De las fincas a la política pública: el encuentro de innovaciones agroecológicas en Colombia
Comunidades de Caquetá y el sur del Meta que han participado en las plataformas de innovación en agroecología y bioeconomía del Proyecto Abrigue, dialogaron sobre sus experiencias durante el Encuentro Interterritorial de Plataformas de Innovación del Proyecto Abrigue en el marco del EcoVida 2023 en Manizales. Los diálogos, donde participaron el sector público y privado, se dan en medio de la discusión de una nueva ley de agroecología en el país.
En Manizales, Caldas, una ciudad ubicada sobre la prolongación de la cordillera andina, se realizó el primer Encuentro Interterritorial Abrigue de plataformas de innovación, organizaciones y grupos sociales de Colombia, que buscan consolidar la transición y el fortalecimiento de la agroecología en el sistema agroindustrial del país. Todo ello, en el marco del Encuentro de Productores Ecológicos y Sabidurías Populares (EcoVida 2023).
En este Encuentro participaron representantes de las organizaciones sociales; de las instancias de ciencia, tecnología e innovación de Meta, Caquetá y Chocó, y del equipo técnico que ha hecho parte de los procesos de articulación del proyecto Abrigue. Allí presentaron sus experiencias y discutieron en torno al reto de escalar hacia la agroecología y bioeconomía; también conocidas como prácticas AEBE.
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Los representantes de las comunidades de varias partes del país dialogaron entre sí por primera vez desde que se implementó el programa impulsado por la Unión Europea, bajo la coordinación del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, y en trabajo de cooperación con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia); el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación; el Centro de Cooperación Internacional para la Investigación en Agricultura para el Desarrollo (CIRAD) y la Universidad Tecnológica del Chocó (UTCH).
Según explica el Ministerio de Ciencias, el diálogo de saberes y la conformación de redes constituyen herramientas fundamentales para los procesos de escalamiento de la agroecología a través de la política pública, como el que se vive en Colombia y otros países de América Latina.
“Este encuentro es realmente un avance en el escalamiento del proceso que impulsa el Proyecto Abrigue para promover la agroecología, que inició desde las fincas y las organizaciones, a un nivel local, en Meta y Caquetá, y ahora escala a redes interterritoriales vinculadas a organizaciones del movimiento social de la agroecología a una escala mayor a nivel de país”, expresó Jean-François Le Coq, investigador del CIRAD para el asesoramiento en política pública y gobernanza.
Tejiendo la red agroecológica
Como parte de las actividades del Encuentro Interterritorial de Plataformas de Innovación del Proyecto Abrigue en el marco del EcoVida 2023, que reunió a varias organizaciones de agroecología de todo el país, se realizaron siete eventos que trataron temas como las políticas territoriales y su rol en la promoción y consolidación de las organizaciones y plataformas de innovación para las prácticas AEBE; el desarrollo de una ley nacional de agroecología en debate en el Congreso, y las actividades y los planteamientos de las organizaciones del Movimiento Social Agroecológico de Colombia y sus coordinadores.
En este punto es clave destacar que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), la agroecología es a la vez “una disciplina científica (que analiza las interacciones entre los componentes del sistema), un movimiento social (que busca generar beneficios económicos para las comunidades rurales y reforzar su identidad cultural) y un conjunto de acciones (para la optimización de la producción)”.
Con este enfoque se realizaron también talleres de intercambio de experiencias relacionados con el fortalecimiento de capacidades productivas y comunitarias, la comercialización y el financiamiento, la inclusión de enfoque de género, la educación y el empalme generacional, y las estrategias y prácticas para fomentar la asociatividad.
Estos diálogos de saberes también involucraron a la academia, la administración pública, los actores legislativos, el sector privado y las organizaciones sociales. Se trató de un ejercicio para el reconocimiento de la diversidad social de lo agroecológico.
