En la búsqueda de una movilidad sostenible
(Información institucional) El llamado de atención que se ha hecho a nivel global sobre la necesidad de trabajar por el medio ambiente ha llevado a que industrias como la automotriz adecúen su producción. Hay algunos ejemplos que buscan disminuir las emisiones de carbono y otras metas relacionadas con el desarrollo sostenible.
El cambio climático es una realidad que ha llamado la atención del mundo desde hace varios años. La Organización de las Nacionales Unidas (ONU) formuló los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015, con el propósito de que los países empezaran a tomar medidas para mitigar los daños medioambientales de los diferentes sectores de producción. (Le puede interesar: Nature inFocus 2023: las mejores imágenes de la vida salvaje en el mundo)
Alineándose con ese llamado, las empresas también han buscado ajustar su oferta en el mercado y sus formas de producción para contribuir a la disminución de las emisiones de carbono. Un ejemplo de los retos que se enfrentan en este aspecto se encuentra en la industria automotriz, que ha tenido que explorar alternativas a los combustibles fósiles.
“La mitigación del cambio climático y la puesta en marcha de acciones que contribuyan a la protección del medio ambiente, la salud pública y los recursos naturales son imperativos irrenunciables en la actualidad”, afirma Juanita Agámez, directora jurídica, relaciones de gobierno y RSE de Renault-Sofasa. Desde su compañía se busca, a través de la movilidad sostenible, generar progreso y oportunidades.
Además, añade que hay un compromiso de la industria automotriz, a nivel global y local, para dedicar “todas sus capacidades y recursos a la transformación tecnológica de los productos para que la movilidad sea cada día más limpia y sostenible. La ruta hacia la descarbonización debe ser integral y está compuesta por diferentes planes de acción en una estrategia “end to end” que comprenda el proceso entero: la generación, producción y disposición”, explica la directora ejecutiva. (Le recomendamos: La Amazonía y su futuro: la visión de una bioeconomía inclusiva)
En el sector automotriz, cuenta Agámez, se debe trabajar en tres frentes para lograr estos objetivos: “asegurar el material, es decir, las materias primas; descarbonizarnos; y que la solución sea accesible para el cliente. Por eso defendemos que hay que buscar una neutralidad tecnológica que nos permita dar respuesta a esto, avanzando en paralelo hacia la ruta de la movilidad sostenible mediante el desarrollo e innovación desde las diferentes tecnologías (eléctricos, híbridos, vehículos a combustión de bajas emisiones, etc)”.
Con las acciones que se han tomado en la empresa se espera que para 2025 las emisiones contaminantes disminuyan en un 25 %. Esta cifra se duplicaría en 2030 y debería alcanzar la meta de carbono neutro, es decir, sin emisiones contaminantes, para 2050.
Una de las estrategias ha sido la electrificación de su portafolio, como lo expresó el presidente y director general de Renault-Sofasa en el llamado ‘Renault E-Tech 100% electric days’, un evento celebrado en Barranquilla, en el que la marca presentó dos nuevos modelos: el Kwid E-Tech y el Master E-Tech. Además, se anunció la llegada para finales de 2023 de dos modelos más: el Megane E-Tech y el Kangoo E-Tech. (También puede leer: La razón por la que este pollo tiene sus plumas, huesos, tejidos y órganos negros)
Esto significa que al final del año el 30 % del portafolio de Renault corresponderá a vehículos eléctricos. “En los últimos 10 años Renault le ha apostado a este tipo de tecnología, con una inversión que supera los cinco billones de euros. Hoy cuenta con 30.000 personas entrenadas, más de 500.000 clientes y más de 10.000 millones de kilómetros recorridos”, manifiesta la empresa.
