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Extinción es un término frecuentemente usado cuando se trata de especies. Sin embargo, el aumento de las poblaciones de tigres en el Sur de Asia ha demostrado que es posible revertir esta problemática.
En la mayoría de las comunidades que comparten su territorio con tigres -en países del sur asiático como Nepal, la India, Bangladesh y China-, hay fuertes creencias culturales y espirituales en torno a estos. Para los budistas, los tigres son considerados animales sagrados y, para la cultura china, el tigre es uno de los 12 signos del zodiaco y el rey de los animales. Pero también podemos encontrar su figura en los templos coreanos o en los templos budistas de Tailandia. Es indudable la importancia que este felino tiene para las culturas de esta parte del mundo.
Por ello es tan importante la creación del acuerdo conocido como la Iniciativa Global del Tigre (GTI por sus siglas en inglés), donde un grupo conformado por distintos gobiernos, organizaciones internacionales y miembros de la sociedad civil se reunieron en 2010 para luchar por la conservación de esta especie. Hoy, gracias a esta iniciativa podemos destacar la reciente evidencia del aumento poblacional de los tigres. Según el informe de WWF “Viviendo con tigres: cómo gestionar la coexistencia para el beneficio de los tigres y las personas”, mientras que en 2019 habían alrededor de 3,200 tigres, para 2021 se estimó una población de 4,900, una cifra que se espera siga en aumento.
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Sin duda, la recuperación de las poblaciones de tigres es una noticia positiva frente a los índices de pérdida de biodiversidad que se registran, pues esta, como muchas especies, desempeña un rol fundamental para el equilibrio ambiental. Aun así, para aquellos que conviven con esta exótica especie, el aumento del número de tigres en sus territorios amenaza con aumentar los conflictos humano-animales. Según WWF, se estima que para 2020 casi 47 millones de personas se encontraban dentro de las fronteras del rango en el que habitan los tigres, lo cual trae consigo desafíos para la conservación de esta especie.
Conflictos humano-silvestres
La coexistencia de los seres humanos con otros seres vivos y los conflictos que de ella se derivan son uno de los grandes retos que afrontan las iniciativas de conservación de los tigres en el sur asiático. Los problemas surgen cuando la presencia o el comportamiento de las especies silvestres supone una amenaza para los intereses o las necesidades de los seres humanos. En el caso de los tigres, la muerte tanto de las personas como de los tigres, así como la pérdida de ganado por la caza de este son las principales problemáticas.
Así que la convivencia y la conservación de los tigres plantea desafíos relacionados con la reconciliación de las necesidades estos y de los humanos en un escenario que no deja de ser difícil. Las causas de los conflictos están relacionadas con el aumento de la pérdida de hábitats, la disminución de las fuentes de alimento para los tigres y los impactos de las prácticas de ganadería. Como señala el informe de WWF, los tigres son sensibles a las actividades humanas, por lo cual, en un escenario de conservación ideal, requieren de la creación de amplias áreas protegidas para su conservación.
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Sin embargo, esto no es posible frente al rápido crecimiento poblacional y a los procesos de urbanización de esta región. La falta de planeación urbana para actividades relacionadas con el transporte y el uso de la tierra resultan en la creación de asentamientos fragmentados. Con ello, los hábitats de los tigres se ven a su vez segmentados, llevando así al aumento de conflictos entre tigres y humanos, en la medida en que disminuye la sostenibilidad para los tigres y sus presas.
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Es frente a este complejo escenario que se plantea la coexistencia entre los seres humanos y la vida silvestre como un estado dinámico donde los intereses y las necesidades de ambos se ven satisfechas. Esto no supone la ausencia de conflicto, sino que busca la sostenibilidad y el manejo efectivo mediante formas sociales legítimas. Por ello, el éxito de la conservación de los tigres depende de un alto nivel de tolerancia en el lado humano, donde entender, prevenir, mitigar, responder, monitorear e implementar son pasos vitales.
Estrategias para la conservación
En 2016 WWF inició la iniciativa Tigres Vivos con un manejo integrado de los conflictos entre humanos y tigres, mediante el diseño de programas dirigidos hacia el doble desafío de recuperar los números de tigres y afrontar el posible aumento de los conflictos entre ambos. El primer paso que llevó al éxito de esta iniciativa consistió en entender el conflicto. Planear en una escala geográfica amplia para saber en qué puntos los tigres y los humanos pueden llegar a compartir territorios fue central.
Identificar las actividades humanas asociadas a los ataques de tigres y los lugares más susceptibles fue una de las estrategias para la prevención de los conflictos. Pero esto no es suficiente, pues también es necesario rastrear los movimientos de los tigres a partir de la observación de sus comportamientos. Esto se puede complementar con consideraciones como el tipo de topografía preferida por los tigres, el uso del espacio, la ubicación de los recursos hídricos y la presencia de presas o de otras especies carnívoras con las que compitan.
Aun así, los accidentes pueden ocurrir, por lo cual un segundo paso para la conservación de esta especie consiste en la pronta respuesta a un incidente reciente, donde se buscará aliviar las preocupaciones de la comunidad. Esto, con el fin de reducir la pérdida de vidas humanas y minimizar las muertes de tigres. Para ello, las estrategias de mitigación son necesarios para compensar económicamente los daños causados por los tigres.
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Gracias a estrategias iniciadas en 2010 y fortalecidas en 2016 con el apoyo de WWF, se ha dado el aumento del numero de tigres en el sur asiático, donde la conservación de la naturaleza y la reducción de los índices de pérdida de biodiversidad son la meta. Los desafíos son múltiples, pero el compromiso de todos permitirá replantear nuestra relación no solo con los tigres, sino con muchas otras especies.