“En los paneles y diálogos se convocaron actores representativos de la cuádruple hélice (academia, sector productivo, sector gobierno y sociedad civil) que compartieron sus experiencias con las organizaciones de base en la construcción de la agroecología tanto desde los movimientos sociales como desde la institucionalidad territorial y nacional. Con esto se buscaba crear conciencia colectiva sobre la necesidad de incidir en espacios de toma de decisiones sobre políticas públicas que directa e indirectamente vayan en beneficio de la promoción de la agroecología”, precisó Edison Suárez, asesor para la Articulación Interinstitucional del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación del equipo Abrigue.
De esta manera, se buscó generar redes interterritoriales; espacios de coconstrucción de conocimiento, de intercambio de experiencias e innovaciones, comercialización propia en mercados campesinos y ejercicios para la incidencia en el contexto institucional. Así mismo, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, presentes en EcoVida 2023, se adhirieron al enfoque agroecológico con los discursos institucionales y algunas políticas presentadas, entre ellas la Misión del Derecho Humano a la Alimentación y la Construcción de Política Pública de Agroecología.
Cosechando esperanza, paz y oportunidades
Vale señalar que en el Congreso de la República está en debate el proyecto de Ley 144 de 2022, que busca fomentar la agroecología en Colombia con la creación de varios instrumentos de política, uno de ellos la Dirección Nacional de Agroecología.
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Este proyecto de ley fue objeto de discusión durante el Encuentro Interterritorial Abrigue en el marco de EcoVida 2023 a través del panel “La agroecología y bioeconomía en el escenario político nacional”, una mesa de diálogo conformada por representantes del Legislativo, el Ejecutivo, la academia y el movimiento nacional agroecológico, en la que se consideró necesario seguir trabajando desde múltiples escenarios para la construcción de normas y políticas que desarrollen los elementos para el escalamiento de la agroecología en el país.
Las organizaciones sociales participantes en el Proyecto Abrigue esperan cambiar su contexto institucional y de mercado para promover sus prácticas AEBE, movilizando las experiencias existentes presentadas en el panel “Políticas territoriales y agroecología”, como la departamental del Meta con sus mercados campesinos y compras públicas locales de alimentos, o la de construcción del plan departamental agroecológico y sus 13 ordenanzas verdes de la Gobernación del Valle.
Para generar estos cambios de contexto social, económico e institucional, las organizaciones sociales se han articulado en plataformas de innovación y se comprometieron a trabajar junto con otros actores locales del territorio.
“Los resultados del Proyecto Abrigue se pueden visibilizar en dos niveles; en primer lugar, con la creación de 11 plataformas de innovación en territorios donde los productores generan y comparten innovaciones en finca a partir de sus conocimientos y las particularidades de sus territorios”, explicó Le Coq; “en segundo lugar, con el trabajo de articulación realizado con el Ministerio de Ciencia, para la construcción de redes de gobernanza multiescalar”, concluyó.
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En Manizales, Caldas, una ciudad ubicada sobre la prolongación de la cordillera andina, se realizó el primer Encuentro Interterritorial Abrigue de plataformas de innovación, organizaciones y grupos sociales de Colombia, que buscan consolidar la transición y el fortalecimiento de la agroecología en el sistema agroindustrial del país. Todo ello, en el marco del Encuentro de Productores Ecológicos y Sabidurías Populares (EcoVida 2023).
En este Encuentro participaron representantes de las organizaciones sociales; de las instancias de ciencia, tecnología e innovación de Meta, Caquetá y Chocó, y del equipo técnico que ha hecho parte de los procesos de articulación del proyecto Abrigue. Allí presentaron sus experiencias y discutieron en torno al reto de escalar hacia la agroecología y bioeconomía; también conocidas como prácticas AEBE.
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Los representantes de las comunidades de varias partes del país dialogaron entre sí por primera vez desde que se implementó el programa impulsado por la Unión Europea, bajo la coordinación del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, y en trabajo de cooperación con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia); el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación; el Centro de Cooperación Internacional para la Investigación en Agricultura para el Desarrollo (CIRAD) y la Universidad Tecnológica del Chocó (UTCH).
Según explica el Ministerio de Ciencias, el diálogo de saberes y la conformación de redes constituyen herramientas fundamentales para los procesos de escalamiento de la agroecología a través de la política pública, como el que se vive en Colombia y otros países de América Latina.