En 2022, la planta Renault-Sofasa ubicada en Envigado fue elegida la mejor filial de las 16 que conforman el grupo Renault. Este reconocimiento se dio por “el desempeño industrial en aspectos como el cumplimiento de plazos de entregas y estándares de calidad, eficiencia energética, seguridad, entre otros. Concretamente, en términos energéticos, nuestra planta fue la segunda más eficiente dentro de Renault Group, con el 55 % de su matriz y el 100 % de su energía eléctrica provenientes de fuentes renovables”, explica Agámez.
La planta, que tiene 54 años en funcionamiento, se ha ido adaptando a las necesidades de productividad sostenible que han venido surgiendo en los últimos años. “Hoy aprovechamos el 98 % de nuestros residuos mediante estrategias de circularidad y contamos con tecnología led en el 98 % de nuestro sistema de iluminación. Pero no nos conformamos: por medio del Plan Climat vamos tras la carbononeutralidad de nuestra planta”, asegura la directiva. (Le puede interesar: Así liberaron una ballena que se había enredado en una malla en Bahía Solano)
Ante la dificultad de alcanzar esta meta, Agámez reconoce que se requieren acciones que se sumen a la introducción de nuevos modelos: “Como parte de nuestra estrategia ESG global y local, desde el eje ambiental la carbono neutralidad es prioridad y foco, desplegado en diferentes planes de acción. Hacemos parte del Programa Nacional de Carbononeutralidad (PNCN) del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y contamos con una estrategia corporativa (Plan Climat) para lograr la carbononeutralidad”.
Los ejes de trabajo de esta estrategia son “la compactación, es decir, operaciones menos voluminosas que implican menos presiones energéticas; los procesos, que involucran equipos tecnológicos cada vez más eficientes energéticamente; la gestión de la energía, con herramientas para la optimización del consumo energético y prueba de ello es que junto con Google iniciamos el desarrollo de la plataforma Looker para conocer en tiempo real nuestro consumo de energía y gestionarlo de mejor manera; la reducción de las pérdidas, identificando con termografías las fugas de calor, corrigiendo los aislamientos en las zonas deterioradas y gestionando las fugas de aire comprimido con ultrasonido; la electricidad renovable, pues 100 % de la energía eléctrica de la planta proviene de estas fuentes; y el calor renovable, buscando reemplazar progresivamente el gas natural que utilizamos en la operación por otras soluciones más amigables con el medioambiente (una opción que está en estudio es la caldera de biomasa, que representaría un ahorro energético del 40 %)”.
Otro aspecto en el que se trabaja es en las compensaciones del CO2 que se emite a la atmósfera, como la siembra de árboles. Con la participación de la empresa en programas como “Adopta un Árbol”, que es apoyado por la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia), se han sembrado 1.000 árboles y se espera llegar a 5.000. (Le recomendamos: Conservar el 30 % del área terrestre y marina: ¿lo logrará Colombia en siete años?)
Además de estas acciones, que hacen parte del pilar ambiental de trabajo en la línea de responsabilidad social, se cuenta con dos pilares más. “El segundo es el eje social, con inclusión a través del empleo. Esto se materializa en los diferentes programas de impacto social desarrollados por Renault junto con la Fundación Renault. Como nuestro programa insignia de la Fundación con el apoyo de nuestra red de Concesionarios y RCI Colombia, tenemos el Programa de Becas Renault Germán Camilo Calle, el programa de becarios que tiene como objetivo apostar al talento de los jóvenes en Colombia, así como aportar las herramientas adicionales necesarias que sirvan de puente hacia el camino de la empleabilidad de dichos jóvenes”, asegura Agámez, añadiendo que en este pilar también es clave buscar el cierre de la brecha de género en una industria que “ha sido masculinizada históricamente”.
