La naturaleza es un activo estratégico para el crecimiento económico y social
Informe institucional | “Sin duda el cuidado del medio ambiente es un buen negocio”.
Ana María Uribe*
Durante dos semanas, Colombia fue el epicentro de la conversación global frente a las estrategias y planes de acción para detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030. Este espacio sin precedentes para nuestro país fue el escenario para que distintos actores pudiéramos encontrarnos, construir conocimiento y encontrar caminos de acción conjunta para hacerle frente los principales desafíos ambientales que afrontamos.
En la COP16 hubo una participación muy representativa del empresariado. Según cifras del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, fueron más de 3.000 personas acreditadas del sector empresarial, de las cuales, 800, representamos compañías colombianas como Grupo Argos que reconocemos en la naturaleza un activo clave que permite el desarrollo económico y es la base para el bienestar colectivo.
(Lea también: Cali y su biodiversidad en los ojos del mundo)
Estudios recientes subrayan que más del 50% del PIB global depende directa o indirectamente de la naturaleza y sus servicios ecosistémicos, lo que implica, necesariamente, que la conservación de los ecosistemas debe integrarse a los modelos de negocio no sólo desde la perspectiva de mitigación de riesgos, sino desde la creación de nuevas oportunidades para el sector privado.
Es precisamente en este aspecto donde las empresas tenemos la oportunidad de profundizar para fortalecer las capacidades de generación de valor integral: toda vez que entender la naturaleza y el cuidado de los ecosistemas como una palanca de valor, tiene la inmensa virtud de ampliar los alcances de los negocios, generar nuevas oportunidades de empleo urbano y rural y crecer exponencial y rentablemente las iniciativas de conservación y recuperación ambiental que se requieren hoy para que como sociedad logremos las metas ambiciosas que nos hemos trazado.
(Lea: Conservación local con impacto global)
Sin duda el cuidado del medio ambiente es un buen negocio. En Grupo Argos hemos visto, que el cuidado de la naturaleza utilizando la jerarquía de mitigación no es sólo una alternativa de compensación o de filantropía, sino un factor clave para la competitividad en mercados globales, por eso, durante 90 años hemos sostenido una visión empresarial que entiende que el éxito económico administrado responsablemente, redunda en el bienestar social y ambiental.
Pero esta no es una misión exclusiva del sector privado, es una responsabilidad compartida que requiere de la alineación y articulación de esfuerzos con los Estados, los ciudadanos y, sobre todo, una visión compartida que facilite la alineación de intereses para avanzar en la dirección correcta que entienda la naturaleza y sus servicios ecosistémicos como un asunto fundamental para el futuro de la humanidad.
*Gerente de Sostenibilidad de Grupo Argos.
Durante dos semanas, Colombia fue el epicentro de la conversación global frente a las estrategias y planes de acción para detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030. Este espacio sin precedentes para nuestro país fue el escenario para que distintos actores pudiéramos encontrarnos, construir conocimiento y encontrar caminos de acción conjunta para hacerle frente los principales desafíos ambientales que afrontamos.
En la COP16 hubo una participación muy representativa del empresariado. Según cifras del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, fueron más de 3.000 personas acreditadas del sector empresarial, de las cuales, 800, representamos compañías colombianas como Grupo Argos que reconocemos en la naturaleza un activo clave que permite el desarrollo económico y es la base para el bienestar colectivo.
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Estudios recientes subrayan que más del 50% del PIB global depende directa o indirectamente de la naturaleza y sus servicios ecosistémicos, lo que implica, necesariamente, que la conservación de los ecosistemas debe integrarse a los modelos de negocio no sólo desde la perspectiva de mitigación de riesgos, sino desde la creación de nuevas oportunidades para el sector privado.
Es precisamente en este aspecto donde las empresas tenemos la oportunidad de profundizar para fortalecer las capacidades de generación de valor integral: toda vez que entender la naturaleza y el cuidado de los ecosistemas como una palanca de valor, tiene la inmensa virtud de ampliar los alcances de los negocios, generar nuevas oportunidades de empleo urbano y rural y crecer exponencial y rentablemente las iniciativas de conservación y recuperación ambiental que se requieren hoy para que como sociedad logremos las metas ambiciosas que nos hemos trazado.
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Sin duda el cuidado del medio ambiente es un buen negocio. En Grupo Argos hemos visto, que el cuidado de la naturaleza utilizando la jerarquía de mitigación no es sólo una alternativa de compensación o de filantropía, sino un factor clave para la competitividad en mercados globales, por eso, durante 90 años hemos sostenido una visión empresarial que entiende que el éxito económico administrado responsablemente, redunda en el bienestar social y ambiental.
Pero esta no es una misión exclusiva del sector privado, es una responsabilidad compartida que requiere de la alineación y articulación de esfuerzos con los Estados, los ciudadanos y, sobre todo, una visión compartida que facilite la alineación de intereses para avanzar en la dirección correcta que entienda la naturaleza y sus servicios ecosistémicos como un asunto fundamental para el futuro de la humanidad.
*Gerente de Sostenibilidad de Grupo Argos.