“Este encuentro es realmente un avance en el escalamiento del proceso que impulsa el Proyecto Abrigue para promover la agroecología, que inició desde las fincas y las organizaciones, a un nivel local, en Meta y Caquetá, y ahora escala a redes interterritoriales vinculadas a organizaciones del movimiento social de la agroecología a una escala mayor a nivel de país”, expresó Jean-François Le Coq, investigador del CIRAD para el asesoramiento en política pública y gobernanza.
Tejiendo la red agroecológica
Como parte de las actividades del Encuentro Interterritorial de Plataformas de Innovación del Proyecto Abrigue en el marco del EcoVida 2023, que reunió a varias organizaciones de agroecología de todo el país, se realizaron siete eventos que trataron temas como las políticas territoriales y su rol en la promoción y consolidación de las organizaciones y plataformas de innovación para las prácticas AEBE; el desarrollo de una ley nacional de agroecología en debate en el Congreso, y las actividades y los planteamientos de las organizaciones del Movimiento Social Agroecológico de Colombia y sus coordinadores.
En este punto es clave destacar que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), la agroecología es a la vez “una disciplina científica (que analiza las interacciones entre los componentes del sistema), un movimiento social (que busca generar beneficios económicos para las comunidades rurales y reforzar su identidad cultural) y un conjunto de acciones (para la optimización de la producción)”.
Con este enfoque se realizaron también talleres de intercambio de experiencias relacionados con el fortalecimiento de capacidades productivas y comunitarias, la comercialización y el financiamiento, la inclusión de enfoque de género, la educación y el empalme generacional, y las estrategias y prácticas para fomentar la asociatividad.
Estos diálogos de saberes también involucraron a la academia, la administración pública, los actores legislativos, el sector privado y las organizaciones sociales. Se trató de un ejercicio para el reconocimiento de la diversidad social de lo agroecológico.
“En los paneles y diálogos se convocaron actores representativos de la cuádruple hélice (academia, sector productivo, sector gobierno y sociedad civil) que compartieron sus experiencias con las organizaciones de base en la construcción de la agroecología tanto desde los movimientos sociales como desde la institucionalidad territorial y nacional. Con esto se buscaba crear conciencia colectiva sobre la necesidad de incidir en espacios de toma de decisiones sobre políticas públicas que directa e indirectamente vayan en beneficio de la promoción de la agroecología”, precisó Edison Suárez, asesor para la Articulación Interinstitucional del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación del equipo Abrigue.
De esta manera, se buscó generar redes interterritoriales; espacios de coconstrucción de conocimiento, de intercambio de experiencias e innovaciones, comercialización propia en mercados campesinos y ejercicios para la incidencia en el contexto institucional. Así mismo, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, presentes en EcoVida 2023, se adhirieron al enfoque agroecológico con los discursos institucionales y algunas políticas presentadas, entre ellas la Misión del Derecho Humano a la Alimentación y la Construcción de Política Pública de Agroecología.
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Las organizaciones sociales participantes en el Proyecto Abrigue esperan cambiar su contexto institucional y de mercado para promover sus prácticas AEBE, movilizando las experiencias existentes presentadas en el panel “Políticas territoriales y agroecología”, como la departamental del Meta con sus mercados campesinos y compras públicas locales de alimentos, o la de construcción del plan departamental agroecológico y sus 13 ordenanzas verdes de la Gobernación del Valle.
Para generar estos cambios de contexto social, económico e institucional, las organizaciones sociales se han articulado en plataformas de innovación y se comprometieron a trabajar junto con otros actores locales del territorio.
“Los resultados del Proyecto Abrigue se pueden visibilizar en dos niveles; en primer lugar, con la creación de 11 plataformas de innovación en territorios donde los productores generan y comparten innovaciones en finca a partir de sus conocimientos y las particularidades de sus territorios”, explicó Le Coq; “en segundo lugar, con el trabajo de articulación realizado con el Ministerio de Ciencia, para la construcción de redes de gobernanza multiescalar”, concluyó.
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