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Estas son las estrategias innovadoras de Colombia para proteger la capa de ozono

(Información institucional) Durante un evento virtual que tuvo lugar este 14 de septiembre, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el PNUD y actores del sector privado hablaron sobre las iniciativas con las que Colombia lidera la transición hacia gases refrigerantes con insignificante impacto ambiental.

19 de septiembre de 2023 - 06:58 p. m.
Colombia lidera la transición hacia gases refrigerantes naturales, con un impacto muy reducido en la capa de ozono.
Colombia lidera la transición hacia gases refrigerantes naturales, con un impacto muy reducido en la capa de ozono.
Foto: Minambiente

Si usted es de las personas que merca en almacenes de cadena, seguramente habrá notado que algo cambió en varios puntos de venta. El lugar en el que se encuentran productos refrigerados como lácteos, carnes o cervezas ahora tiene puerta, y en algunos puede encontrar un aviso donde se identifica la tecnología con la cual trabajan estas neveras refrigeradas. Aviso que les explica a los consumidores que el sistema de refrigeración no genera impactos ambientales y es amigable con el ambiente. (Le puede interesar: Consuelo Bonilla: la citadina que se volvió campesina)

Tradicionalmente, allí se encontraban neveras abiertas que permitían el acceso a los productos de manera sencilla, manteniendo su cadena de frío. Frente a esto, usted podría preguntarse: ¿qué sentido tiene ponerle puerta a una nevera, y cambiar la tecnología con la cual conserva nuestros alimentos, conociendo que puede funcionar sin estos cambios? Lejos de querer hacerle la vida más difícil a los consumidores, este cambio hace parte de una tarea que se está desarrollando a nivel global y en la que Colombia destaca por sus avances.

Este fue el tema de conversación en el foro “Estas son las estrategias innovadoras de Colombia para proteger la capa de ozono”, organizado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la campaña BIBO de El Espectador. El evento virtual se realizó el pasado 14 de septiembre y contó con la participación de expertos técnicos y representantes de los almacenes de cadena que han participado en la implementación de las iniciativas en las que trabaja el país. Esto fue lo que se conoció durante el foro.

¿Qué tiene que ver la capa de ozono con los refrigeradores?

La capa de ozono, tal como nos enseñan desde el colegio, es una barrera protectora que garantiza que algunos de los rayos emitidos por el sol no impacten directamente a las personas. Esto, aunque no sea algo de lo que nos demos cuenta, evita que millones de personas se enfermen, mitiga el aumento de las temperaturas a nivel global y contribuye al cuidado de la biodiversidad, gracias a la cual tenemos alimentos. (Le recomendamos: Una especie de tiburones vive la mayoría del tiempo dentro de esponjas, ¿por qué?)

De acuerdo con cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), si tuviéramos una disminución en el 10 % de la capa de ozono, en el mundo se presentarían entre 1.6 y 1.7 millones de casos de cataratas adicionales al año. También, habría un incremento de 300.000 casos anuales de cáncer de piel sin melanoma y de 4.500 casos de este con melanoma.

Ante este panorama, la protección de la capa de ozono es una tarea fundamental para el bienestar en el mundo. Por esto, desde 1987 se creó el Protocolo de Montreal, un tratado internacional en el que todos los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se comprometieron a tomar acciones para mitigar el impacto que generan las personas en la capa de ozono.

¿Y cómo es que esto se relaciona con los refrigeradores? Para mantener los alimentos a bajas temperaturas es necesario capturar el calor que estos emiten y el que hay en el ambiente en el que se encuentran. Esa es la función de los gases refrigerantes que hacen parte del sistema con el que funcionan las neveras que encontramos en los almacenes de cadena o en nuestras casas. (También puede leer: Premio Gemas, nueve años exaltando grandes obras por el planeta)

Los gases que se han utilizado tradicionalmente en los sistemas de refrigeración se conocen como hidrofluorocarbonos (HCFC) y, cuando se liberan, tienen un fuerte impacto en la capa de ozono. Por eso, desde la Unidad Técnica Ozono (UTO) del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible se ha implementado un proyecto desde hace varios años para reducir a cero su consumo en el país.

