Lo que debe tener en cuenta para la alimentación en época de festividades
Información institucional.
FAO Colombia
Mesas con abundantes platillos, uno que otro postre, invitados, reencuentros y fiestas, es la escena clásica más vista en época de celebraciones de fin de año, y también la época en la que es posible perder el control sobre lo que comemos. (Lea: ¿Tiene pensado viajar? Estas son algunas recomendaciones para ser un turista sostenible)
Por ello, pensando en tu salud y la del planeta, antes de hacer las compras para la cena de navidad, la celebración de año nuevo y las demás festividades, te invitamos a mirar con detalle la historia que trae cada alimento, cada tentador platillo.
Busca siempre el equilibrio para encontrar la respuesta y tomar decisiones acertadas respecto de lo que comes, pensando en el bienestar que los alimentos pueden brindar a ti y a tu familia.
¿Qué significa comer saludable y sosteniblemente?
La malnutrición en todas sus formas (desnutrición, sobrepeso y obesidad, dentro de las más conocidas), así como la degradación del medio ambiente y los recursos naturales, constituyen dos de los principales desafíos de nuestro tiempo.
En Colombia, mientras 3,4 millones de personas (6,6 % de la población) sufren de subalimentación debido a que el consumo habitual de alimentos es insuficiente para proporcionarles la cantidad de energía necesaria para llevar una vida normal, activa y sana; para el 2022, el 6,2 % de los menores de 5 años y el 18,7 % de la población adulta (para 2015) sufría de obesidad.
Dos extremos de la balanza en los que las consecuencias se reflejan en problemas de salud, en los que las dietas poco saludables y la malnutrición son la fuente principal de los diez principales factores de riesgo que contribuyen a la carga mundial de morbilidad, de acuerdo con las directrices de las Dietas Saludables Sostenibles de la FAO y la OMS. (Lea: ¿Cómo combatir el cambio climático? La naturaleza es una gran aliada)
A esto se suma que la forma en que producimos y consumimos los alimentos está afectando el medio ambiente y la base de recursos naturales. Un ejemplo de ello es que la producción de alimentos representa el uso del 48 % de los recursos de la tierra y el 70 % de los recursos de agua a nivel mundial, mientras que se estima del 31 % de los GEI son atribuibles a los sistemas agroalimentarios.
Esta estrecha relación entre alimentación, salud y sostenibilidad, que pocas veces vemos, está presente en cada una de las comidas que día a día tenemos; por lo que hacer una elección consciente de nuestros alimentos influye indudablemente en nuestra salud y también en la del planeta.
- Prepara tu dieta con los alimentos que se producen en tu región y diversifica tu dieta; esto no solo contribuye con tu salud y la economía local (incluida la de tu hogar), sino que además contribuye en la preservación de la biodiversidad alimentaria.
- Que nunca te falten las frutas y verduras; estas nos proporcionan vitaminas, minerales, fibra y azúcares naturales.
- Aumenta el consumo de legumbres, cómelas al menos dos veces a la semana; estas contienen un elevado nivel de nutrientes y constituyen una excelente fuente de vitaminas y minerales.
- Incluye los cereales en tu dieta, estos contienen carbohidratos, nuestra principal fuente de energía.
- También los tubérculos y plátanos son una buena fuente de carbohidratos, pero dale balance al consumo con otros alimentos que te aportes este tipo de nutrientes.
- Los productos lácteos también son necesarios, estos nos aportan calcio, proteínas y grasas.
- Carne, pescado y huevos aportan a nuestros cuerpos hierro y proteínas.
- Consume agua, además de mantener la hidratación, facilita la digestión mejorando la absorción de alimentos, y a la vez ayuda a tener una eliminación eficiente de los desechos a través del sistema urinario, protegiendo la función renal.
- Reduce el consumo de sal, grasas y azúcar; el consumo excesivo de estas impacta negativamente tu salud y están asociadas al sobrepeso, la obesidad y enfermedades cardiacas, entre otras no transmisibles.
- Lee las etiquetas nutricionales, estas te darán la guía para saber qué estás comiendo.
- Evita los productos ultraprocesados, aquellos que han sido transformados añadiendo sal, grasas, azúcar y aditivos.
Sostenibilidad alimentaria
¿Sabías que a lo largo de la historia se han cultivado más de 6 mil especies de plantas como alimento? Sin embargo, son menos de 200 las que contribuyen de manera importante en la producción de alimentos a nivel mundial, regional y nacional; y de estas, solo 9 representan el 66 % de la producción total de cultivos.
Estas cifras, de las que poco se habla, fueron publicadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el Estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo, nos dan una visión sobre la importancia que tiene la diversificación de nuestras dietas, incluido el rescate de alimentos ancestrales, cuyo consumo se ha reducido con el paso del tiempo, en buena medida, debido a las preferencias alimentarias de los consumidores.
