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Las apuestas para proteger uno de los mayores patrimonios de Colombia: la biodiversidad

Colombia es el cuarto país más biodiverso del mundo, con una riqueza sin igual de especies que solo nacen o viven en el territorio nacional. Protegerla, como se propone en el marco de la COP16, será, según el Ministerio de Ambiente, determinante para combatir la pérdida de biodiversidad y la crisis climática y reducir las desigualdades en el planeta.

30 de julio de 2024 - 08:08 p. m.
Susana Muhamad, ministra de Ambiente.
Susana Muhamad, ministra de Ambiente.
Foto: Ministerio de Ambiente

Este 30 de julio se celebra el Día Nacional de la Vida Silvestre, que propone poner en la agenda pública la biodiversidad biológica colombiana, la cual es única en el mundo. De hecho, como lo confirmó recientemente el Instituto Humboldt, uno de los principales centros de investigación científica sobre biodiversidad, Colombia es el cuarto país con mayor diversidad de especies en el planeta.

Como puede observar en la infografía que acompaña esta nota, los valles, montañas, planicies, ríos, lagos, mares y otros hábitats naturales del país, son los hogares de la mayor diversidad en el mundo de aves, orquídeas y mariposas. Además, Colombia es el segundo país con mayor variedad de anfibios, peces de agua dulce, palmas y murciélagos. En total, son más de 8490 especies endémicas colombianas, es decir, aquellas que solo se encuentran o tienen origen en ciertas regiones del país.

¿Cómo se sabe esto? Bueno, la gran riqueza de especies de fauna y flora, que componen los ecosistemas únicos en Colombia, se conoce gracias al Sistema de Información sobre Biodiversidad (SiB Colombia), una plataforma que facilita la publicación, acceso y uso a los datos e información de las más de 79 mil especies que han sido observadas en el país.

Esta se encuentra en constante actualización: desde su creación en 1994 hasta el 30 de diciembre de 2023, se han publicado 27.901.077 observaciones a través del SiB Colombia. Estos datos respaldan la existencia 75.766 especies que habitan dentro del continente y 7.650 en el mar.

A pesar de estos esfuerzos de recopilación, el universo de especies por encontrar aún es enorme, pues se estima que la información recopilada por el SiB Colombia solo representa el 40 % de las especies que se cree existen en el país.

Lo que se conoce, sin embargo, se encuentra en peligro. Un ejemplo de esto es la Amazonía, que es uno de los grandes centros de la biodiversidad en el país. Esa región que cuenta con el segundo río más largo y caudaloso del planeta que lleva su nombre alberga a 1104 especies de peces, que representan el 68 % de la diversidad de peces de agua dulce del país.

Allí la riqueza de las plantas también es sorprendente. Con más de 9793 especies, de las cuales 69 especies de plantas endémicas, se trata de un sitio privilegiado para este reino de la vida.

En este punto crítico para la vida en el planeta hay, no obstante, también abundantes impulsores de pérdida de biodiversidad en el país, como el cambio de uso de la tierra y el mar, el cambio climático, la contaminación, la explotación directa, así como especies exóticas invasoras.

Estas problemáticas ocurren en todo el país, como lo confirman los sistemas de monitoreo, los cuales lanzan alertas sobre lo que está ocurriendo con la vida silvestre. Con esta información, por ejemplo, el Ministerio de Ambiente trazó, en marzo de 2024 y por primera vez en siete años, un preocupante panorama para las especies silvestres amenazadas.

En este se encontró que el 66 % de las especies de las 1968 especies de aves en el país, de las cuales 84 son únicas de nuestro país (según un estudio publicado de la Universidad Javeriana), están incluidas dentro de alguna categoría de amenaza.

En este punto es clave recordar que en el país las especies amenazadas son aquellas categorizadas como “En Peligro Crítico (CR)”, “En Peligro (EN)” o “Vulnerable (VU)” según las categorías adoptadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

En general, se encontró que en Colombia hay 2.106 se encuentran amenazadas, con un incremento de aproximadamente 800 especies en los últimos siete años.

“Entre la fauna amenazada, se encuentra el tití cabeciblanco, el pez sierra, la tortuga del río, el manatí amazónico y del caribe, la abeja amazónica, el bagre, la turpia real, entre otros”, detalló el Ministerio de Ambiente. “De la flora silvestre, encontramos en el listado la guasca, el cerezo, el carreto, la palma de cera, la flor de mayo, la papaya de monte, el roble negro y el frailejón cabrera”.

Esto es crítico, pues se estima, según IUCN, que una especie esté amenazada significa que podría estar en peligro de desaparecer en un periodo de tiempo que puede ir desde los 5 a los 100 años, si los factores que causan deterioro o modificaciones a sus hábitats o reducen directamente el tamaño de sus poblaciones o cambian sustancialmente en extensión y/o escala; no son gestionados.

