Día mundial del pingüino: las amenazas que enfrentan estas aves no voladoras
Si bien estos animales no pueden volar, son excelentes nadadores. Sin embargo, varios fenómenos amenazan sus hábitats y su vida.
Cada 25 de abril, los pingüinos Adelaida que habitan la Antártida, inician su migración hacia el norte. También, por iniciativa de la Global Penguin Society, una organización que trabaja en la conservación de estas aves acuáticas no voladoras, se celebra el Día Mundial del Pingüino.
Esta fecha, al igual que la del 20 de enero, cuando se celebra el Día de la Concienciación por los Pingüinos, tiene como objetivo llamar la atención sobre estos animales que son muy sensibles al cambio climático que afecta al planeta. (Puede leer: Bosques, los nuevos indicadores de la salud humana)
La conmemoración de esta fecha está marcada por los récord de temperatura que ambos polos del mundo han registrado en los últimos meses. Puntualmente para la Antártida, el continente más austral del planeta y hogar de estas aves, se está validando un posible récord presentado el 18 de marzo, cuando una estación de investigación registró una temperatura de casi 40°C por encima de lo normal.
Cabe recordar que, como sucedió durante enero de 2019 en la costa sur de Argentina, otro de los hogares de los pingüinos, una ola de calor mató a 354 de estos animales, como constató a inicios de este año una investigación adelantada por expertos de la Universidad de Washington. (Le puede interesar: La Nasa alerta sobre aumento del nivel del mar: inundaciones podrían ser usuales)
Además del calentamiento global, que incide directamente en la disminución de las poblaciones de estos animales, la contaminación por plásticos también amenaza el bienestar de estas aves. Un estudio publicado en 2021 en la revista Science of the Total Environmen constató la presencia de microplásticos en al menos tres especies de la Antártida según pudieron concluir a partir del análisis de las heces fecales.
Según la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (IUCN) existen 18 especies de pinguinos, las cuales habitan, además de la Antártida, las costas de los siguientes países: Nueva Zelanda, Australia, Argentina, Chile, Sudáfrica y las Islas Galápagos (Ecuador). (También puede leer: ¿De dónde viene mi comida? La pregunta que ayudaría a mitigar el cambio climático)
Si bien no pueden volar, nadan muy bien, alcanzando velocidades de hasta 50 kilómetros por hora y profundidades de hasta 500 metros. Ya en el mar buscan peces y plancton, la base de su dieta. Así viven entre 10 y 20 años, la expectativa de vida de estos animales.
Durante la conmemoración de esta fecha, varias organizaciones han llamado la atención para proteger a esta frágil especie. Una de esas voces fue la del periodista Philippe Cousteau, nieto de Jacques Cousteau, uno de los oceanógrafos más importantes del mundo -sino el más-, quien hizo un llamado para seguir ampliando las áreas marinas protegidas, varias de las cuales albergan a los pingüinos. (Puede interesarle: El Espectador ahora se imprime en papel de bagazo de caña de azúcar)
“No se equivoquen: no podemos resolver la crisis climática si no restauramos y protegemos el océano, y no podemos hacerlo sin salvaguardar la Antártida. Espero de corazón que podamos reunir el valor para actuar por el océano de la Antártida y por el bien de nuestro planeta, de nuestros hijos y, por supuesto, de los pingüinos”, señaló Cousteau en su escrito publicado en EFE.
Cada 25 de abril, los pingüinos Adelaida que habitan la Antártida, inician su migración hacia el norte. También, por iniciativa de la Global Penguin Society, una organización que trabaja en la conservación de estas aves acuáticas no voladoras, se celebra el Día Mundial del Pingüino.
Esta fecha, al igual que la del 20 de enero, cuando se celebra el Día de la Concienciación por los Pingüinos, tiene como objetivo llamar la atención sobre estos animales que son muy sensibles al cambio climático que afecta al planeta. (Puede leer: Bosques, los nuevos indicadores de la salud humana)
La conmemoración de esta fecha está marcada por los récord de temperatura que ambos polos del mundo han registrado en los últimos meses. Puntualmente para la Antártida, el continente más austral del planeta y hogar de estas aves, se está validando un posible récord presentado el 18 de marzo, cuando una estación de investigación registró una temperatura de casi 40°C por encima de lo normal.
Cabe recordar que, como sucedió durante enero de 2019 en la costa sur de Argentina, otro de los hogares de los pingüinos, una ola de calor mató a 354 de estos animales, como constató a inicios de este año una investigación adelantada por expertos de la Universidad de Washington. (Le puede interesar: La Nasa alerta sobre aumento del nivel del mar: inundaciones podrían ser usuales)
Además del calentamiento global, que incide directamente en la disminución de las poblaciones de estos animales, la contaminación por plásticos también amenaza el bienestar de estas aves. Un estudio publicado en 2021 en la revista Science of the Total Environmen constató la presencia de microplásticos en al menos tres especies de la Antártida según pudieron concluir a partir del análisis de las heces fecales.
Según la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (IUCN) existen 18 especies de pinguinos, las cuales habitan, además de la Antártida, las costas de los siguientes países: Nueva Zelanda, Australia, Argentina, Chile, Sudáfrica y las Islas Galápagos (Ecuador). (También puede leer: ¿De dónde viene mi comida? La pregunta que ayudaría a mitigar el cambio climático)
Si bien no pueden volar, nadan muy bien, alcanzando velocidades de hasta 50 kilómetros por hora y profundidades de hasta 500 metros. Ya en el mar buscan peces y plancton, la base de su dieta. Así viven entre 10 y 20 años, la expectativa de vida de estos animales.
Durante la conmemoración de esta fecha, varias organizaciones han llamado la atención para proteger a esta frágil especie. Una de esas voces fue la del periodista Philippe Cousteau, nieto de Jacques Cousteau, uno de los oceanógrafos más importantes del mundo -sino el más-, quien hizo un llamado para seguir ampliando las áreas marinas protegidas, varias de las cuales albergan a los pingüinos. (Puede interesarle: El Espectador ahora se imprime en papel de bagazo de caña de azúcar)
“No se equivoquen: no podemos resolver la crisis climática si no restauramos y protegemos el océano, y no podemos hacerlo sin salvaguardar la Antártida. Espero de corazón que podamos reunir el valor para actuar por el océano de la Antártida y por el bien de nuestro planeta, de nuestros hijos y, por supuesto, de los pingüinos”, señaló Cousteau en su escrito publicado en EFE.