De otro lado, se encuentra el fenómeno de las pérdidas y desperdicios de alimentos, que de acuerdo con la FAO corresponde a un tercio de los alimentos aptos para el consumo a nivel mundial. El 14 % de los alimentos se pierde en la cadena de suministro antes de la venta al por menor y otro 17 % se desperdicia a nivel minorista y del consumo (FAO, 2022).
Cifras que para Colombia, de acuerdo con el último reporte elaborado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP, 2016), llegan al 34 %, representadas en 9,76 millones de toneladas cada año para la fecha de la publicación. 21,7 % de estos alimentos se pierden (entre la producción hasta la venta al por menor) y el 12,3 % se desperdicia (nivel minorista y del consumo).
Reducir entonces este fenómeno daría oportunidad a aprovechar los recursos naturales, la mano de obra, y el dinero que se ha invertido para su producción. ¿Cómo hacerlo?, ¿qué medidas podrían tomarse para revertir esta problemática?
Desde la perspectiva de pérdidas de alimentos, que se presentan en las etapas de producción, transporte y comercialización hasta la venta al por mayor, medidas como la planificación de la producción, los circuitos de cortos de comercialización, el uso de tecnología en el transporte, la conservación y transformación, son claves.
Desde la mirada del desperdicio, provocado especialmente entre el comercio minorista y por los consumidores, aquí algunas recomendaciones:
- Adopta una dieta más saludable y sostenible
- Planifica tu compra y lleva a casa solo lo que necesitas
- Elige las frutas y verduras con aspecto diferente
- Aprende a organizar los alimentos para almacenarlos adecuadamente en la nevera, la despensa y la cocina
- Aprender a leer e interpretar el etiquetado de los alimentos, tanto los ingredientes como las fechas de caducidad te darán una guía para saber si son aptos o no para el consumo
- Ajusta las porciones, acordes a tu apetito
- Valora las sobras, siempre es posible refrigerarlas o pedir lo que no comiste en el restaurante, para comer más tarde
- Haz uso de los alimentos desperdiciados, estos pueden ser la base para nuevas recetas
- Aprovecha las cáscaras, tallos, hojas, todas son útiles y contienen nutrientes; si definitivamente no las consumes, también las puedes utilizar como abono
- Apoya a los productores locales, quienes suelen ofrecer mejores precios al no tener intermediarios, y que seguramente se encuentran en tu localidad
- Si aun siguiendo estas recomendaciones, te quedan alimentos consumibles, compártelos; siempre habrá alguien que los necesite
Mesas con abundantes platillos, uno que otro postre, invitados, reencuentros y fiestas, es la escena clásica más vista en época de celebraciones de fin de año, y también la época en la que es posible perder el control sobre lo que comemos. (Lea: ¿Tiene pensado viajar? Estas son algunas recomendaciones para ser un turista sostenible)
Por ello, pensando en tu salud y la del planeta, antes de hacer las compras para la cena de navidad, la celebración de año nuevo y las demás festividades, te invitamos a mirar con detalle la historia que trae cada alimento, cada tentador platillo.
Busca siempre el equilibrio para encontrar la respuesta y tomar decisiones acertadas respecto de lo que comes, pensando en el bienestar que los alimentos pueden brindar a ti y a tu familia.
¿Qué significa comer saludable y sosteniblemente?
La malnutrición en todas sus formas (desnutrición, sobrepeso y obesidad, dentro de las más conocidas), así como la degradación del medio ambiente y los recursos naturales, constituyen dos de los principales desafíos de nuestro tiempo.
En Colombia, mientras 3,4 millones de personas (6,6 % de la población) sufren de subalimentación debido a que el consumo habitual de alimentos es insuficiente para proporcionarles la cantidad de energía necesaria para llevar una vida normal, activa y sana; para el 2022, el 6,2 % de los menores de 5 años y el 18,7 % de la población adulta (para 2015) sufría de obesidad.
Dos extremos de la balanza en los que las consecuencias se reflejan en problemas de salud, en los que las dietas poco saludables y la malnutrición son la fuente principal de los diez principales factores de riesgo que contribuyen a la carga mundial de morbilidad, de acuerdo con las directrices de las Dietas Saludables Sostenibles de la FAO y la OMS. (Lea: ¿Cómo combatir el cambio climático? La naturaleza es una gran aliada)
A esto se suma que la forma en que producimos y consumimos los alimentos está afectando el medio ambiente y la base de recursos naturales. Un ejemplo de ello es que la producción de alimentos representa el uso del 48 % de los recursos de la tierra y el 70 % de los recursos de agua a nivel mundial, mientras que se estima del 31 % de los GEI son atribuibles a los sistemas agroalimentarios.
Esta estrecha relación entre alimentación, salud y sostenibilidad, que pocas veces vemos, está presente en cada una de las comidas que día a día tenemos; por lo que hacer una elección consciente de nuestros alimentos influye indudablemente en nuestra salud y también en la del planeta.
