Chocó tiene una nueva área protegida: la selva pluvial- central Siete Sabias
En la zona se han identificado 90 especies de plantas, 210 de aves, 117 mamíferos, 44 anfibios, 75 reptiles y 33 peces, entre otros.
La corporación ambiental de Chocó, Codechocó, inauguró de manera oficial el Distrito Regional de Manejo Integrado “Selva Pluvial Central Siete Sabias - Esperanza de Vida”, una nueva área protegida de 30.398 hectáreas ubicada dentro de la Reserva Forestal Protectora del Pacífico.
Esta zona se ubica en un territorio colectivo de las comunidades afrodescendientes de los municipios de Quibdó y Atrato, que comprende siete corregimientos: Pacurita, Guadalupe, Tutunendo, San Francisco de Ichó, La Troje, San Martín de Purré y San José de Purré.
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La nueva área protegida alberga una gran riqueza en fauna y flora: allí se han registrado 90 especies de plantas, 210 de aves, 117 mamíferos, 44 anfibios, 75 reptiles y 33 peces, entre otros. A esto se suma una riqueza hídrica que abastece a cerca de 150 mil habitantes de la capital chocoana.
Esta zona hace parte de la selva Pluvial Central localizada en el valle del río Atrato, donde se concentra la mayor pluviosidad (lluvia) del andén Pacífico colombiano y donde las formaciones selváticas se encuentran entre las más ricas del mundo, según Codechocó.
“El Chocó y la selva central pluvial cuenta con servicios ambientales invaluables; y el DRMI Siete Sabias, permite avanzar en la protección de recursos como el agua, la cual tiene un valor muy importante en el marco de la declaratoria. Seguiremos realizando aportes desde la cooperación internacional para que la protección de los recursos naturales y el desarrollo de las comunidades sea posible”, dijo Fabio Arjona, director de Conservación Internacional Colombia.
(Lea: ¿Perdido con las metas para frenar la pérdida de biodiversidad? Esto le ayudará)
En el DRMI se permitirán actividades productivas sostenibles, extractivas controladas y reguladas de aprovechamiento forestal, pesca, minería de subsistencia, agroindustrias; de conocimiento, acciones de investigación y de educación ambiental; de recreación, ecoturismo y etnoturismo, entre otras. Todo ello, afirma Codechoco, será regulado a través del plan de manejo concertado para que estas actividades no intervengan con la conservación del área.
Arnold Alexander Rincón López, director general de la corporación explicó que el proceso para la declaratoria de Siete Sabias, inició en el año 2021 mediante diálogos con las comunidades. “Nos llena de orgullo presentar este DRMI, el cual aportará a la sostenibilidad ambiental, social, cultural y económica de la zona, soportado en los ecosistemas y las actividades productivas que se llevan a cabo en los siete corregimientos”.
Por su parte, Yonny Moreno Cuesta, Vicepresidente del Consejo Comunitario de COCOMACIA, una de las organizaciones que hizo parte del proceso, contó que las comunidades iniciarán el proceso de transición en el desarrollo de las actividades productivas como la agricultura y la minería, las cuales deben contar con procesos de sostenibilidad.
Durante la inauguración del DRMI se instaló la primera cámara trampa del área protegida, en marco de la Red nacional de cámaras trampa ‘OTUS’, herramienta que permitirá fortalecer los procesos de monitoreo de la biodiversidad de la zona. Esto se hizo de la mano del Instituto Humboldt y Conservación Internacional Colombia.
La corporación ambiental de Chocó, Codechocó, inauguró de manera oficial el Distrito Regional de Manejo Integrado “Selva Pluvial Central Siete Sabias - Esperanza de Vida”, una nueva área protegida de 30.398 hectáreas ubicada dentro de la Reserva Forestal Protectora del Pacífico.
Esta zona se ubica en un territorio colectivo de las comunidades afrodescendientes de los municipios de Quibdó y Atrato, que comprende siete corregimientos: Pacurita, Guadalupe, Tutunendo, San Francisco de Ichó, La Troje, San Martín de Purré y San José de Purré.
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La nueva área protegida alberga una gran riqueza en fauna y flora: allí se han registrado 90 especies de plantas, 210 de aves, 117 mamíferos, 44 anfibios, 75 reptiles y 33 peces, entre otros. A esto se suma una riqueza hídrica que abastece a cerca de 150 mil habitantes de la capital chocoana.
Esta zona hace parte de la selva Pluvial Central localizada en el valle del río Atrato, donde se concentra la mayor pluviosidad (lluvia) del andén Pacífico colombiano y donde las formaciones selváticas se encuentran entre las más ricas del mundo, según Codechocó.
“El Chocó y la selva central pluvial cuenta con servicios ambientales invaluables; y el DRMI Siete Sabias, permite avanzar en la protección de recursos como el agua, la cual tiene un valor muy importante en el marco de la declaratoria. Seguiremos realizando aportes desde la cooperación internacional para que la protección de los recursos naturales y el desarrollo de las comunidades sea posible”, dijo Fabio Arjona, director de Conservación Internacional Colombia.
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En el DRMI se permitirán actividades productivas sostenibles, extractivas controladas y reguladas de aprovechamiento forestal, pesca, minería de subsistencia, agroindustrias; de conocimiento, acciones de investigación y de educación ambiental; de recreación, ecoturismo y etnoturismo, entre otras. Todo ello, afirma Codechoco, será regulado a través del plan de manejo concertado para que estas actividades no intervengan con la conservación del área.
Arnold Alexander Rincón López, director general de la corporación explicó que el proceso para la declaratoria de Siete Sabias, inició en el año 2021 mediante diálogos con las comunidades. “Nos llena de orgullo presentar este DRMI, el cual aportará a la sostenibilidad ambiental, social, cultural y económica de la zona, soportado en los ecosistemas y las actividades productivas que se llevan a cabo en los siete corregimientos”.
Por su parte, Yonny Moreno Cuesta, Vicepresidente del Consejo Comunitario de COCOMACIA, una de las organizaciones que hizo parte del proceso, contó que las comunidades iniciarán el proceso de transición en el desarrollo de las actividades productivas como la agricultura y la minería, las cuales deben contar con procesos de sostenibilidad.
Durante la inauguración del DRMI se instaló la primera cámara trampa del área protegida, en marco de la Red nacional de cámaras trampa ‘OTUS’, herramienta que permitirá fortalecer los procesos de monitoreo de la biodiversidad de la zona. Esto se hizo de la mano del Instituto Humboldt y Conservación Internacional Colombia.