajo conjunto entre distintos sectores y al compromiso institucional de los municipios que abarcan estas cuencas. Por esta razón hubo un llamado unánime para los entrantes alcaldes y gobernadores: deben darse la oportunidad de conocer a profundidad estos procesos y darles la continuidad que requieren las grandes inversiones. (Le recomendamos: Lo que genera el ruido del tráfico y las industrias en la fauna y las personas)
“Deben garantizar espacios de diálogo y socialización con las nuevas administraciones para que haya un trabajo de empalme en donde se conozcan todos los avances que los distintos municipios han logrado”, indicó Juan Carlos Palacio, jefe del área general de energía de la Central Hidroeléctrica de Caldas (CHEC).
“Tenemos una gobernanza instalada que ponemos a disposición de los próximos gobiernos. Contamos con más de 12 Planes de Ordenamiento Territorial concertados ambientalmente, adoptados bajo estas determinantes”, aseguró Cardona, de Corpocaldas.
Mantener la regulación hídrica de las cuencas
En términos de adaptación al cambio climático, Caldas es de los departamentos que lo necesitan con más urgencia. En el evento se identificó la necesidad de generar acciones que logren mantener el equilibrio en temporadas secas o exceso de lluvias, de manera que las cuencas puedan tener una regulación hídrica con procesos de restauración cada vez más innovadores e incluyentes. (También puede leer: Los océanos están inundados de plástico, pero aún es posible salvarlos)
“El clima va a estar variando y debe ser el panorama para nuevos mandatarios. Urge educación para la gestión, de manera que las secretarías de Planeación deben tener más capacidad de acción”, aseguró John Freddy Ríos, presidente del Consejo de la Cuenca La Miel.
“Las próximas administraciones locales y regionales deberán fortalecer la estructura ecológica principal disponible para cada uno de los municipios, bajo estándares de gobernanza mucho más efectivos y reales para las comunidades. Consideramos que las alcaldías y los concejos municipales deberían tener un papel mucho más decisorio en acciones relacionadas con adaptación al cambio climático”, añadió Doracely Ortiz, directora ejecutiva de la Corporación Aldea Global.
De manera unánime se hizo un llamado a fortalecer la educación ambiental y la cultura del agua. “Pobladores y comunidades están ávidos de conocimiento y capacitaciones para hacer frente a los efectos del cambio climático. La academia debe involucrarse de manera más activa en generación de conocimiento alrededor de la adaptación al cambio climático” dijo Gonzalo Duque, profesor de la Universidad Nacional de Caldas. (Lea: Deuda por naturaleza, una propuesta beneficiosa para el ambiente y los países)
Otro de los temas claves que se trataron durante el encuentro tuvo que ver con el desarrollo de energías renovables, un tema vital en medio de la crisis climática que vive el planeta. Caldas, en su caso, ha logrado consolidar una matriz limpia y sostenible. Es incluso el único departamento en donde se está desarrollando geotermia, al tiempo que le apuesta a una matriz diversificada que mezcla energías solar, eólica e hidráulica.
“Aspiramos, de manera conjunta con los distintos sectores, a tener todas las energías renovables no convencionales instaladas y en funcionamiento. Además, estamos pensando en generación energética no solo a gran escala, sino a pequeña escala; la autogeneración es el objetivo a mediano plazo”, concluyó Juan Carlos Palacio, de CHEC.
Los “Encuentros por el Agua y la Energía Renovable 2023” continúan su recorrido por el país. El próximo destino será la ciudad de Bucaramanga, el 21 de agosto.