La naturaleza como activo estratégico para el crecimiento económico y social

En un contexto global cada vez más consciente de los desafíos ambientales y sociales, la naturaleza se ha convertido en un pilar esencial para la competitividad empresarial. Más allá de ser un recurso para la supervivencia, la naturaleza representa una fuente inagotable de oportunidades para generar valor integral.

Bajo este entendimiento las empresas que han integrado la sostenibilidad como parte de su estrategia de negocio han logrado, además de la mitigación de riesgos para sus negocios, la promoción de la innovación como una herramienta que fortalece sus cadenas de valor y les permite posicionarse en mercados globales altamente exigentes.

(Lea: Colombia habla sobre el futuro del agua luego de la COP 16)

El sector privado tiene la capacidad de liderar la transformación hacia un desarrollo sostenible e impulsar el entendiendo de la naturaleza como un activo estratégico. Esta perspectiva le ha permitido a Grupo Argos implementar una estrategia de sostenibilidad que, bajo el principio de operación responsable, hoy cuenta con acciones concretas para la protección de más de 250 especies de fauna y flora en 20 departamentos del país, contribuyendo a la conservación de la biodiversidad nacional.

Por otro lado, gracias a los esfuerzos conjuntos de Grupo Argos y sus negocios, Cementos Argos, Celsia y Odinsa y su Fundación, hoy como Grupo Empresarial contribuye de manera significativa con la restauración ecológica participativa a partir de la siembra de 20 millones de árboles de especies nativas en los últimos ocho años, regenerando ecosistemas clave y fortaleciendo la captura de carbono. Dentro de esta cifra se destaca más de un millón de plántulas de manglar sembradas en el Caribe colombiano que han permitido la restauración de más de 250 hectáreas de este ecosistema.

Así mismo, la compañía ha aportado a la generación de más de 4.000 empleos verdes, lo que demuestra que la naturaleza y el cuidado de la biodiversidad representan una arista de la economía con oportunidades laborales y crecimiento para las comunidades a pequeña y gran escala.

(Lea: Conservación y gestión sostenible de los bosques, fundamentales para metas del 2030)

Estudios recientes subrayan que más del 50% del Producto Interno Bruto (PIB) global depende directa o indirectamente de los ecosistemas y sus servicios, lo que refuerza la necesidad de integrar la conservación en las estrategias empresariales. Al hacerlo, las compañías no solo aseguran su competitividad en el mercado, sino que también generan valor compartido para la sociedad y el medio ambiente.

En línea con esta mirada, iniciativas empresariales como las de Grupo Argos se destacan por su capacidad de integrar la sostenibilidad dentro de sus modelos de negocio, fomentando el crecimiento rentable de proyectos de conservación y restauración ambiental y entendiendo la sostenibilidad no como un destino, sino una manera de hacer empresa con propósito.

Cada árbol sembrado, cada cuenca protegida y cada persona beneficiada de una visión empresarial que desde hace 90 años ha entendido que el éxito económico administrado responsablemente, redunda en el bienestar social y ambiental.

En un contexto global cada vez más consciente de los desafíos ambientales y sociales, la naturaleza se ha convertido en un pilar esencial para la competitividad empresarial. Más allá de ser un recurso para la supervivencia, la naturaleza representa una fuente inagotable de oportunidades para generar valor integral.

Bajo este entendimiento las empresas que han integrado la sostenibilidad como parte de su estrategia de negocio han logrado, además de la mitigación de riesgos para sus negocios, la promoción de la innovación como una herramienta que fortalece sus cadenas de valor y les permite posicionarse en mercados globales altamente exigentes.

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El sector privado tiene la capacidad de liderar la transformación hacia un desarrollo sostenible e impulsar el entendiendo de la naturaleza como un activo estratégico. Esta perspectiva le ha permitido a Grupo Argos implementar una estrategia de sostenibilidad que, bajo el principio de operación responsable, hoy cuenta con acciones concretas para la protección de más de 250 especies de fauna y flora en 20 departamentos del país, contribuyendo a la conservación de la biodiversidad nacional.

Por otro lado, gracias a los esfuerzos conjuntos de Grupo Argos y sus negocios, Cementos Argos, Celsia y Odinsa y su Fundación, hoy como Grupo Empresarial contribuye de manera significativa con la restauración ecológica participativa a partir de la siembra de 20 millones de árboles de especies nativas en los últimos ocho años, regenerando ecosistemas clave y fortaleciendo la captura de carbono. Dentro de esta cifra se destaca más de un millón de plántulas de manglar sembradas en el Caribe colombiano que han permitido la restauración de más de 250 hectáreas de este ecosistema.

Así mismo, la compañía ha aportado a la generación de más de 4.000 empleos verdes, lo que demuestra que la naturaleza y el cuidado de la biodiversidad representan una arista de la economía con oportunidades laborales y crecimiento para las comunidades a pequeña y gran escala.

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Estudios recientes subrayan que más del 50% del Producto Interno Bruto (PIB) global depende directa o indirectamente de los ecosistemas y sus servicios, lo que refuerza la necesidad de integrar la conservación en las estrategias empresariales. Al hacerlo, las compañías no solo aseguran su competitividad en el mercado, sino que también generan valor compartido para la sociedad y el medio ambiente.

En línea con esta mirada, iniciativas empresariales como las de Grupo Argos se destacan por su capacidad de integrar la sostenibilidad dentro de sus modelos de negocio, fomentando el crecimiento rentable de proyectos de conservación y restauración ambiental y entendiendo la sostenibilidad no como un destino, sino una manera de hacer empresa con propósito.

Cada árbol sembrado, cada cuenca protegida y cada persona beneficiada de una visión empresarial que desde hace 90 años ha entendido que el éxito económico administrado responsablemente, redunda en el bienestar social y ambiental.