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La ruta para la sostenibilidad empresarial en Colombia

Por medio de la hoja de ruta Visión 2050, adaptada al contexto empresarial colombiano, CECODES busca crear un trabajo conjunto con empresas, academia, Estado y sociedad para lograr una sociedad sostenible y justa en el largo plazo.

01 de junio de 2023 - 01:00 p. m.
Sergio Rengifo Caicedo, director ejecutivo de CECODES.
Sergio Rengifo Caicedo, director ejecutivo de CECODES.
Foto: Cortesía
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En febrero de 2023, el Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible (CECODES) presentó su adaptación de la Visión 2050 para Colombia, con el objetivo de plantear unas estrategias de acción empresariales en las que se vele por una producción en línea con el cuidado del medio ambiente, por un mundo que no “rebase los límites del planeta”, para cuando en el país habiten 62 millones de personas. (Puede leer: Economía de la biodiversidad: oportunidad para el fortalecimiento y protección de la Amazonia)

El punto de partida de esta iniciativa se encuentra en 2010, cuando el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD por sus siglas en inglés), casa matriz de CECODES, creó una hoja de ruta empresarial a largo plazo para enfrentar los retos medioambientales que desde entonces ya se estaban viviendo.

Tras el planteamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015 por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y el Acuerdo de París en 2016, por la Convención Macro de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, el WBCSD decidió hacer una revisión global de su hoja de ruta para alinearla a estos documentos, además de ajustar sus metas con base en un contexto más actualizado. (Le puede interesar: Deuda por naturaleza, una propuesta beneficiosa para el ambiente y los países)

Este fue el fruto del trabajo que dio a conocer para Colombia el CECODES, con el cual se espera crear un trabajo conjunto entre los actores del sector empresarial, así como el Gobierno Nacional, la academia, los inversionistas y la sociedad. Entre los retos que se identifican como parte del documento Visión 2050 se encuentran la emergencia climática, la pérdida de biodiversidad y la creciente desigualdad.

Con el fin de frenar la emergencia climática, se planteó el objetivo global de limitar el aumento de la temperatura en 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. “Para lograr este objetivo, será necesario llevar a cabo una transformación rápida de los sistemas a una escala sin precedentes y lograr su descarbonización; allí el sector privado juega un papel crucial. Las empresas deben igualar su ambición climática con estrategias sólidas e implementación eficiente para acelerar esta transformación”, explicó el Cecodes.

La pérdida de biodiversidad implica tomar acciones en varios frentes. Colombia hace parte de los países que albergan una parte importante de la Amazonia, uno de los ecosistemas más importantes del mundo. Adicionalmente, la mitad de los páramos del mundo se encuentran en el territorio nacional, así como una gran diversidad de especies de flora y fauna. Sin embargo, problemáticas como la deforestación, la ampliación de la frontera agrícola, la fragmentación del territorio, la contaminación y el cambio climático hacen que la biodiversidad del país esté en riesgo. “Según la Evaluación Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos de Colombia, casi la mitad de los ecosistemas en el país están en peligro crítico o en peligro”, añadió el Cecodes. (También puede leer: Un video hizo que científicos piensen que los pulpos pueden tener pesadillas)

A esto se suma que Colombia es uno de los países con mayor grado de desigualdad entre los países OCDE, de acuerdo con el coeficiente Gini. Con cerca del 15 % de sus habitantes en la pobreza extrema, la creciente desigualdad genera retos para el acceso a sistemas productivos sostenibles y la alimentación, entre otros aspectos claves que contribuyen a la Visión 2050. A partir de la identificación de estos tres retos, el CECODES planteó en su Visión 2050 nueve caminos sobre lo que deben hacer las empresas para ser sostenibles en el largo plazo, con el objetivo de contribuir a un mundo sostenible por medio de la mitigación de las problemáticas ambientales que se viven en el planeta. “Es hora de actuar, es hora de transformar, es hora de inspirar, es hora de colaborar y ayudar a que las pequeñas, medianas y grandes empresas acojan estos conceptos de sostenibilidad en su estrategia de negocio”, afirmó Sergio Rengifo Caicedo, director ejecutivo de CECODES.