Prueba de lo anterior y de la importancia de las mujeres tanto en el ámbito industrial como en el administrativo, es que “como compañía venimos haciendo un extraordinario trabajo de inclusión femenina en una industria en la que históricamente su participación ha sido baja. Entre 2020 y 2022 logramos pasar de 161 mujeres (13,67 %) a 245 mujeres (19,46 %) dentro de nuestros colaboradores; el 38 % de las posiciones de liderazgo de la organización se encuentran ocupadas por mujeres. Además, en 2022 generamos 64 nuevos puestos de trabajo directos en la línea de producción, de los cuales el 17 % fueron ocupados por mujeres, haciendo que la participación de mujeres en posiciones operativas fuera del 4 %, un avance importante en comparación con el 1,7 % de 2020”, explica Agámez. En este aspecto, se espera llegar a un 10 % de participación de las mujeres en la planta de producción en los próximos dos años, pasando a un 20 % en cinco años y a un 30 % en seis años
“De las 2.137 personas que beneficiamos de forma directa con la Fundación Renault, 24 % fueron mujeres; 52 % de las becas dentro del Programa Renault Germán Camilo Calle fueron entregadas a mujeres; y 80 % de los practicantes de la compañía fueron mujeres. Finalmente, fuimos reconocidos en la categoría diversidad de Industry Awards 2022 por la iniciativa Women@Industry, un programa con el cual pretendemos promover acciones que nos ayuden a atraer el mejor talento femenino a nuestra industria”, cuenta Agámez. (También puede leer: Los puntos claves del Tratado que busca proteger la biodiversidad de las aguas internacionales)
El tercer pilar de trabajo dentro de la organización tiene que ver con la seguridad en el trabajo y en las vías. “Queremos que la fabricación de los productos se haga mediante procesos cada vez más seguros para nuestro personal y que esto se refleje en la seguridad que les ofrecemos a los clientes cuando reciben sus vehículos”, puntualiza la directora ejecutiva.
El objetivo de la empresa es que a futuro la movilidad no impacte el medio ambiente. “Nos pusimos metas claras y ambiciosas: alcanzar la carbononeutralidad a nivel global en 2050. A nivel local, nos propusimos alcanzar la meta de carbononeutralidad de nuestra planta de producción en Envigado para el año 2030. Pero también soñamos más allá: un planeta en el que no haya accidentes, ni en nuestros sitios de trabajo, ni en las vías, y un planeta en el que la inclusión sea una realidad, acercando oportunidades de empleabilidad a más personas en el mundo”, puntualiza.
El cambio climático es una realidad que ha llamado la atención del mundo desde hace varios años. La Organización de las Nacionales Unidas (ONU) formuló los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015, con el propósito de que los países empezaran a tomar medidas para mitigar los daños medioambientales de los diferentes sectores de producción. (Le puede interesar: Nature inFocus 2023: las mejores imágenes de la vida salvaje en el mundo)
Alineándose con ese llamado, las empresas también han buscado ajustar su oferta en el mercado y sus formas de producción para contribuir a la disminución de las emisiones de carbono. Un ejemplo de los retos que se enfrentan en este aspecto se encuentra en la industria automotriz, que ha tenido que explorar alternativas a los combustibles fósiles.
“La mitigación del cambio climático y la puesta en marcha de acciones que contribuyan a la protección del medio ambiente, la salud pública y los recursos naturales son imperativos irrenunciables en la actualidad”, afirma Juanita Agámez, directora jurídica, relaciones de gobierno y RSE de Renault-Sofasa. Desde su compañía se busca, a través de la movilidad sostenible, generar progreso y oportunidades.
Además, añade que hay un compromiso de la industria automotriz, a nivel global y local, para dedicar “todas sus capacidades y recursos a la transformación tecnológica de los productos para que la movilidad sea cada día más limpia y sostenible. La ruta hacia la descarbonización debe ser integral y está compuesta por diferentes planes de acción en una estrategia “end to end” que comprenda el proceso entero: la generación, producción y disposición”, explica la directora ejecutiva. (Le recomendamos: La Amazonía y su futuro: la visión de una bioeconomía inclusiva)
En el sector automotriz, cuenta Agámez, se debe trabajar en tres frentes para lograr estos objetivos: “asegurar el material, es decir, las materias primas; descarbonizarnos; y que la solución sea accesible para el cliente. Por eso defendemos que hay que buscar una neutralidad tecnológica que nos permita dar respuesta a esto, avanzando en paralelo hacia la ruta de la movilidad sostenible mediante el desarrollo e innovación desde las diferentes tecnologías (eléctricos, híbridos, vehículos a combustión de bajas emisiones, etc)”.
