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La más 67.000 especies de flora y fauna hacen de Colombia uno de los países más biodiversos del mundo, según el Sistema de Información sobre Biodiversidad. Si bien, muchas de las especies corresponden a aves, mariposas, mamíferos, reptiles y peces, casi 29.000 son plantas.
Gracias a ellas, los humanos recibimos múltiples beneficios como los alimentos, medicinas, madera, fibras y otros que quizá pasan desapercibidos para algunas personas, como la regulación del aire y el agua, o la estabilización de suelos en zonas susceptibles a deslizamientos de tierra. (Lea: Es hora de replantear nuestra relación con la naturaleza)
Identificar las especies de plantas que están en el país, el estado en que se encuentran y sus usos es uno de los grandes retos que tienen los países, pues, por años, el conocimiento de estas especies ha estado asociado, principalmente, a las comunidades locales e indígenas.
“Con los cambios sociales, las personas más jóvenes cada vez migran más a las zonas urbanas. Con esto, el conocimiento tradicional local se está viendo disminuido porque no se están trasmitiendo efectivamente a las otras generaciones”, dice Carolina Castellanos, gerente del Centro de Colecciones y Gestión de Especies del Instituto Alexander von Humboldt.
Por esto, el Real Jardín Botánico de Kew y el Instituto Humboldt lanzaron en 2022 el Catálogo de Plantas Útiles de Colombia, allí concluyeron que, de las 29.947 especies identificadas, 7.472 tienen algún uso, bien sea medicinal, comestible o como insecticida. (Lea: Saber dónde restaurar, clave para recuperar los bosques del país)
El 78,6 % de las especies analizadas son nativas, el 6,4 % son endémicas de Colombia, es decir, que solo están en el país y, al menos, el 14% se cultivan comercialmente. Este catálogo muestra que las plantas asociadas a las medicinas son las más abundantes, seguidas de las que aportan a la alimentación humana.
Según el informe, los bosques húmedos de los Andes acogen el mayor número de especies útiles, luego le siguen bosques húmedos de la Amazonía y el Caribe. A nivel regional, Antioquia presenta la mayor cantidad, seguido de Cundinamarca y Valle del Cauca, mientras que, a nivel municipal, Solano (Caquetá), Manizales (Caldas) y Leticia (Amazonas) reportan la mayor riqueza de especies.
Plantas medicinales en Colombia
Este es el grupo más diverso de plantas útiles. Se estima que en el país hay aproximadamente 3.005 plantas medicinales, de las cuales 1.719 son nativas (incluidas 204 endémicas) y 558 exóticas. Aunque se conocen estos datos, hace falta información sobre el estado de conservación y usos sostenibles de la mayoría de las especies medicinales endémicas colombianas.
“Al igual que las pastillas, las plantas tienen unas concentraciones de compuestos químicos en sus hojas. Estas tienen efectos en el organismo para diferentes enfermedades, que pueden ser respiratorias, digestivas e, incluso, como tratamientos para la mordedura de serpientes, como en el caso de las contras en el Pacífico, por ejemplo. Los retos con las plantas es saber cuál es la concentración que debe tomar alguien para que realmente tenga un efecto o si hay que combinarlas. Por eso es clave el conocimiento de las comunidades”, agrega la investigadora del Humboldt. (Lea: Una nueva era para Colombia en la gestión del agua y las energías renovables)
Plantas comestibles
La segunda categoría de uso más grande son las plantas asociadas a la alimentación humana, con 3.806 especies. De esas, solo 1.742 han sido evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza para conocer su estado. 1.532 han sido categorizadas como Preocupación Menor, 38 como Casi Amenazado, 69 en estado vulnerable, 44 en peligro, 16 en peligro crítico; mientras que 40 tienen datos insuficientes.
Entre las especies más amenazadas, existen algunas especies endémicas como Melicoccus antioquensis (Sapindaceae) y Panopsis hernandezii (Proteaceae), así como otras introducidas: Eugenia cotinifolia (Myrtaceae), Araucaria angustifolia (Araucariaceae), Hyophorbe verschaffeltii (Arecaceae), y Lathyrus odoratus (Fabaceae).
“La degradación de los hábitats en los que se podían encontrar estas especies en el pasado se debe principalmente a actividades relacionadas con la expansión de la frontera agrícola, la tala de bosques para la ganadería y el cultivo. Además, la utilidad de estas plantas las hace particularmente sujetas a sobreexplotación. Una parte importante de las especies comestibles colombianas ostenta usos de otro tipo, por ejemplo, madera que se usa para la construcción u otras partes de plantas que se usan como medicinas”, indica el estudio. (Lea: Agroecología sostenible: el futuro de los territorios a través de la innovación)
Otros usos de las plantas
Además de las plantas medicinales y comestibles, en Colombia se identificaron 632 especies utilizadas como ‘insecticidas’; el 22,3% tienen uso como repelentes. Sin embargo, no existen publicaciones que detallen el estado actual.
De estas, 408 son nativas de Colombia y en el catálogo se ordenaron en siete grupos de acuerdo con su origen geográfico, destacándose la presencia de 11 especies endémicas del país que son: Ageratina ampla, Ageratina vacciniaefolia, Berberis monguiensis, Berberis samacana, Berberis tabiensis, Chromolaena barranquillensis, Espeletia killipii, Lourteigia microphylla, Mandevilla mollisima, Ocotea caparrapi y Ryania speciosa var. chocoensis.
Según Castellanos, otro de los de los beneficios directos de las plantas es el ornamental. “Cundinamarca, el Valle del Cauca y Antioquia, son los productores más grandes en plantas ornamentales, es decir, las que están relacionadas con la decoración y comercialización, como las orquídeas o las astromelias”, indica. (Lea: Recuperar los bosques y ecosistemas marinos, la tarea del país en los próximos años)
Al respecto, las ciudades a nivel global están buscando mejorar las condiciones de su entorno y “por eso incluyen cada vez más plantas que generan un atractivo visual, pero que también ayudan a regular el clima, por ejemplo”, agrega.
La mayoría de estas especies pueden tener varios beneficios, como el caso de Cocos nucifera, comúnmente conocida como palma de coco. En el país esta tiene diferentes usos y el más conocido es el comestible. Con su pulpa se realizan varios productos como el aceite de coco o bebidas refrescantes. La fibra de este fruto sirve para la elaboración de colchones, esteras, escobas, bolsas, materas y algunas artesanías.
Pese a los grandes beneficios que brinda la palma de coco, y las demás especies útiles, quienes se encargan de hacer estudios botánicos tienen un largo camino por recorrer, pues el 45 % de las plantas útiles nativas de Colombia carecen de evaluaciones que permitan conocer su estado. Además, de acuerdo con el estudio, la participación de todas partes interesadas, -gobiernos, institutos y comunidades-, “será crucial para desarrollar e implementar acciones de conservación y uso sostenible de las especies vegetales útiles”.