Las apuestas de la COP16

Estos retos llegan a menos de 90 días de que Colombia sea la sede de la principal cumbre de biodiversidad del mundo, la Conferencia de las Partes (COP) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En su edición número 16, se discutirán los avances y las nuevas apuestas que se asumirán para cumplir con las metas globales para la conservación de la diversidad biológica y su uso sostenible.

En este contexto, en la próxima COP, que reunirá a representantes de más de 190 países miembros del convenio, así como a organizaciones intergubernamentales, no gubernamentales, sociedad civil y otros actores relevantes, se discutirán propuestas en torno al cumplimiento de las 23 metas del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal (MGB).

Este plan busca detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030. Entre sus objetivos se incluyen la prevención de la extinción de especies, la protección de la diversidad genética, la gestión de los conflictos entre humanos y especies silvestres, la reducción de la contaminación a niveles no perjudiciales para la biodiversidad, y la garantía de disponibilidad y acceso a conocimientos para guiar las acciones relacionadas con la biodiversidad.

Según lo ha indicado el Gobierno Nacional, uno de los objetivos de acoger y liderar estas conversaciones, que se llevarán a cabo en Cali (Valle del Cauca) desde el próximo 21 de octubre hasta el 1 de noviembre, es posicionar a Colombia como un actor determinante en la política internacional de conservación y protección de la naturaleza.

En este rol, la propuesta es, en parte, representar las demandas de los países más biodiversos y vulnerables, que son los más afectados por el cambio climático y la degradación de los ecosistemas, en pro de una mayor acción climática en el planeta.

Esta posición en la geopolítica ambiental la representa Colombia, que es un punto crítico para asegurar la estabilidad climática en el mundo, con, por ejemplo, la Amazonía, que representa el 42 % del territorio colombiano y que tiene un rol vital en la regulación del clima y es una importante reserva de carbono.

“Esta cumbre es importante para establecer agendas, compromisos y marcos de acción global relacionados con la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, así como para abordar desafíos como la sobreexplotación de recursos naturales y, entre otros, la pérdida de hábitats naturales”, explica la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.

Con esto es mente, el país buscará cuatro metas en concreto bajo el lema ‘Paz con la Naturaleza y la participación de las diferentes comunidades en el país. “El objetivo es que la población que está en la primera línea de la crisis climática y de la pérdida de la biodiversidad le corresponde alzar su voz en las negociaciones. En particular, la voz de los afrocolombianos, indígenas, campesinos, mujeres, jóvenes y todas las comunidades será eje fundamental en los diálogos alrededor del desarrollo sostenible”, indicó el Ministerio de Ambiente.

En esta línea, el primer objetivo será lanzar la ‘Coalición Paz con la Naturaleza’, que integre a los países bajo la premisa de impulsar la regeneración de la vida y revertir la crisis climática.

En consonancia con esto, otra de las metas es unificar las agendas del clima (cuya COP se celebrará a finales de año en Azerbaiyán) y de biodiversidad. Según ha expresado la ministra Muhamad, la propuesta es que ambas convenciones internacionales tengan convergencia en su esfuerzo por hacer frente a la triple crisis planetaria: cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad.

A propósito, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, aseguró que en este encuentro debemos plantearnos una reflexión sobre lo que significa vivir en uno de los países más biodiversos del mundo y cómo vamos a afrontar los retos que nos impone la crisis de biodiversidad aunada a la crisis climática.

“La protección y conservación de la biodiversidad es fundamental para avanzar en la transición climática, son dos agendas que deben abordarse de manera conjunta en esta COP16. En esta cumbre vamos a revisar y evaluar el cumplimiento de los países del Marco Mundial Kunming-Montreal y buscaremos trabajar sobre la reducción de las amenazas a la biodiversidad, el uso sostenible de los componentes de la biodiversidad y el reparto equitativo de los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos”, afirmó Muhamad.

Además, también se abordarán los acuerdos de financiación para la protección de la biodiversidad hasta 2030. La ministra, que moderará las conversaciones, ha sido enfática en la propuesta de reformar el sistema financiero internacional y desarrollar mecanismos innovadores para canalizar recursos de diversas fuentes, con el fin de cumplir las 23 metas establecidas en el Marco Global Kunming-Montreal.

Finalmente, también se abordará el sistema de reparto de beneficios del uso de los recursos genéticos de la biodiversidad. Esta discusión busca que los países ricos en especies únicas reciban beneficios por sus contribuciones por el uso de las secuencias digitales en diferentes sectores industriales en el mundo.

En otras palabras, el Gobierno Nacional abogará para que se reconozcan los recursos genéticos, presentes en plantas, animales, microorganismos y otros seres vivos que son valiosos para el desarrollo de nuevas variedades de cultivos más resistentes, medicamentos más efectivos y, sobre todo, potenciar la adaptación ante la crisis climática.

De igual manera, Colombia, desde la Presidencia de la COP16, se enfocará en la adopción del programa para pueblos indígenas y comunidades locales con la reglamentación del artículo 8J del Convenio.

*Este artículo fue hecho en alianza con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible

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