Varios de los caminos contemplan la descarbonización de los procesos en las empresas, así como el apoyo a las políticas que buscan una transición hacia fuentes de energía sin carbono y que propendan por la remoción de los combustibles fósiles. Además, las empresas también deberán promover y reforzar las inversiones para que puedan acelerarse las innovaciones que permitan reducir los costos actuales de los procesos de descarbonización. Esto tendrá que ser acompañado por modelos que permitan una mayor eficiencia en el uso de la energía, la optimización de recursos y la pedagogía en el uso de los recursos.

Otros aspectos, como el transporte y la movilidad, los espacios para vivir y los productos y servicios necesarios para la producción también tienen un papel. Las acciones que se deben tomar en este aspecto están relacionadas con la transición a sistemas de movilidad sostenibles, que permitan alcanzar la meta de cero emisiones de carbono, así como el apoyo a las iniciativas que tengan como objetivo apoyar estos procesos. Esto requiere establecer acuerdos para compartir información entre empresas y Estados, sistemas de transporte que garanticen el respeto de los derechos humanos, así como la creación de estructuras que mejoren la conectividad física y digital entre los sectores urbano y rural, mientras benefician la regeneración de ecosistemas naturales y sociales. (Puede interesarle: La clave para evitar la extinción de un ave que solo habita en Colombia)

También, en el documento se invita a las empresas a promover las políticas públicas transparentes en términos financieros, de responsabilidad fiduciaria y valoración de externalidades. En este aspecto, las entidades financieras en articulación con el Estados también jugarán un rol esencial, no solo en la promoción de las políticas, sino en la disposición para establecerlas de manera concertada y en línea con la sostenibilidad.

Pero estas acciones, además de implementarse de manera conjunta, deberán contar con un enfoque fundamental en algunas áreas que impactan directamente a la población en condición de pobreza extrema. En primer lugar, las empresas deberán tomar acciones y hacerse parte de la garantía del derecho a la salud y el bienestar de las personas. Esto implica contribuir por medio de información y estrategias para que las personas elijan estilos de vida saludables, reducir y promover la reducción de la contaminación y velar por el acceso adecuado a servicios de prevención y atención de enfermedades.

Unido a esto, la importancia del cuidado del agua desde las empresas se hace necesario en la racionalización del uso y en la gestión de las aguas residuales que se generen en los procesos. El apoyo a la ciencia para establecer metas claras y alcanzables en materia hídrica, la pedagogía dentro y fuera de las empresas, y el establecimiento de mejores estructuras de consumo del agua tendrán un impacto directo en la garantía de acceso a este recurso por parte de las personas.

Finalmente, es necesario que las empresas pongan sus esfuerzos en el mejoramiento de los procesos agrícolas y productivos relacionados con la alimentación. Actualmente, se desarrollan iniciativas sostenibles en estos sectores, que se han instalado a escala local en varias comunidades. Escalar estos procesos y hacerlos parte de la economía del país contribuirá a que las personas tengan acceso a alimentación suficiente y de calidad, a la vez que se propende por la regeneración de ecosistemas, el cuidado de los bosques y la producción sostenible.

En total se trata de nueve caminos reunidos en los conceptos de energía, transporte y movilidad, espacios para vivir, productos y materiales, productos y servicios financieros, conectividad, salud y bienestar, agua y saneamiento, y alimentación. Hacia estos deberán enfocarse las acciones empresariales para alcanzar las metas trazadas para 2050. (Le puede interesar: En Colombia hay más de 7.000 plantas útiles, ¿para qué sirven?)

“CECODES acompaña a las empresas a accionar cada una de estas transformaciones por medio de cinco criterios básicos que las empresas deben tener en su estrategia de sostenibilidad: cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI), objetivos ambientales ambiciosos, derechos humanos y empresas, inclusión, igualdad y diversidad, y operar al más alto nivel de la transparencia”, puntualiza el Consejo.

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