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Desarrollo local y conservación ambiental con Transferencias del Sector Eléctrico

(Información institucional) Estas transferencias, que hacen parte de las compensaciones por el uso de recursos renovables como el agua, financian proyectos locales y ambientales. Entre las administraciones municipales y las autoridades ambientales, se destinan importantes recursos para el saneamiento básico y la conservación de la biodiversidad.

17 de agosto de 2023 - 08:49 p. m.
Las centrales hidroeléctricas suplen el 70 % de la demanda energética del país.
Las centrales hidroeléctricas suplen el 70 % de la demanda energética del país.
Foto: ISAGEN
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La generación de energía en Colombia, aunque pueda parecer una tarea ajena para la mayoría, involucra a cientos de comunidades a lo largo del país. Las hidroeléctricas, que hacen uso de importantes ríos, trabajan de la mano con entidades municipales, autoridades ambientales y con la población, pues el cuidado de las cuencas es fundamental para su labor. (Le puede interesar: Támesis: ejemplo de cultura regenerativa)

Alrededor del 70 % de la demanda eléctrica del país está cubierta por la generación proveniente de las hidroeléctricas, pero muchas veces se pasa por alto la red de actores que confluyen en el funcionamiento de estos proyectos y el desarrollo económico de sus áreas de influencia.

Los proyectos de regalías, con los que suelen estar más familiarizadas las personas, se financian con fondos provenientes de la explotación de algún recurso natural no renovable, como el petróleo, el gas o el carbón. Este dinero llega al Presupuesto General de la Nación y de allí a los municipios en los que tienen lugar los proyectos de explotación y buscan el beneficio de las comunidades que se encuentran en estos.

Diferente es el caso de las transferencias de ley del sector eléctrico, de las que poco se conoce. En 1993, cuando se creó el Ministerio de Ambiente y, con este, el Sistema Nacional Ambiental, se estableció que las empresas que se encargan de la generación de energía eléctrica en el país deben hacer transferencias directas a diferentes entidades como compensación por el uso del agua. (Le recomendamos: Algunos moluscos se están haciendo resistentes a la extinción, ¿por qué?)

Un ejemplo de cómo funciona este mecanismo de transferencia de recursos se vive en Santander. En el embalse Topocoro, que está sobre el río Sogamoso, funciona la Central Hidroeléctrica Sogamoso. Este proyecto, además de cumplir un rol fundamental en la generación de energía eléctrica de la región, también se ha consolidado como un motor de desarrollo y cuidado del medio ambiente para diferentes comunidades.

En el área de influencia del Embalse se ha trabajado de manera conjunta para implementar proyectos agrícolas acordes con el suelo y el cuidado que requiere la cuenca que aporta agua al Embalse, pero también se han beneficiado de las transferencias de ley del sector eléctrico.

Mensualmente, ISAGEN transfiere a más de 150 municipios de Santander, Cundinamarca y Boyacá, que hacen parte de esta cuenca, un porcentaje de las ventas de la generación de energía. Estos recursos entran a hacer parte de la disponibilidad presupuestal del municipio para la ejecución de su plan de desarrollo, con algunas excepciones. Por el origen de este dinero, que es la explotación del agua, debe usarse en proyectos de mejoramiento ambiental y saneamiento básico. (También puede leer: ¿Podría vivir un mes sin agua? A la mitad de la población mundial ya le toca hacerlo)

Leonardo Parada, secretario de Hacienda de Betulia-Santander, uno de los municipios que hace parte del área de influencia del embalse Topocoro, explica que allí se destinan los recursos a diferentes prioridades. Entre 2020 y 2023, una parte importante de los recursos se ha destinado a la gestión de residuos sólidos, ya que Betulia no cuenta con un relleno sanitario.

La disposición de los residuos sólidos, que debe hacerse en otro municipio, eleva los costos de esta gestión, por lo que las transferencias constituyen un recurso importante para Betulia. Otra de las prioridades es la construcción y el mejoramiento de redes de alcantarillado y acueducto en las zonas urbanas.

En las zonas rurales, el municipio trabaja por medio de acuerdos con las Juntas de Acción Comunal para el mejoramiento de los sistemas de acueducto veredales, la construcción de redes de conducción del agua y la recolección de aguas lluvias en algunos centros poblados. (Le puede interesar: Conservar el 30 % del área terrestre y marina: ¿lo logrará Colombia en siete años?)

Pero, municipios como Betulia y los que componen el área de influencia de la Central no son los únicos que reciben estas transferencias. En realidad, su distribución es mucho más amplia de lo que se cree.

Así se distribuyen las transferencias

En total, cualquier empresa del sector de generación hidroeléctrica debe transferir un 6%, o termoeléctrica, que debe transferir un 4%, de sus ventas brutas, es decir, el total de sus ventas mensuales sin descontar los impuestos que debe pagar esta actividad.

En el caso de las hidroeléctricas, de esa suma, el 3% se transfieren a las Corporaciones Autónomas Regionales y Parques Nacionales Naturales que tengan jurisdicción en la cuenca del río y en el embalse en el que se ubica la hidroeléctrica. En el caso del río Sogamoso y el Embalse Topocoro, se trata de las dos corporaciones en Santander: CAS y CDMB.

Además, si en alguna parte de los municipios del área de influencia hay un área administrada por Parques Nacionales Naturales, también se hacen parte del porcentaje destinado a las corporaciones. (También puede leer: Los puntos claves del Tratado que busca proteger la biodiversidad de las aguas internacionales)

El 3 % restante de las ventas brutas de la empresa generadora de energía se dirige a los municipios dividido en dos montos. La mitad se transfiere a los municipios que hacen parte del área inundada del embalse en el que funciona el proyecto. En el caso de la Hidroeléctrica del río Sogamoso, este 1,5 % se transfiere a los seis municipios que conforman el Embalse Topocoro.

El 1,5 % restante es un monto que se destina a los municipios que hacen parte de la cuenca del río. El Sogamoso, por ejemplo, tiene una cuenca hidrográfica que atraviesa 150 municipios, sin contar los del embalse. Estos también reciben mensualmente las transferencias por parte de ISAGEN por la operación del proyecto de generación de energía.

Entre 2018 y 2022, como parte de los proyectos hidroeléctricos que opera ISAGEN, se entregaron transferencias por más de $500.000 millones a las alcaldías, corporaciones y el Sistema de Parques Nacionales Naturales en 5 departamentos del país. (Le recomendamos: Agrobiodiversidad: una alternativa para garantizar la seguridad alimentaria)

Una parte importante de estos recursos han surgido del proyecto hidroeléctrico del río Sogamoso, permitiendo que, en sus años de operación entre el 2014 y 2022, se trasladaran recursos a los 156 municipios y las Corporaciones Autónomas Regionales de Cundinamarca, Boyacá, Santander y el Sistema de Parques Nacionales Naturales, por valor de $ 210.000 millones.

De esta manera, además de generar energía para país, las centrales hidroeléctricas inciden en el desarrollo de proyectos de alto impacto local en términos de saneamiento y acueducto, así como de impacto nacional, como lo es la conservación del medio ambiente, en parte gracias a las Transferencias del Sector Eléctrico.

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