Con las acciones que se han tomado en la empresa se espera que para 2025 las emisiones contaminantes disminuyan en un 25 %. Esta cifra se duplicaría en 2030 y debería alcanzar la meta de carbono neutro, es decir, sin emisiones contaminantes, para 2050.
Una de las estrategias ha sido la electrificación de su portafolio, como lo expresó el presidente y director general de Renault-Sofasa en el llamado ‘Renault E-Tech 100% electric days’, un evento celebrado en Barranquilla, en el que la marca presentó dos nuevos modelos: el Kwid E-Tech y el Master E-Tech. Además, se anunció la llegada para finales de 2023 de dos modelos más: el Megane E-Tech y el Kangoo E-Tech. (También puede leer: La razón por la que este pollo tiene sus plumas, huesos, tejidos y órganos negros)
Esto significa que al final del año el 30 % del portafolio de Renault corresponderá a vehículos eléctricos. “En los últimos 10 años Renault le ha apostado a este tipo de tecnología, con una inversión que supera los cinco billones de euros. Hoy cuenta con 30.000 personas entrenadas, más de 500.000 clientes y más de 10.000 millones de kilómetros recorridos”, manifiesta la empresa.
En 2022, la planta Renault-Sofasa ubicada en Envigado fue elegida la mejor filial de las 16 que conforman el grupo Renault. Este reconocimiento se dio por “el desempeño industrial en aspectos como el cumplimiento de plazos de entregas y estándares de calidad, eficiencia energética, seguridad, entre otros. Concretamente, en términos energéticos, nuestra planta fue la segunda más eficiente dentro de Renault Group, con el 55 % de su matriz y el 100 % de su energía eléctrica provenientes de fuentes renovables”, explica Agámez.
La planta, que tiene 54 años en funcionamiento, se ha ido adaptando a las necesidades de productividad sostenible que han venido surgiendo en los últimos años. “Hoy aprovechamos el 98 % de nuestros residuos mediante estrategias de circularidad y contamos con tecnología led en el 98 % de nuestro sistema de iluminación. Pero no nos conformamos: por medio del Plan Climat vamos tras la carbononeutralidad de nuestra planta”, asegura la directiva. (Le puede interesar: Así liberaron una ballena que se había enredado en una malla en Bahía Solano)
Ante la dificultad de alcanzar esta meta, Agámez reconoce que se requieren acciones que se sumen a la introducción de nuevos modelos: “Como parte de nuestra estrategia ESG global y local, desde el eje ambiental la carbono neutralidad es prioridad y foco, desplegado en diferentes planes de acción. Hacemos parte del Programa Nacional de Carbononeutralidad (PNCN) del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y contamos con una estrategia corporativa (Plan Climat) para lograr la carbononeutralidad”.
Los ejes de trabajo de esta estrategia son “la compactación, es decir, operaciones menos voluminosas que implican menos presiones energéticas; los procesos, que involucran equipos tecnológicos cada vez más eficientes energéticamente; la gestión de la energía, con herramientas para la optimización del consumo energético y prueba de ello es que junto con Google iniciamos el desarrollo de la plataforma Looker para conocer en tiempo real nuestro consumo de energía y gestionarlo de mejor manera; la reducción de las pérdidas, identificando con termografías las fugas de calor, corrigiendo los aislamientos en las zonas deterioradas y gestionando las fugas de aire comprimido con ultrasonido; la electricidad renovable, pues 100 % de la energía eléctrica de la planta proviene de estas fuentes; y el calor renovable, buscando reemplazar progresivamente el gas natural que utilizamos en la operación por otras soluciones más amigables con el medioambiente (una opción que está en estudio es la caldera de biomasa, que representaría un ahorro energético del 40 %)”.
