El potencial de los empleos verdes para conservar la biodiversidad en Colombia
Contenido en alianza con la Organización Internacional del Trabajo | “Estimaciones de la OIT han planteado que al menos 5 millones 352.000 empleos podrían ser empleos verdes relacionados con la gestión sostenible de la biodiversidad en Colombia”.
Organización Internacional del Trabajo
Colombia se prepara para acoger un evento trascendental: la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) sobre Biodiversidad. En medio de una crisis climática que amenaza la estabilidad del planeta, este país megadiverso se encuentra en la mira global por su riqueza biológica y sus esfuerzos por conservarla.
Colombia, hogar del 10 % de las especies conocidas en el mundo, enfrenta el desafío de equilibrar el desarrollo económico con la protección de su biodiversidad. En este contexto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) resaltó la importancia de conservar esta biodiversidad y verla como una oportunidad de generación de empleo decente, promoviendo los empleos verdes y las soluciones basadas en la naturaleza.
(Lea: Los retos de la movilidad sostenible y la energía eléctrica en Colombia)
De acuerdo con Blanca Patiño, especialista en Empleo y Mercado Laboral de la Oficina de la OIT para los Países Andinos este tipo de empleos “son esenciales para la transición hacia una economía baja en carbono y sostenible, ya que no solo mitigan el impacto ambiental, sino que también proporcionan ingresos dignos y seguridad laboral”.
Según los datos más recientes del DANE, en 2022 se registraron 258.257 empleos ambientales en el país, de los cuales 114.939 se clasificaron como empleos verdes. Sin embargo, solo 10.120 estaban directamente vinculados a la protección y recuperación de suelos, aguas, investigación y desarrollo, y protección de la biodiversidad, según el DANE.
“Estimaciones de la OIT han planteado que al menos 5 millones 352.000 empleos podrían ser empleos verdes relacionados con la gestión sostenible de la biodiversidad en Colombia, principalmente en el sector agrícola”, destaca Patiño. “Un enorme potencial de crear empleo decente con impacto ambiental ante un sector que presenta tasas de informalidad superiores al 80%”.
(Lea: La herramienta para que las empresas mitiguen sus impactos negativos sobre la biodiversidad)
La degradación ambiental en Colombia afecta directamente la productividad de sectores clave como la agricultura, la pesca, la industria forestal y el turismo, los cuales dependen de la naturaleza y emplean a millones de personas. Por ello, la transición hacia prácticas y formas de producción más sostenibles es crucial, pero debe garantizar, según la OIT, la protección de los trabajadores y la generación de empleos decentes que no profundicen las desigualdades existentes.
“En América Latina y el Caribe sabemos que la transformación del sector agropecuario hacia prácticas y formas de producir más sostenibles, por ejemplo, podría tener un saldo neto positivo de 14 millones de nuevos puestos de trabajo”, afirma la especialista. “Y la expansión de soluciones basadas en la naturaleza podría jugar un papel sumamente positivo en términos de empleo, mejora de calidad de vida, aprovechamiento sostenible de ecosistemas y resiliencia frente a los cambios ambientales proyectados”.
Las soluciones basadas en la naturaleza (SbN) son acciones que gestionan la naturaleza para resolver problemas ambientales, sociales y económicos. Por ejemplo, plantar árboles en las ciudades para reducir el calor, restaurar ríos y lagos para mejorar la calidad del agua, o proteger bosques y manglares para prevenir inundaciones. Estas acciones no solo presentan soluciones a determinadas problemáticas, sino que también generan empleos.
Además, la OIT enfatiza la importancia de fomentar la inclusión de comunidades vulnerables, como las mujeres, los pueblos indígenas y las comunidades locales, en la agenda de transición justa. “Los pueblos indígenas son actores clave para la gestión de los territorios, la conservación de la biodiversidad y la búsqueda de soluciones para la mitigación y adaptación al cambio climático”, resalta la organización.
Los pueblos indígenas en América Latina y el Caribe son casi tres veces más proclives a encontrarse en situación de pobreza extrema que la población no indígena. Otro estudio de la OIT presenta evidencias concretas sobre el potencial que tienen los empleos verdes para promover el desarrollo sostenible en sus territorios, generando oportunidades económicas y laborales para su población joven, principalmente.
Para la OIT el diálogo social y la cooperación en torno a la transición justa, los empleos verdes y las soluciones basadas en la naturaleza, serán claves para potenciar herramientas cruciales que permitan frenar la pérdida de biodiversidad y hacerle frente a la crisis climática, al tiempo que promueven la justicia social.
Colombia, como país Parte del Convenio de Diversidad Biológica, cuenta con el compromiso internacional de proteger y conservar la biodiversidad en el marco de los compromisos del Marco Global de Kunming Montreal y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Es un momento clave para reafirmar nuestro liderazgo en esta materia y promover un modelo de desarrollo verdaderamente sostenible, que genere oportunidades económicas y preserve nuestro invaluable patrimonio natural” concluye Blanca Patiño.
