Educación ambiental para la conservación y restauración ambiental en Colombia
Información institucional | Más de 90.000 estudiantes y 3.500 docentes en diversas regiones del país, han participado del programa Verde Vivo de la Fundación Grupo Argos.
Fundación Grupo Argos
El contexto ambiental del país y del planeta ha planteado una pregunta fundamental que ahora traza el futuro del debate global: ¿cómo podemos cambiar la relación que tenemos los seres humanos con la naturaleza para mitigar esa degradación? Escenarios como la COP16, que se llevará a cabo este año en Cali, entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre, tienen el objetivo de abordar y tomar las decisiones precisamente para preservar la diversidad biológica.
Tan amplio y concreto a la vez, este cuestionamiento nos invita a pensar en la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno, en la manera en la que entendemos nuestro rol en la naturaleza, pero, sobre todo, nos ubica con un profundo sentido de realidad como un eslabón más de una cadena en la que todo lo que hagamos tiene efectos positivos o negativos sobre los ecosistemas y su biodiversidad, por tanto, en la supervivencia misma de la especie.
(Lea: El uso sostenible, una alternativa para la conservación de la biodiversidad)
La educación ambiental, propicia justamente eso último: espacios de verdadera transferencia de conocimiento a partir del entendimiento de nuestros entornos. Y una de las poblaciones más importantes cuando hablamos de procesos de conservación y restauración son los niños y los jóvenes, porque son quienes con sus cambios de hábitos y visión pueden lograr transformaciones en la relación de las comunidades con la naturaleza. Precisamente esa es la motivación que ha llevado a que durante los últimos 10 años el programa Verde Vivo de la Fundación Grupo Argos se haya enfocado en unir estas dos aristas: la necesidad de conocimiento y el interés de las generaciones más jóvenes.
Con más de 350 colegios adscritos al programa en 38 municipios de Colombia y una red de más de 90.000 estudiantes y 3.500 docentes, el programa Verde Vivo le aporta a la meta 13 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, que invita a las comunidades del país a tomar acción por el clima y trabajar de forma conjunta para generar consciencia sobre el cuidado de los recursos naturales.
Verde Vivo y los impactos tangibles en las comunidades de la educación ambiental
Tras sus primeros 10 años en operación, más de 90.000 estudiantes y 3.500 docentes en diversas regiones del país, han participado del programa que además ha impulsado el desarrollo de 334 Proyectos Ambientales Escolares, PRAE, habilitando la puesta en marcha de 350 soluciones ambientales formuladas por las comunidades educativas.
Este proyecto, que trabaja para que niños y jóvenes aprendan sobre la biodiversidad de su entorno, las amenazas y las oportunidades para su cuidado, establece, además, iniciativas y proyectos complementarios a los procesos de formación, como la construcción de viveros comunitarios, huertas escolares, material pedagógico, acciones de monitoreo de agua y biodiversidad, acciones de gestión de residuos sólidos, entre otras, que brindan nuevas estrategias para la conservación y restauración de ecosistemas en 13 departamentos del país.
Este programa de educación ambiental también cuenta con una plataforma de contenidos exclusivos que sirven como fuente de consulta para los docentes en el país y, cuya metodología se apoya, además, de conferencias en línea con expertos nacionales e internacionales.
(Lea: Caldas quiere seguir siendo un referente en gobernanza del agua)
El desafío de educar para la sostenibilidad es continuo y requiere de esfuerzos constantes, por eso, la Fundación Grupo Argos continúa comprometida con la misión de impactar positivamente a más comunidades en Colombia, asegurando que la educación ambiental siga siendo una herramienta vital para la conservación y restauración de nuestros ecosistemas y empoderando a las nuevas generaciones para que se conviertan en verdaderos agentes de cambio, y, sobre todo, para que aporten al fortalecimiento de la resiliencia comunitaria ante los retos ambientales asociados al cambio climático.
El contexto ambiental del país y del planeta ha planteado una pregunta fundamental que ahora traza el futuro del debate global: ¿cómo podemos cambiar la relación que tenemos los seres humanos con la naturaleza para mitigar esa degradación? Escenarios como la COP16, que se llevará a cabo este año en Cali, entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre, tienen el objetivo de abordar y tomar las decisiones precisamente para preservar la diversidad biológica.
Tan amplio y concreto a la vez, este cuestionamiento nos invita a pensar en la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno, en la manera en la que entendemos nuestro rol en la naturaleza, pero, sobre todo, nos ubica con un profundo sentido de realidad como un eslabón más de una cadena en la que todo lo que hagamos tiene efectos positivos o negativos sobre los ecosistemas y su biodiversidad, por tanto, en la supervivencia misma de la especie.
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La educación ambiental, propicia justamente eso último: espacios de verdadera transferencia de conocimiento a partir del entendimiento de nuestros entornos. Y una de las poblaciones más importantes cuando hablamos de procesos de conservación y restauración son los niños y los jóvenes, porque son quienes con sus cambios de hábitos y visión pueden lograr transformaciones en la relación de las comunidades con la naturaleza. Precisamente esa es la motivación que ha llevado a que durante los últimos 10 años el programa Verde Vivo de la Fundación Grupo Argos se haya enfocado en unir estas dos aristas: la necesidad de conocimiento y el interés de las generaciones más jóvenes.
Con más de 350 colegios adscritos al programa en 38 municipios de Colombia y una red de más de 90.000 estudiantes y 3.500 docentes, el programa Verde Vivo le aporta a la meta 13 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, que invita a las comunidades del país a tomar acción por el clima y trabajar de forma conjunta para generar consciencia sobre el cuidado de los recursos naturales.
Verde Vivo y los impactos tangibles en las comunidades de la educación ambiental
Tras sus primeros 10 años en operación, más de 90.000 estudiantes y 3.500 docentes en diversas regiones del país, han participado del programa que además ha impulsado el desarrollo de 334 Proyectos Ambientales Escolares, PRAE, habilitando la puesta en marcha de 350 soluciones ambientales formuladas por las comunidades educativas.
Este proyecto, que trabaja para que niños y jóvenes aprendan sobre la biodiversidad de su entorno, las amenazas y las oportunidades para su cuidado, establece, además, iniciativas y proyectos complementarios a los procesos de formación, como la construcción de viveros comunitarios, huertas escolares, material pedagógico, acciones de monitoreo de agua y biodiversidad, acciones de gestión de residuos sólidos, entre otras, que brindan nuevas estrategias para la conservación y restauración de ecosistemas en 13 departamentos del país.
Este programa de educación ambiental también cuenta con una plataforma de contenidos exclusivos que sirven como fuente de consulta para los docentes en el país y, cuya metodología se apoya, además, de conferencias en línea con expertos nacionales e internacionales.
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El desafío de educar para la sostenibilidad es continuo y requiere de esfuerzos constantes, por eso, la Fundación Grupo Argos continúa comprometida con la misión de impactar positivamente a más comunidades en Colombia, asegurando que la educación ambiental siga siendo una herramienta vital para la conservación y restauración de nuestros ecosistemas y empoderando a las nuevas generaciones para que se conviertan en verdaderos agentes de cambio, y, sobre todo, para que aporten al fortalecimiento de la resiliencia comunitaria ante los retos ambientales asociados al cambio climático.