Otro aspecto en el que se trabaja es en las compensaciones del CO2 que se emite a la atmósfera, como la siembra de árboles. Con la participación de la empresa en programas como “Adopta un Árbol”, que es apoyado por la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia), se han sembrado 1.000 árboles y se espera llegar a 5.000. (Le recomendamos: Conservar el 30 % del área terrestre y marina: ¿lo logrará Colombia en siete años?)
Además de estas acciones, que hacen parte del pilar ambiental de trabajo en la línea de responsabilidad social, se cuenta con dos pilares más. “El segundo es el eje social, con inclusión a través del empleo. Esto se materializa en los diferentes programas de impacto social desarrollados por Renault junto con la Fundación Renault. Como nuestro programa insignia de la Fundación con el apoyo de nuestra red de Concesionarios y RCI Colombia, tenemos el Programa de Becas Renault Germán Camilo Calle, el programa de becarios que tiene como objetivo apostar al talento de los jóvenes en Colombia, así como aportar las herramientas adicionales necesarias que sirvan de puente hacia el camino de la empleabilidad de dichos jóvenes”, asegura Agámez, añadiendo que en este pilar también es clave buscar el cierre de la brecha de género en una industria que “ha sido masculinizada históricamente”.
Prueba de lo anterior y de la importancia de las mujeres tanto en el ámbito industrial como en el administrativo, es que “como compañía venimos haciendo un extraordinario trabajo de inclusión femenina en una industria en la que históricamente su participación ha sido baja. Entre 2020 y 2022 logramos pasar de 161 mujeres (13,67 %) a 245 mujeres (19,46 %) dentro de nuestros colaboradores; el 38 % de las posiciones de liderazgo de la organización se encuentran ocupadas por mujeres. Además, en 2022 generamos 64 nuevos puestos de trabajo directos en la línea de producción, de los cuales el 17 % fueron ocupados por mujeres, haciendo que la participación de mujeres en posiciones operativas fuera del 4 %, un avance importante en comparación con el 1,7 % de 2020”, explica Agámez. En este aspecto, se espera llegar a un 10 % de participación de las mujeres en la planta de producción en los próximos dos años, pasando a un 20 % en cinco años y a un 30 % en seis años
“De las 2.137 personas que beneficiamos de forma directa con la Fundación Renault, 24 % fueron mujeres; 52 % de las becas dentro del Programa Renault Germán Camilo Calle fueron entregadas a mujeres; y 80 % de los practicantes de la compañía fueron mujeres. Finalmente, fuimos reconocidos en la categoría diversidad de Industry Awards 2022 por la iniciativa Women@Industry, un programa con el cual pretendemos promover acciones que nos ayuden a atraer el mejor talento femenino a nuestra industria”, cuenta Agámez. (También puede leer: Los puntos claves del Tratado que busca proteger la biodiversidad de las aguas internacionales)
El tercer pilar de trabajo dentro de la organización tiene que ver con la seguridad en el trabajo y en las vías. “Queremos que la fabricación de los productos se haga mediante procesos cada vez más seguros para nuestro personal y que esto se refleje en la seguridad que les ofrecemos a los clientes cuando reciben sus vehículos”, puntualiza la directora ejecutiva.
El objetivo de la empresa es que a futuro la movilidad no impacte el medio ambiente. “Nos pusimos metas claras y ambiciosas: alcanzar la carbononeutralidad a nivel global en 2050. A nivel local, nos propusimos alcanzar la meta de carbononeutralidad de nuestra planta de producción en Envigado para el año 2030. Pero también soñamos más allá: un planeta en el que no haya accidentes, ni en nuestros sitios de trabajo, ni en las vías, y un planeta en el que la inclusión sea una realidad, acercando oportunidades de empleabilidad a más personas en el mundo”, puntualiza.