Colombia se prepara para acoger un evento trascendental: la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) sobre Biodiversidad. En medio de una crisis climática que amenaza la estabilidad del planeta, este país megadiverso se encuentra en la mira global por su riqueza biológica y sus esfuerzos por conservarla.
Colombia, hogar del 10 % de las especies conocidas en el mundo, enfrenta el desafío de equilibrar el desarrollo económico con la protección de su biodiversidad. En este contexto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) resaltó la importancia de conservar esta biodiversidad y verla como una oportunidad de generación de empleo decente, promoviendo los empleos verdes y las soluciones basadas en la naturaleza.
(Lea: Los retos de la movilidad sostenible y la energía eléctrica en Colombia)
De acuerdo con Blanca Patiño, especialista en Empleo y Mercado Laboral de la Oficina de la OIT para los Países Andinos este tipo de empleos “son esenciales para la transición hacia una economía baja en carbono y sostenible, ya que no solo mitigan el impacto ambiental, sino que también proporcionan ingresos dignos y seguridad laboral”.
Según los datos más recientes del DANE, en 2022 se registraron 258.257 empleos ambientales en el país, de los cuales 114.939 se clasificaron como empleos verdes. Sin embargo, solo 10.120 estaban directamente vinculados a la protección y recuperación de suelos, aguas, investigación y desarrollo, y protección de la biodiversidad, según el DANE.
“Estimaciones de la OIT han planteado que al menos 5 millones 352.000 empleos podrían ser empleos verdes relacionados con la gestión sostenible de la biodiversidad en Colombia, principalmente en el sector agrícola”, destaca Patiño. “Un enorme potencial de crear empleo decente con impacto ambiental ante un sector que presenta tasas de informalidad superiores al 80%”.
(Lea: La herramienta para que las empresas mitiguen sus impactos negativos sobre la biodiversidad)
La degradación ambiental en Colombia afecta directamente la productividad de sectores clave como la agricultura, la pesca, la industria forestal y el turismo, los cuales dependen de la naturaleza y emplean a millones de personas. Por ello, la transición hacia prácticas y formas de producción más sostenibles es crucial, pero debe garantizar, según la OIT, la protección de los trabajadores y la generación de empleos decentes que no profundicen las desigualdades existentes.
“En América Latina y el Caribe sabemos que la transformación del sector agropecuario hacia prácticas y formas de producir más sostenibles, por ejemplo, podría tener un saldo neto positivo de 14 millones de nuevos puestos de trabajo”, afirma la especialista. “Y la expansión de soluciones basadas en la naturaleza podría jugar un papel sumamente positivo en términos de empleo, mejora de calidad de vida, aprovechamiento sostenible de ecosistemas y resiliencia frente a los cambios ambientales proyectados”.
Las soluciones basadas en la naturaleza (SbN) son acciones que gestionan la naturaleza para resolver problemas ambientales, sociales y económicos. Por ejemplo, plantar árboles en las ciudades para reducir el calor, restaurar ríos y lagos para mejorar la calidad del agua, o proteger bosques y manglares para prevenir inundaciones. Estas acciones no solo presentan soluciones a determinadas problemáticas, sino que también generan empleos.
Además, la OIT enfatiza la importancia de fomentar la inclusión de comunidades vulnerables, como las mujeres, los pueblos indígenas y las comunidades locales, en la agenda de transición justa. “Los pueblos indígenas son actores clave para la gestión de los territorios, la conservación de la biodiversidad y la búsqueda de soluciones para la mitigación y adaptación al cambio climático”, resalta la organización.
Los pueblos indígenas en América Latina y el Caribe son casi tres veces más proclives a encontrarse en situación de pobreza extrema que la población no indígena. Otro estudio de la OIT presenta evidencias concretas sobre el potencial que tienen los empleos verdes para promover el desarrollo sostenible en sus territorios, generando oportunidades económicas y laborales para su población joven, principalmente.
Para la OIT el diálogo social y la cooperación en torno a la transición justa, los empleos verdes y las soluciones basadas en la naturaleza, serán claves para potenciar herramientas cruciales que permitan frenar la pérdida de biodiversidad y hacerle frente a la crisis climática, al tiempo que promueven la justicia social.
Colombia, como país Parte del Convenio de Diversidad Biológica, cuenta con el compromiso internacional de proteger y conservar la biodiversidad en el marco de los compromisos del Marco Global de Kunming Montreal y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Es un momento clave para reafirmar nuestro liderazgo en esta materia y promover un modelo de desarrollo verdaderamente sostenible, que genere oportunidades económicas y preserve nuestro invaluable patrimonio natural” concluye Blanca Patiño.