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Pongamos a prueba sus sobre conocimientos sobre la biodiversidad de Colombia: ¿cuántas especies de plantas hay en el país?, ¿qué es una especie endémica?, ¿cuáles son las principales causas de pérdida de biodiversidad? Probablemente, las respuestas exactas no las conozca al detalle, pero seguro atinará a afirmar que Colombia es uno de los países megadiversos del mundo. Y, sobre esto último, tiene la razón.
La biodiversidad es un concepto amplio, fundamental para la vida en el planeta. Lo cierto es que mucha de esa diversidad biológica está sustentada en cómo los seres humanos nos relacionamos con la naturaleza. Conocer y apreciar cómo impacta nuestras vidas desde edades tempranas es de enorme importancia para frenar la pérdida de biodiversidad en Colombia y el mundo.
Por eso, la educación sobre biodiversidad resulta determinante para las futuras generaciones. A través de estos procesos formativos, niños, niñas y jóvenes aprenden a reconocer y apreciar la flora y fauna que los rodea y toda aquella que está por ser descubierta. Enseñarles y transmitirles la importancia de la biodiversidad alimenta su apropiación por la naturaleza y los impulsa a tomar acciones más decididas de conservación del medioambiente.
Recientemente, se habla mucho de biodiversidad por su relación con el cambio climático, dos caras de la misma moneda de la crisis que amenaza la vida en la tierra. A niños y niñas, e incluso para un grueso de la población adulta, les resulta un reto entender las causas y los efectos, por ejemplo, de las altas temperaturas y la pérdida de ecosistemas como el bosque y o los páramos. Esta problemática amenaza la vida tal como la conocemos, pues la pérdida de biodiversidad no es solo una cuestión ambiental, sino un auténtico desafío para la economía, el desarrollo y la seguridad global, tal como lo asegura el Informe Planeta Vivo 2022 de WWF. Por ello, conservar y restaurar la naturaleza también es una cuestión de supervivencia, pues ella desempeña un papel crucial en la vida de las personas.
Según estudios de la Universidad Pedagógica de Colombia sobre el saber escolar en biodiversidad, la mayoría de los estudiantes muestra un dominio básico de los contenidos relacionados con la biodiversidad, limitado a la variedad de organismos animales y vegetales, pero se evidencia un bajo nivel de establecimiento de relaciones, ya que se desestiman conceptos como diversidad genética y ecosistémica, adaptación, evolución, ecología poblacional, entre otros.
De igual forma, “la inclusión de los problemas ambientales y los criterios sociales y culturales, al contextualizarse con la realidad de los sujetos, pueden condicionar los procesos de enseñanza-aprendizaje de contenidos, conceptos, fenómenos y actitudes en los estudiantes. Esto proporcionaría experiencias de aprendizaje significativo, en la medida que conozcan desde las problemáticas hasta las decisiones que deberían tomar al involucrarse con el problema y sentirse parte de él”, concluye la investigación.
Sabiduría Salvaje, el reto es la biodiversidad
Promover espacios de aprendizaje experiencial se vuelve la prioridad, por eso una las propuestas más innovadoras para impulsar la apropiación del conocimiento en las nuevas generaciones es Sabiduría Salvaje, que reconoce el conocimiento que los jóvenes tienen sobre la naturaleza de nuestro país. Enfocado en generar conocimiento en niños y jóvenes sobre las especies, sus funciones dentro de los ecosistemas y cómo conservarlas. Esta iniciativa busca despertar el espíritu conservacionista e inspirar al desarrollo de proyectos a nivel local para preservar la naturaleza en los territorios.
De acuerdo con Ferney Díaz, coordinador de Movilización y Sostenibilidad de WWF Colombia, “cada vez es más importante que niños y niñas se involucren con la biodiversidad, así como lo hacen con la tecnología y la inteligencia artificial; entender la naturaleza, sus ciclos y nuestra estrecha relación va a ser fundamental para el desarrollo del país y la sostenibilidad de una vida digna en armonía con la naturaleza, la cual dependerá de la calidad de las decisiones que se tomen sobre nuestros modelos de desarrollo que serán liderados por nuestros niños, niñas y jóvenes”, señaló.