- Prepara tu dieta con los alimentos que se producen en tu región y diversifica tu dieta; esto no solo contribuye con tu salud y la economía local (incluida la de tu hogar), sino que además contribuye en la preservación de la biodiversidad alimentaria.
- Que nunca te falten las frutas y verduras; estas nos proporcionan vitaminas, minerales, fibra y azúcares naturales.
- Aumenta el consumo de legumbres, cómelas al menos dos veces a la semana; estas contienen un elevado nivel de nutrientes y constituyen una excelente fuente de vitaminas y minerales.
- Incluye los cereales en tu dieta, estos contienen carbohidratos, nuestra principal fuente de energía.
- También los tubérculos y plátanos son una buena fuente de carbohidratos, pero dale balance al consumo con otros alimentos que te aportes este tipo de nutrientes.
- Los productos lácteos también son necesarios, estos nos aportan calcio, proteínas y grasas.
- Carne, pescado y huevos aportan a nuestros cuerpos hierro y proteínas.
- Consume agua, además de mantener la hidratación, facilita la digestión mejorando la absorción de alimentos, y a la vez ayuda a tener una eliminación eficiente de los desechos a través del sistema urinario, protegiendo la función renal.
- Reduce el consumo de sal, grasas y azúcar; el consumo excesivo de estas impacta negativamente tu salud y están asociadas al sobrepeso, la obesidad y enfermedades cardiacas, entre otras no transmisibles.
- Lee las etiquetas nutricionales, estas te darán la guía para saber qué estás comiendo.
- Evita los productos ultraprocesados, aquellos que han sido transformados añadiendo sal, grasas, azúcar y aditivos.
Sostenibilidad alimentaria
¿Sabías que a lo largo de la historia se han cultivado más de 6 mil especies de plantas como alimento? Sin embargo, son menos de 200 las que contribuyen de manera importante en la producción de alimentos a nivel mundial, regional y nacional; y de estas, solo 9 representan el 66 % de la producción total de cultivos.
Estas cifras, de las que poco se habla, fueron publicadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el Estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo, nos dan una visión sobre la importancia que tiene la diversificación de nuestras dietas, incluido el rescate de alimentos ancestrales, cuyo consumo se ha reducido con el paso del tiempo, en buena medida, debido a las preferencias alimentarias de los consumidores.
De otro lado, se encuentra el fenómeno de las pérdidas y desperdicios de alimentos, que de acuerdo con la FAO corresponde a un tercio de los alimentos aptos para el consumo a nivel mundial. El 14 % de los alimentos se pierde en la cadena de suministro antes de la venta al por menor y otro 17 % se desperdicia a nivel minorista y del consumo (FAO, 2022).
Cifras que para Colombia, de acuerdo con el último reporte elaborado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP, 2016), llegan al 34 %, representadas en 9,76 millones de toneladas cada año para la fecha de la publicación. 21,7 % de estos alimentos se pierden (entre la producción hasta la venta al por menor) y el 12,3 % se desperdicia (nivel minorista y del consumo).
Reducir entonces este fenómeno daría oportunidad a aprovechar los recursos naturales, la mano de obra, y el dinero que se ha invertido para su producción. ¿Cómo hacerlo?, ¿qué medidas podrían tomarse para revertir esta problemática?
Desde la perspectiva de pérdidas de alimentos, que se presentan en las etapas de producción, transporte y comercialización hasta la venta al por mayor, medidas como la planificación de la producción, los circuitos de cortos de comercialización, el uso de tecnología en el transporte, la conservación y transformación, son claves.
Desde la mirada del desperdicio, provocado especialmente entre el comercio minorista y por los consumidores, aquí algunas recomendaciones:
- Adopta una dieta más saludable y sostenible
- Planifica tu compra y lleva a casa solo lo que necesitas
- Elige las frutas y verduras con aspecto diferente
- Aprende a organizar los alimentos para almacenarlos adecuadamente en la nevera, la despensa y la cocina
- Aprender a leer e interpretar el etiquetado de los alimentos, tanto los ingredientes como las fechas de caducidad te darán una guía para saber si son aptos o no para el consumo
- Ajusta las porciones, acordes a tu apetito
- Valora las sobras, siempre es posible refrigerarlas o pedir lo que no comiste en el restaurante, para comer más tarde
- Haz uso de los alimentos desperdiciados, estos pueden ser la base para nuevas recetas
- Aprovecha las cáscaras, tallos, hojas, todas son útiles y contienen nutrientes; si definitivamente no las consumes, también las puedes utilizar como abono
- Apoya a los productores locales, quienes suelen ofrecer mejores precios al no tener intermediarios, y que seguramente se encuentran en tu localidad
- Si aun siguiendo estas recomendaciones, te quedan alimentos consumibles, compártelos; siempre habrá alguien que los necesite