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El departamento de Antioquia es ampliamente conocido por su rica cultura, paisajes naturales y tradiciones, por lo que se posiciona cada vez más como un destino turístico de gran importancia en el país. Muchos de sus municipios albergan un turismo de naturaleza donde el agua y el paisaje rural centran la atención de los visitantes.
En ese contexto, y con el fin de dinamizar la economía circular como estrategia transversal hacia el crecimiento verde y la sostenibilidad del sector turístico colombiano, la Corporación Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia (CTA) implementó un proyecto piloto con 12 municipios de Antioquia, en el marco del Programa de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial DRET II de la Unión Europea, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El turismo circular busca maximizar los beneficios económicos, sociales y ambientales de las comunidades locales fundamentados en los principios del uso sostenible de los recursos locales y promoviendo experiencias de turismo que beneficien tanto a los visitantes como a los residentes y a las áreas visitadas.
En Antioquia, este proyecto se traduce en iniciativas que integran la conservación del patrimonio natural y cultural con el desarrollo económico de los municipios.
“La economía circular busca cerrar el ciclo productivo, mientras fortalece las economías locales haciendo conciencia sobre los beneficios que se derivan a partir de mantener el uso de los recursos en el ciclo económico el mayor tiempo posible, promoviendo que los residuos que generamos puedan servir de materia prima para otras industrias. Por eso, es importante gestionar la economía con los diferentes actores del turismo: el turista, las empresas de transporte, las empresas de servicios públicos, las autoridades, etc. creando un modelo de gestión circular que permite cerrar el ciclo de los desechos”, aseguró Juliana Uribe, coordinadora del proyecto por parte del CTA.
El desarrollo del proyecto que propuso un modelo de gestión participativa derivó en decisiones que fortalecen la actividad turística circular en Antioquia. Uno de los frutos de esta estrategia se encuentra en el municipio de San Jerónimo, que definió su Política de Turismo mediante el Acuerdo 003 de 2024 del Concejo Municipal y con el cual se creó el Consejo Municipal de Turismo.
“Para este consejo hicimos la convocatoria al sector teniendo en cuenta las necesidades de cada iniciativa a partir de esta experiencia de turismo circular porque queremos que todos los actores estén involucrados y que puedan opinar sobre cómo queremos proyectar al municipio”, indicó Frank Hurtado, secretario de Desarrollo Económico de San Jerónimo.
Acciones encaminadas a la gobernanza de un turismo cultural
Según el CTA, aún falta mucho por trabajar en temas de economía circular en el contexto turístico, sin embargo, con este proyecto los operadores turísticos junto con los trabajadores del sector y entidades involucradas han comenzado a promover sus propias iniciativas para hacerle frente a situaciones como las basuras, justamente, cuando el departamento presenta un déficit importante en materia de disposición final de residuos.
Una de estas iniciativas se encuentra en el municipio de Cocorná en el que se ha creado la “Tienda del reciclado”, donde a las personas mayores y de bajos recursos se les canjean los residuos que deja la actividad turística por precios muy bajos de comida o mercados. Estos nuevos agentes del reciclaje son formados para lograr procesos de tecnificación en la recolección y disposición final de los residuos”, indica Juan Sebastián Giraldo Villegas, administrador de la empresa de ecoturismo Expedición Cocorná.
Por su parte, Gloria Durango del Centro de economía circular e innovación tecnológica de San Luis (Antioquia) afirma que: “a raíz de esta experiencia con el piloto del Programa DRET II, el municipio se ha dirigido a ser “basura cero”, para lo cual se trabaja con los turistas para la reducción en la generación de desechos. A esto se suma la eliminación de plásticos de un solo uso, el uso de vajillas de materiales no reciclables ha sido cambiado por hojas de plantas locales, la presencia de estudiantes que apoyan en la recolección de estos residuos, especialmente en fines de semana de alto flujo, y el concurso de empresas privadas que compran los residuos ya procesados”.
Con esta estrategia se busca reducir y transformar las cerca de 147 toneladas de basura que produce al mes el municipio y que en un fin de semana de alto tráfico puede subir en un 30 por ciento.
“En San Rafael venimos realizando acciones como la construcción de unidades habitacionales al servicio del turismo con material orgánico, algo que se conoce como bioconstrucción; y tenemos acciones complementarias en el consumo del agua con la utilización de filtros y biofiltros y con tratamientos para la disposición final de las aguas que se utilizan. Empresarios del municipio han comenzado a construir un pozo séptico como medida para mitigar los efectos de contaminación hídrica”, sostiene Andrés Estrada, de la Red local de turismo de San Rafael.
Con este proyecto piloto del programa DRET II, los participantes han comenzado a generar sus propias redes de trabajo que integran varios municipios con el fin de mitigar el impacto ambiental del turismo tradicional, implementando medidas que involucran a los diferentes actores en favor de un turismo circular que protege el medio ambiente y mejora la economía de las comunidades.
*Periodista del Programa DRET II.