Sabiduría Salvaje busca que cada niño, niña y joven, se prepare y se rete a ir más allá a partir del conocimiento de la biodiversidad de la cual dependemos todos, y mucho más en un país como Colombia. Destaca Díaz, que “nuestros concursantes se destacan a nivel internacional por esa interacción tan cotidiana con la vida que les rodea, una biodiversidad que define su lugar en el mundo. Queremos que haya también un entendimiento cada vez más profundo de sus formas y sus funciones”.
Así lo confirma Angie Ramón Solano, ganadora del concurso en 2022. “Después de mi experiencia quiero animar a niños y jóvenes a que sean curiosos, a que investiguen los ecosistemas nativos que los rodea y las problemáticas alrededor de su estado y conservación. Para poder actuar primero debemos identificar en dónde está el problema y acudir a las autoridades responsables para que atiendan las distintas situaciones”, comentó la participante.
Desde 2019, Sabiduría Salvaje ha inspirado y movilizado a más de 120.000 estudiantes, y este año 2024, como anfitriones de la COP16 de biodiversidad, los dos ganadores representaran al país en la final internacional, con lo cual se busca que también se conviertan en embajadores de la biodiversidad.
En palabras de Angie, “que los jóvenes trabajen por el medio ambiente es muy importante, sobre todo porque somos nosotros los que estaremos habitando ese mundo. el cual necesitamos sea habitable para todas las formas de vida. Nosotros somos los que tenemos que velar porque nuestro futuro sea sostenible”.
Esta iniciativa está incluida dentro del proceso de preparación de Cali camino a la COP; una estrategia liderada por la Alcaldía de Santiago de Cali y el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente - DAGMA- Smurfit Westrock junto al que se busca promover la cultura ambiental y mejorar el conocimiento en sus ciudadanos sobre temas de biodiversidad.
Cali refuerza la cultura ambiental con iniciativas educativas y comunitarias
Como entidad responsable de la gestión ambiental en Cali, el DAGMA (Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente) tiene la labor esencial de fomentar una cultura ambientalmente responsable entre la comunidad. A través de programas de educación ambiental, buscamos sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de preservar y reconocer nuestra biodiversidad, patrimonio natural y símbolos ambientales. Nos enfocamos en la educación inclusiva, participativa y continua, dirigida a todos los sectores de la población, desde las instituciones educativas hasta las comunidades más vulnerables, con el objetivo de promover prácticas sostenibles que contribuyan al bienestar ecológico y social de la región.
En línea con los objetivos de la COP16, el DAGMA trabaja para integrar el conocimiento sobre la biodiversidad en la vida cotidiana de los(as) caleños(as). Desarrollamos e implementamos iniciativas pedagógicas que destacan la interdependencia entre la biodiversidad y el bienestar humano, promueven la conservación de especies nativas, la restauración de hábitats y la protección de áreas naturales y ecosistemas locales.
Al involucrar a escuelas, comunidades y organizaciones locales, nos aseguramos de que la protección de la biodiversidad se convierta en una prioridad compartida, se empodera a la ciudadanía para que se conviertan en agentes de cambio en sus propios entornos y se promueve el desarrollo sostenible y resiliente, apoyando así los esfuerzos globales para detener la pérdida de especies y garantizar un futuro sostenible para todos(as). Mediante talleres, campañas de reforestación, jornadas de limpieza, la creación de espacios verdes urbanos, y la colaboración con instituciones educativas y organizaciones comunitarias, el DAGMA trabaja para integrar los principios de la COP16 en el tejido social de la ciudad, asegurando que las acciones locales tengan un impacto positivo en el cumplimiento de los objetivos globales.