El objetivo trazado fue reemplazar los gases refrigerantes tradicionales por gases naturales, que permitan el funcionamiento eficiente de los equipos, pero sin generar ningún daño a la capa de ozono. En esta tarea, con la asesoría del PNUD, se unieron varias de las cadenas de grandes supermercados del país para implementar pilotos con equipos innovadores que ayudaran a cumplir esta tarea.

Además, se integró al proyecto la empresa colombiana Weston, especializada en el diseño y fabricación de equipos de refrigeración. Así, se logró vincular a Cencosud, que agrupa a la cadena de supermercados Jumbo, Metro y Spid; al Grupo Éxito; y al grupo Jerónimo Martins, propietarios de Tiendas Ara, Mercados Colsubsidio y Supertiendas y Droguerías Olímpica. (Le puede interesar: Impulsar la ciencia e innovación, la clave para que Colombia sea potencia en bioeconomía)

Los resultados del proyecto

Colombia, en línea con el cronograma planteado por el Protocolo de Montreal, se propuso lograr la reducción a cero del uso e importación a nivel nacional de los gases HCFC para 2030. En la búsqueda de este objetivo, para 2022 el país debía alcanzar una reducción del 81 % en el uso de estos gases y al cierre del año el indicador ya se encontraba en 88 %.

La UTO prevé lograr la meta antes de lo esperado y el proyecto de pilotos ha sido crucial en esta tarea. Y es que, según explica Richard Osma, gerente de Weston, los gases tradicionales utilizados en un solo almacén de cadena pueden generar el impacto correspondiente a 53 carros que transiten 10.000 kilómetros en un año.

Por ejemplo, en el caso de Cencosud, el proyecto inició con seis almacenes en los que se remplazaron los equipos tradicionales por refrigeradores que usan gases naturales. Y a partir de esto, ya se encuentran trabajando a nivel nacional para hacer la transición hacia este tipo de tecnologías en todos sus almacenes. “En otros países en los que tenemos presencia se estaban llevando a cabo algunos proyectos, pero Colombia siempre ha estado liderando”, puntualizó José Hernán Álvarez, gerente de mantenimiento y medio ambiente de la multinacional. (Le recomendamos: Santanderes, a sumar esfuerzos para no quedarse sin agua)

Por su parte, en el Grupo Éxito ya se dio la transición en cerca de 60 tiendas a nivel nacional, poco más del 10 % de las 500 con las que cuentan. “Una política de la compañía es no adquirir gases refrigerantes que impacten la capa de ozono y que tengan una baja emisión de gases de efecto invernadero (GEI)”, aseguró Juan Diego Serna, director de proyectos del Grupo Éxito, añadiendo que están trabajando en una transición total hacia los gases naturales.

Por su parte, David Chadid, gerente ambiental del grupo Jerónimo Martins, contó que en Tiendas Ara también se ha avanzado en la utilización de equipos con impacto cero en la capa de ozono y con bajas emisiones de GEI en todos sus almacenes.

Estos pilotos han sido de gran importancia para el proyecto porque no se han centrado en el impacto en la capa de ozono. Desde la UTO también se ha tenido en cuenta el mantenimiento de los equipos y la disposición final de los gases, pues allí también se generan daños ambientales.

Además, uno de los pilares del trabajo conjunto con el PNUD ha sido trabajar en la eficiencia energética de los equipos, con el fin de reducir el consumo por medio de una mejor utilización. De allí que, por ejemplo, ahora muchos almacenes tengan refrigeradores con puerta. Esto garantiza un menor consumo de energía para mantener la temperatura ideal de los productos, algo que disminuye el impacto indirecto que tienen en el ambiente.

Diego Olarte, asesor en proyectos de desarrollo sostenible del PNUD, destacó en el cierre del foro los avances que se han logrado en el país en esta materia. Además, destacó que es una oportunidad para que el sector académico se integre en la capacitación de técnicos para el trabajo con estas nuevas tecnologías. Allí también llamó la atención sobre la importancia de que la transición hacia gases naturales también resulte en la incorporación de más mujeres en una industria que ha sido históricamente masculinizada.

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